59

47.7K 4.8K 1.4K
                                    

Se estacionó frente a la casa de la chica, se miró en el espejo retrovisor y se acomodó un poco su cabello. Bajó guardando las llaves en su bolsillo y se acercó a la puerta de la casa, el padre de Keyla abrió la puerta justo cuando él estaba acercándose y salió acompañado de una mujer.

Era Kenzie, Gastón la vio y se sorprendió. Sabía que Logan estaba saliendo con ella porque Keyla se lo había contado, pero la idea era loca para él, no se lo habría imaginado nunca.

Logan y lo saludó amigable como siempre. Kenzie por su lado se sorprendió al verlo.

—Gastón, no esperaba verte por aquí—le dijo ella—, ¿cómo estás, cariño?

—Bien, gracias—le dijo y le sonrió.

—Es el novio de Keyla—dijo Logan, Kenzie asintió.

—Sí, ustedes me comentaron—respondió—, sólo que es raro, conozco a este chico desde hace mucho. Es amigo de Bruno—mencionó a su hijo, Logan asintió comprendiendo su situación.

Gastón miró a ambos y luego se encogió de hombros.

—Bueno, a lo que vengo, ¿Keyla está aquí?

Logan se rio.

—Claro, un día de estos tienes que venir a saludarme a mí al menos—respondió el hombre, Gastón se rio por eso, la verdad sí podría hacerlo, Logan era una persona agradable y tenían temas en común.

—Claro que sí, no lo dudes—dijo.

—Me alegra, hijo. Te extrañaría si no—le respondió, Gastón no quería admitirlo pero le había gustado que lo llamara hijo, era como una muestra de afecto que le agradaba.

—Iré entonces a molestar un rato a Keyla.

—No los molestamos—le guiñó el ojo y Gastón se rio para luego entrar a la casa.

Ya conocía el camino hacia su habitación, así que llegó y tocó antes de entrar. Keyla estaba en el ordenador escribiendo, posiblemente se encontraba estudiando. Llegó por detrás y le dio un beso suave en la cabeza. Ella sonrió y se volteó para verlo.

—Ya llegaste—le dijo, extendió sus brazos para que se acercara.

Gastón le dio un abrazo agachándose un poco hasta estar a su nivel. Permaneció así por un momento y se separó para verla.

—Eres la más hermosa de todas—le dijo—me encantas—le dio un beso en la mejilla para luego acercarse a su boca.

La tomó de la sudadera que llevaba y se apoyó de la silla, Keyla cerró los ojos y le dio un beso, y luego otro y otro más. Hasta que el chico se separó de ella para mirarla a los ojos.

—Tu padre acaba de salir con Kenzie.

Keyla bajó la mirada y asintió con una sonrisita. Tomó su mano.

—Esta es mi primera vez—Gastón asintió suave.

—Prometo que no te haré daño.

Se levantó y la llevó hacia la cama. La tomó por la mejilla y le dio un beso suave en los labios, y luego otro en el cuello y luego otro bajando por su clavícula. Se separó de ella y se desabotonó poco a poco la camisa que llevaba puesta. La mirada de Keyla se clavó en su pecho, era la primera vez que lo veía así, era la primera vez que lo tenía así de cerca, incluso en su imaginación, no se comparaba con la sensación de verlo ahí, mirándola con una sonrisa y con los ojos oscuros que atravesaban su cuerpo.

Temblando, su mano se posó en el pecho del chico, como si quisiera cerciorarse de que fuese real. Gastón se acercó más a ella y volvió a besarla, esta vez tomando su playera y subiéndola poco a poco. Keyla lo ayudó a quitársela y por un momento se sintió tímida, tenía miedo de lo que él pudiese pensar de ella al verla.

—¿Cómo no puedo enamorarme de ti?—le preguntó.

Ella no supo qué responder. Sintió los labios del chico recorriendo su cuello y sus manos se posaron en las caderas de ella. Caminó poco a poco hasta sentarla en la cama y se agachó para estar a su altura una vez más.

—Estás temblando—le susurró.

—Estoy un poco nerviosa.

—Descuida, estás conmigo—le dijo—, lo haremos sólo si tú lo quieres. Será hasta que tú lo quieras.

—Lo quiero—confesó y tragó saliva de los nervios. Verlo sólo le causaba más nervios.

Nunca había estado así con un chico, era todo un mundo nuevo y tenía miedo de poder hacer algo malo.

—Haz lo que te haga sentir más cómoda.

Ella llevó sus manos hacia el cuello del chico y lo atrajo hacia ella. Lo besó y luego se sintió más tranquila, volvió a hacerlo y conforme era más profundo, su cuerpo se estremecía experimentando algo completamente nuevo. Gastón la empujó lento hacia atrás y acarició su abdomen, ella sintió cómo su cuerpo se tocaban y cómo poco a poco se iba soltando, sabiendo que, no tenía nada que temer, estaba con Gastón y él no la dejaría sola.

Él descendió besando su abdomen lentamente, luego besó sus manos y sus brazos, haciendo que ella lograra soltar un jadeo. La acarició con suavidad y al mismo tiempo con deseo, deseo que tenía al verla y saber que no quería estar con nadie más que no fuese ella.

Ella le acarició la espalda y así poco a poco, sus cuerpos pasaron a volverse uno solo. en donde ambos encajaban a la perfección, sintiéndose como si estuviesen toda una vida buscándose hasta que por fin se encontraron.



...........................

Capítulos finales

Lo Que Quieren Los ChicosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora