Happiness

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Si en este tiempo que habéis reservado un pequeño hueco de vuestro tiempo para escuchar mi historia no pensáis que la palabra "felicidad" no podía catalogar ningún momento de mi vida, estáis en lo cierto, solo en caso de que os hayáis cansado de mí para narraros que... Creo que finalmente ha llegado ese momento y, si no me equivoco, creo que mi corazón podría salirse en cualquier momento de lo rápido que late en el centro de mi pecho.

A pesar de que mi mente estaba tan repleta de sentimientos en aquel momento que soy incapaz de recordar lo que pasó exactamente, mi cuerpo es capaz de rememorar cada sentimiento, el tacto de sus labios sobre los míos, sus mejillas húmedas por culpa de sus lágrimas o quizá de las mías, sus pequeños sollozos provenientes de su garganta mientras que sus dedos cosquilleaban mi rostro.

Su voz había sonado rota cuando, escondiéndose en el hueco de mi hombro lloraba como un niño pequeño y mis brazos lo rodeaban como si, por muy raro que suene, yo fuese la única fuerza que podía sostenerlo.

El despertador había sonado, levemente, pero lo suficiente como para incluso tener un leve eco en la silenciosa habitación que hasta hacía un momento solo era iluminada por las grandes farolas que alumbraban las calles pero que, ahora eran acompañadas por los primeros rayos de sol.

Mingyu se apoyó en sus manos, estas alojándose a cada lado de mi rostro, para estar encima de mí, dejándome sin escapatoria, aunque no es como si yo quisiera ir a ningún lado. Cuando sus rodillas eran lo suficientemente fuertes como para aguantar su propio peso, movió su diestra hasta mis ojos, cegándome completamente.

—Lo siento, Jeon. —murmuró entre algunos quejidos. —Te he vuelto a fallar. —En cuestión de segundos mi mente calculó, al menos, cinco posibles escenarios en los cuales todo ese cariño que él había sido capaz de demostrarme en cuestión de horas, había sido todo una falsa. Sus labios, tan suaves como siempre, rozaron cada pequeña arruga que apareció en mi cara, haciendo que a su paso, todo volviese a la calma. —Sé que te prometí que me alejaría de ti después de esta noche pero, ¿qué puedo hacer? ¿Morir en vida o luchar por la única razón que tengo para vivir?

Mis ojos ardían bajo las palmas de sus manos, como si en lugar de estar delicadamente allí, estuviese estrangulándome con toda la fuerza que podía reunir. Mi corazón gritaba por pedirle que luchara y que no escuchase a mi cerebro; sin embargo, este habló alto y claro, como nunca antes lo había hecho, tanto, como lo hizo mi voz en aquel momento.

Te amo, Mingyu.

Siempre he creído que una persona que no se ama a sí mismo, es imposible que pueda llegar a amar realmente a otros. Ese fue mi caso, me despreciaba hasta tal punto que, hasta hacía unos meses pensé que no era merecedor de vivir; sin embargo, ahora que veo sus ojos brillantes observando los míos, sé que he cambiado, sé que no soy el mismo asustadizo chico que lloraba en su habitación temiendo a un puñado de críos. No, ese no era el Jeon Wonwoo del presente, porque desde ese momento me prometí que lucharía por convertirme en alguien al que se le permitiese estar, no un paso atrás, sino junto al ser más maravilloso que había conocido y ese, no era otro, que Kim Mingyu.

♥♥♥

—Por Dios, Mingyu, respira de una vez no es como si fuese tu primera vez. —dije viendo mi reflejo en el espejo retrovisor del coche mientras que el chico intentaba respirar sin parecer que se asfixiaría en cualquier momento.

—¿En qué momento me he convertido en esto? Porque definitivamente es un asco. —respondió él al borde de un ataque de nervios. —Está bien, sé que puedo hacer esto. —Ambos nos giramos para tomar nuestras mochilas que se encontraban en los asientos traseros, listas para un nuevo comienzo.

Cerramos nuestras puertas a la vez y, viendo que Mingyu no sería capaz de dar un paso y sus ojos veían perplejos el edificio, me acerqué a él rápidamente. Lo tomé de las manos y besé levemente sus labios, lo suficiente, hasta que su atención volvió a mí.

—Vas a estar bien, estaré justo a tu lado, ¿verdad? —dije intentando buscar su mirada.

—Tengo miedo que todo vuelva a ser un desastre. —respondió en voz baja.

—Yo también, pero no podemos estar asustados antes de que ocurra, creí que no querías estar muerto en vida. —cité sus propias palabras antes de comenzar a caminar hacia el interior, llevándolo conmigo gracias a nuestros dedos entrelazados.

El lugar estaba tan repleto que, buscar un pequeño mapa que nos orientase, se había convertido en misión imposible. Al menos, un pequeño grupo, parecía saber hacia dónde dirigirse por lo que solo nos limitamos a seguirlos hasta finalmente llegar a lo que se convertiría nuestro... ¿tercer hogar?

Tomamos asiento y, antes de intentar calmar al que se había convertido en mi novio, mi móvil vibró en el bolsillo delantero de mis vaqueros. Varios mensajes en el grupo de la familia comenzaban a aglomerarse, de los cuales, el último era solo letras sin sentido y signos de exclamación.

Seunghee

¡Mucha suerte en vuestro primer día de clase chicos! Estamos muy orgullosos de vosotros y muy seguros de que llegareis lejos.

Seungcheol

No puedo creer que mi hermano y mi cuñado estén protagonizando la historia de un drama romántico, volviendo a la universidad juntos e incluso estudiar la misma carrera. Como dijo Seunghee, estamos muy orgullosos.

Seunghee

Ya comenzó a llorar de nuevo, está sollozando justo a mi lado, ¡disfrutad de vuestro nuevo comienzo!

Seungcheol

¿Chicos?

Seungcheol

¿Hola!

Seungcheol

Adsfklmfdj ¡!!!!!

Mingyu observaba los mensajes desde la pantalla de mi móvil con una pequeña sonrisa, al parecer, había conseguido calmarse al menos un poco.

—Sabes que si estoy aquí es gracias a ti, ¿cierto? —murmuró, tan cerca, que su cálido aliento chocaba contra mi rostro.

—Podría decir lo mismo. —contesté.

Y aquello era cierto porque ambos, quienes nos sentimos en algún momento de nuestras vidas vacíos y sin rumbo, sin saber hacia dónde dirigirnos, ni siquiera seguros de seguir viviendo, encontramos en el otro razón suficiente para luchar y convertirnos en ese alguien quien en aquellos días de tristeza, quisimos ser.

FIN

¡Sorpresa! Espero que os haya gustado mucho este fic y, estad atentxs, porque espero que próximamente pueda subir algún epílogo. También aprovecho para decir que comenzaré un nuevo fic sobre Wonwoo llamado History Maker, y, lo más importante:

¡Mil gracias a los que dedicáis algo de vuestro tiempo en acompañarme con Depressed! ily

Depressed [Meanie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora