Depressed [Meanie]

Violence

Apoyado contra el marco de la puerta, solo tenía ojos para Seunghee. Después de demasiado tiempo con el pelo recogido en un moño desecho y con la cara lavada, podía verla con un sencillo vestido de flores de vuelo, algunas ondas se marcaban en su cabello mientras que un delicado maquillaje la hacía ver incluso más bonita. Decir que no idolatraba a mi hermana sería mentir, porque dudaba que hubiese alguien en el mundo a la que pudiese amar más que a ella.

Las cosas se habían calmado en casa y los gritos y peleas no formaban parte de nuestras vidas desde aquel día. No puedo decir que ahora soy el mejor amigo de Mingyu; sin embargo, ahora pide mi opinión de vez en cuando sobre qué libro leer a continuación después de haberse devorado uno más de mi estantería.

A pesar de que él demostraba en silencio que no era feliz, su estado de ánimo no era una serie de altibajos que afectaba el humor de todo el mundo y eso fue suficiente para que Seunghee y Seungcheol decidieran tener una cita después de tanto, teniendo asegurado que cuando volviesen Mingyu no me habría matado a golpes porque, desgraciadamente, ni estando en una silla de ruedas podría vencerlo.

―Estás preciosa. ―Seunghee se giró, observándome con sus brillantes ojos y con una impresionante sonrisa. Durante este tiempo, las ojeras y su felicidad se habían ido desgastando, emborronándose su increíble personalidad en un ser que se mantenía con un enorme cansancio sobre sus hombros. Pero ahora... Ahora había vuelto a la vida con más fuerza que nunca y, a pesar de que esta sensación cálida en el pecho era poco frecuente, me sentía alegre.

―Espero que algún día podáis acompañarnos, Mingyu y tú, nos lo pasaríamos muy bien. ―Mi sonrisa se congeló a sabiendas de que aquello era simplemente imposible.

―Tal vez... ―Ella suspiró, tomando el bolso de un pequeño taburete cercano a la puerta. ―Que paséis una buena noche.

Ya en mi habitación cuando Seunghee y Seungcheol se marcharon, observé por internet nuevos libros que tuviesen buenas críticas para buscar su sinopsis. El sonido metálico de la silla de Mingyu hizo que dejase de leer por unos segundos sin apartar la mirada del móvil, antes de hablar, se aclaró su garganta como un gesto nervioso que podía adivinar que tenía.

―¿Wonwoo? ¿Estás ocupado? ―A pesar de que estaba claro que se estaba dirigiendo a mí, no me observaba a los ojos, simplemente miraba a cualquier punto del suelo que le pareció más interesante que mantener mi mirada.

―Supongo que no, ¿por qué? ―pregunté de forma cautelosa, viniendo de Mingyu nada bueno podía esperar.

―Estaba pensando que... Quizás... No sé...―Empezó a jugar con sus propios dedos. ―Podríamos pedir una pizza y ver una película juntos, sin Seunghee y Seungcheol se siente la casa muy vacía.

―Casi siempre estamos sólo los dos en casa y nunca me has pedido ver nada juntos. ―Mingyu alzó la vista, la timidez había pasado a transformarse a enfado, incluso podía ver las llamas en sus ojos castaños.

―Si es que no sé ni por qué lo intento. ―dijo entre dientes mientras que giraba las ruedas de la silla y volvía a la sala. ―Será idiota. ―Antes de que pudiese llegar a la sala, pegué un salto de la cama y llegué hasta donde estaba, empujando la silla por él.

―¿Qué película quieres ver?

―Da igual, Wonwoo, no insistas. ―Su mandíbula estaba apretada, giró su rostro y me observó directamente. Parecía ver algo a través de mi rostro, incluso parecía que pudiese estar leyendo mis pensamientos. Su mirada intensa me puso el vello de punta y mis latidos se aceleraron sin mi permiso. La incomodidad de estar cerca de un extraño se había esfumado y ahora se había convertido en una de esas personas con las que podía actuar con cierta normalidad, entonces... ¿por qué? Las palmas de mis manos habían empezado a humedecerse por el sudor e incluso me costó horrores poder tragar mi propia saliva.