Por la mañana siguiente, Gastón salió de su habitación y se dirigió a la cocina en donde encontró a su hermano y a su madre desayunando. Los saludó y tomó un plato para servirse.
—Keyla vendrá hoy en la tarde—mencionó él, se volteó luego de tomar su comida y se dio cuenta que su mamá lo miraba.
—Keyla eh—dijo y luego bebió de su café—, me parece bien.
—Keyla me agrada—dijo Dean—, te hace más humano—su mamá rio y Gastón rodó los ojos para entonces sentarse con ellos.
—Cállate Dean—le dijo, el chico se rio—. Mamá, dile algo.
—¿Qué quieres que le diga? Es cierto—respondió ella riéndose también. Gastón los miró negando para sí mismo, no podía con ellos, no tenía opción.
Reconocía que no era la persona más amable del planeta pero tampoco era como ellos lo describen. Se preocupaba por sus amigos y era amable con ellos, los quería. Aunque estaba de acuerdo de que con los desconocidos tendía a ser un poco grosero.
—Como sea—respondió, algo gracioso era que no tenía de dónde ser así, Toda su familia eran pequeños rayos de sol, era sólo él quién había decidido ser diferente,
En silencio comenzó a desayunar, su padre apareció y se acercó a la cafetera a llenarse una taza, saludó a todos e indicó que ya debía irse a consulta con su paciente. Dean terminó de desayunar y comenzó a hablar sobre la nueva exhibición de arte que estaban elaborando y de la cuál deseaba formar parte. Era algo para estudiantes, así que se le hacía muy interesante poder participar.
—Me parece que es una buena idea—dijo su madre—, ¿Mei también participará?
—Estamos solicitando estar juntos, esperemos que todo salga bien—su mamá asintió y luego miró a Gastón.
—¿Tú cómo vas en tus clases?
—La próxima semana comienzan los finales—respondió.
—Ah, ¿por eso viene Keyla? ¿A estudiar?—lo molestó su hermano, Gastón prefirió ignorarlo.
—Quédate quieto—le dijo su madre, Dean asintió.
—Ya debo irme—dijo Dean—, tengo que ir a ver a Mei para terminar de organizar la solicitud—se levantó y se marchó de la cocina.
Gastón terminó de comer para levantarse también.
—Yo también me voy.
—Gastón—lo llamó su mamá, él volteó a verla—. Quiero que sepas que nos alegra mucho que estés con Keyla—le dijo—, sé que te hace feliz.
Gastón sonrió, era verdad. Keyla lo hacía feliz y le gustaba que todos pudieran notarlo.
Las horas pasaron y Gastón se encontraba en su habitación junto con Keyla. Gastón besó a Keyla con cuidado, estaban sentados en su cama y él se recostó un poco en ella, ella continuó su beso.
El pelinegro se rio y se separó de ella—. ¿Me intentaste morder el labio, Key? —ella se sonrojó un poco. Estaba muerta de pena, sólo a Gastón se le ocurría hacer ese tipo de preguntas.
— ¿Te lastimé?
—No tanto—acarició su mejilla—. Aunque podemos mejorar eso.
—Lo sé, soy un asco besando—le dijo un poco avergonzada, Gastón sonrió y la miró con ternura.
—Para nada, me encanta que me beses—le dio un rápido beso en los labios.
Keyla sonrió y se levantó de la cama.
—Vamos a salir.
—Me da fastidio salir, Key—le contestó, Keyla se acercó y besó rápido sus labios—. ¿A dónde quieres ir?
— ¿Te molesta ir al parque?
—No tengo ningún problema—le respondió—Pero primero toma mi chaqueta, está haciendo frío afuera—le dijo para entregársela y darle una linda sonrisa. Keyla sintió cómo su corazón empezó a latir rápido, no estaba nerviosa, pero se había sentido querida por parte de él.
—Gastón.
—Keyla—le dijo tomando su mano para salir de la habitación.
En la sala se encontraba su madre viendo televisión, le avisó que saldrían y salió del apartamento para tomar el ascensor. Él la miró y se acercó un poco.
— ¿Qué querías decirme?
—Te amo.
Gastón se paró frente a ella y la besó, fue un beso suave pero con cariño, cómo la típica escena final de las películas románticas.
—Yo también te amo, Key—le dijo luego de besarla. Ambos salieron del edificio y caminaron tomados de la mano—. Debo decirte que soy la persona menos romántica que hay y que tal vez eso llegue a molestarte mucho pero la verdad es que me gustas mucho Keyla, soy menos amargado cuando estoy contigo. Haces que me importe el bienestar de alguien más—acarició su mejilla—. Me importas más de lo que me importo yo y no soy una persona altruista.
—Tú me haces sentir segura de quién soy—confesó—. Siempre me he sentido diferente, alejada de todos, pero tú me haces sentir que puedo ser parte de algo, ser normal.
Gastón y Keyla eran dos personas totalmente diferentes cuando están separadas pero cuando se juntan forman una sola alma.
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Lo Que Quieren Los Chicos
Teen Fiction¿Qué quieren los chicos? El objetivo de Keyla desde que llegó a su nueva ciudad fue conquistar al lindo chico que atiende cada día en su cafetería favorita, pero no sabe cómo acercarse por lo que prefiere recaudar información sobre ellos para usarl...