Juicios.

8.9K 1K 320
                                    

Charles paseó por la habitación del hotel con cierto desgano. Tras una larga discusión con Erik, había aceptado asistir a la fiesta aunque eso había implicado también viajar a otro continente en época de corrección de exámenes. "Sólo será un fin de semana" había dicho él, pero Charles comenzaba a arrepentirse de haber aceptado.

Observó con desagrado el traje que Erik le había comprado y caminó hacia la ventana. Quería postergar el tener que usarlo hasta último momento.

Miró a través del vidrio el paisaje, como la gente caminaba apaciblemente por la calle y deseó estar allí, conociendo el lugar, sacando fotos y no encerrado como estaba en una ostentosa suite de hotel. ¿Y si se escabullía un rato? Erik estaba en una reunión y posiblemente no volvería hasta dentro de una hora, tiempo más que de sobra para rondar un poco la zona. Tomó su abrigo, su morral y tras convencerse que no era una mala idea, salió rápidamente.

Caminó entusiasmado por la extensa acera, mirando todo a su alrededor. Fotografió algunos lugares, paisajes. Conversó con algunos locales que le indicaron la ubicación de las atracciones turísticas de las zonas, y disfrutó del paseo con un exultante buen humor. Le encantaba viajar y recorrer y cuando llegó de regreso a la suite aún tenía estampada una sonrisa en la cara. Que por supuesto se borró al ver el semblante severo de Erik.

- Buenas tardes, Charles. ¿Dónde demonios estabas? - El alfa se sirvió una medida de whiskey, sin quitarle la mirada de encima. Ya estaba vestido para la recepción, increíblemente atractivo pensó Charles, pero decidió ignorar eso. También estaba enojado, y necesitaba calmar su temperamento.

- Hola, Erik. Estaba aburrido y decidí recorrer un poco el lugar, iba a volver a tiempo pero bueno... me distraje. - Al ver que el semblante de su esposo se descomponía decidió agregar. - No te preocupes, me cambiaré enseguida y estaré listo. - Le sonrió con inocencia y el alfa dejó escapar un suspiro.

- No puedes salir solo, Charles. Es peligroso, además no podías disfrutar de descansar un poco en el hotel? Me fui sólo por dos horas! - Erik lo regañó, molesto.

- Es aburrido, Erik. Sabes perfectamente lo que pienso de los lugares tan pomposos como éstos! Sólo quería conocer un poco la zona. Agradece que me pondré ese estúpido traje, iré a esa molesta fiesta y fingiré que lo estoy pasando bien! Supongo que es lo único que tiene que importarte! - Charles también estaba furioso ahora y no intentó disimularlo.

Erik lo tomó por los hombros y posó su mirada glaciar en la de su esposo.

- Es sólo una noche, Charles. No estoy pidiéndote más que eso. Podrías dejar tu rabieta de niño rebelde? - Notó como el cuerpo del omega se tensaba e intentaba zafarse de su agarre pero no lo soltó. Él también estaba furioso.

- ¡¿Puedes soltarme?! - Charles bramó con ira. No pensaba responderle, no tenía sentido discutir con un cabeza dura como Erik.

- No, no te soltaré! Eres infantil y no entiendes la gravedad de las cosas. Eres un omega sin marcar Charles, en un lugar que ni siquiera conoces! En tu pequeño pueblito todos se conocen con todos, pero esto no es igual. Es una gran ciudad! Cualquier estúpido podría haberte encontrado distraído y... - Erik enmudeció unos segundos bajo la mirada confundida de Charles y volvió a hablar. - El punto es que no es seguro, si querías salir podrías haberme pedido que te acompañase. Ahora vístete de una vez mientras voy a arreglar un asunto pendiente. Te pasaré a buscar en breve, no vuelvas a irte. - Lo soltó y salió sin esperar respuesta de Charles.

Charles maldijo en voz alta mientras se vestía. Le molestaba en extremo que Erik lo considerase indefenso. Que fuese un omega no significaba que no pudiese cuidarse de si mismo. Y mucho menos que necesitara que lo marquen!

Propiedad Privada (CHERIK - AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora