Propiedad Privada (CHERIK - AU)

Negación.

Charles sintió una descarga eléctrica atravesar su cuerpo cuando los labios de Erik se posaron sobre los suyos. Su beso era rudo y apasionado, rozaba y mordisqueaba sus sensibles labios de manera autoritaria, hundiendo sus dedos en su nuca para inmovilizarlo. 

Charles quería resistirse, sabía perfectamente que Erik estaba intentando someterlo, pero su estimulante aroma alborotando sus sentidos y su insistente lengua intentando profundizar el beso lo vencieron por completo. Dio paso al alfa para que explorara a su antojo y se estremeció al sentir las manos de Erik presionar sus caderas. Sentía la piel ardiendo y el corazón completamente desbocado. Hundió sus manos en el pecho del alfa y cuando éste tironeó de sus caderas para presionarlas contra su erección, no pudo evitar dejar escapar un leve gemido. El roce de ambos miembros era sencillamente irresistible. 

- Que sonido más exquisito...- Erik sonrió lujuriosamente y presionó sus labios sobre la tersa piel del cuello, donde esa fragancia tan atrayente se arremolinaba aturdiéndole por completo sus sentidos. - Podría tomarte aquí mismo si tan sólo me lo pidieras...- Presionó aún más sus caderas y mordisqueó la oreja del agitado omega.

- N-no no, Erik. - Charles intentaba articular una oración coherente pero el deseo parecía anular toda su capacidad de raciocinio.

- Podríamos entrar de nuevo e ir hacia los baños...- Erik bajó las manos hacia el trasero de Charles y lo presionó sin un ápice de decoro.

Estaba en la puerta del bar, en medio de la vía pública, sin más resguardo que la oscuridad de la noche, y dejándose besar y tocar por el insufrible de Erik. ¿Qué demonios estaba haciendo? Salió del encantamiento y lo empujó violentamente.

- Siempre tan hostil...- Erik sonrió, burlón, y se acercó levemente.

- Mantente alejado! No quiero que te acerques! - Charles se sentía fatal, jamás perdía el control y mucho menos en un lugar público.

- Está bien, tampoco es que te estuviera forzando. A decir verdad podría decirse que lo estabas disfrutando bastante...- El tono de Erik era gutural y la piel de Charles se erizó involuntariamente.

- Eres un imbécil, un salvaje, no tienes decoro, y...- Erik acortó la distancia que los separaba y antes de que Charles pudiera reaccionar, volvió a invadir su boca con un rudo beso. En cuánto Erik sintió que los labios del omega dejaban de oponer tanta resistencia, lo soltó.

- Guarda tus adorables halagos, y ten cuidado de no decir algo de lo que puedas arrepentirte luego.- Erik acarició los temblorosos labios rojizos, y rió ante la expresión de furia de su acompañante.

- Eres insufrible! No vuelvas a besarme! - Charles se acomodó el pelo y lo fulminó.

- Está bien, no lo haré. Pero no tienes excusa para no casarte conmigo. Tenemos buena química y propósitos firmes. No echarás a perder tu sueño, no? - Erik lo miró fijamente.

- Yo... no lo sé, Erik.- Y realmente no lo sabia. Él siempre había creído que cuando se casase sería únicamente por amor, y no era lo que Erik le estaba ofreciendo. Sin embargo podría cumplir su sueño... y esa no era una buena razón también?

- No tienes que pensarlo tanto, Charles. Tendrás una casa, buen pasar, tiempo de sobra para hacer lo que sea que te guste hacer, y podrás poner tu escuela cuando terminemos con ésto.- El tono de Erik era frío, posiblemente el mismo que emplearía al hacer negociaciones en la empresa.

Al ver que Charles seguía en silencio, continuó.
- Oh, ya. ¿Acaso el pequeño Charles tiene esa expresión sombría porque no tendrá un matrimonio por amor? - Al ver el tinte rojizo en las mejillas del omega y la mirada enfurecida, supo que había dado en la tecla.