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Miraba de reojo al chico mientras la música de Kloss sonaba por todo el auto. Gastón le había dicho que irían a cenar, pero no sabía realmente a dónde, por lo que se le hacía curioso las razones por las que deseaba mantener todo en misterio. El chico se encontraba concentrado en la carretera, podía notar que le gustaba la música ya que sus dedos se movían sobre el volante al compás de la batería.

—¿Te gusta mucho Kloss?

Gastón la miró por un momento para luego volver su vista al frente.

—Sí, ¿a ti?

—Me encantan, siempre he querido ir a un concierto.

—¿De verdad?—preguntó—. Ellos se presentaron el año pasado en un evento por año nuevo, creo que este año también lo harán. Podemos ir juntos.

—¡Eso sería increíble!—mencionó con clara emoción en su voz. Gastón se alegró de escucharla, le gustaba cuando ella sonreía—. Aunque es difícil conseguir entradas, ¿no?

—Mi hermano es parte del club de fans de Coramora, seguro se entera antes que todos y estaremos preparados para comprarlas—respondió.

Bajó la velocidad al auto. Cruzó en la calle y Keyla reconoció la calle, era muy famosa por los restaurantes que habían ahí, tenían mucha variedad de comidas y cada una de ellas era reconocida por su increíble sabor y servicio. Gastón se estacionó frente al lugar y ella pudo darse cuenta que era Toby's.

—La comida aquí es muy buena.

—¿Sí? Me alegro que te guste.

Gastón la ayudó a bajar del auto y tomó su mano para caminar hacia la entrada del restaurante. Un hombre en traje formal les abrió la puerta y les dio la bienvenida. Gastón llevó a la chica hasta una de las mesas y una mesera se acercó a ellos con una sonrisa.

—Bienvenidos a Toby's—le entregó a cada uno un menú—, regresaré en un momento para tomar sus órdenes.

—Gracias—respondió Gastón.

Keyla miró el menú y se dispuso a escoger qué quería comer. Toby's se dedicaba a la comida italiana, por lo que había una gran variedad de platos que realmente le gustaban.

—Pediré una pizza—le dijo Gastón mirándola—, ¿quieres una también? Aquí son muy buenas.

—Sí, aunque la lasaña me está haciendo ojitos.

—Pídela, puedo darte de mí pizza.

—Creo que quiero besarte en este momento—le dijo, Gastón sonrió y se inclinó un poco en la mesa para estar más cerca de ella.

—Que nada te detenga—respondió, Keyla se acercó rápido y le dio un corto beso en los labios.

La misma chica de hace un momento regresó a su mesa. Gastón le indicó el pedido a la chica y ella se marchó dejándolos nuevamente solos.

El chico colocó su mano por encima de la mesa y tomó la de ella. La miró directo a los ojos logrando que ella se pusiera nerviosa.

—Keyla, te quiero mucho—le dijo.

—Yo también te quiero—respondió ella y apretó un poco su mano.

—Te quiero y no como algo platónico ni como algo simple de amigos. Te quiero por cómo eres y por lo que eres, Keyla—le dijo—. Quiero que esto que tenemos funcione y quiero ser tu lugar seguro. Así de sencillo, te quiero.

Ella lo miró con el rostro rojo de los nervios, su corazón le demostraba lo mucho que estaba esperando escuchar eso de parte de él. sus manos temblaban y estaba segura que él podía notarlo, incluso por un momento había olvidado cómo hablar, cómo responder.

—¿Quieres ser mi novia, Key?

Asintió, las palabras se habían trabado pero realmente deseaba decirle sí desde hace mucho tiempo.

—S-sí—dijo—, sí quiero.

Gastón se levantó de su silla y dio un paso hacia ella, se agachó hasta llegar a su altura y no dudó en besarla. Tener a Keyla tan cerca le hacía sentir tan bien, tan seguro de todo, tan mágico como si fuese la primera vez que estuviese viviendo algo de esa manera.

Cuando estaba con Keyla era un chico que no le tenía miedo a hacer el ridículo. Era como el chico que había decidido ser feliz.

Lo Que Quieren Los ChicosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora