- Erik, Erik! - La voz de su amigo lo sacó de sus pensamientos.
- ¿Qué? - Respondió de mala gana. Por más que había intentado concentrarse en la reunión con su amigo y mano derecha, su mente había volado una y otra vez hacia Charles.
- Hace dos semanas estas aquí y no puedo hacer que ninguna de tus neuronas trabajen decentemente. Puedes explicarme qué es lo que sucede contigo? - Azazel lo miró con los brazos cruzados.
- Nada. - Erik se puso de pie y caminó hacia el ventanal. La vista era fabulosa desde un piso veinte, pero él extrañaba el paisaje de su pequeño departamento con Charles. Más bien el departamento de Charles. Su mente lo reprendió.
- Así que "nada" te tiene con esa cara de mataron a mi perrito? Vamos, Erik. Te conozco desde hace años. De casualidad ésto tiene que ver con Charles? - Su amigo inquirió sin preámbulos.
- Déjame en paz y volvamos a lo nuestro. - Erik le dedicó la peor de sus miradas y volvió a sentarse frente a su escritorio. Enfocó la vista en sus papeles, obligándose a comprender lo que tenía en frente.
- Erik... no sé que demonios te tiene así, pero no crees que sería mejor si me lo contaras? Vamos, amigo. Mira tu maldita cara, no es normal! - Azazel volvió a insistir.
- Es Charles! - Erik bramó enfurecido. - Es por Charles! Antes de viajar aquí me dijo que me ama, entiendes? - Golpeó el escritorio en señal de frustración. Hacía días que el tema rondaba en su mente.
- ¿Y eso te tiene así? - Azazel enarcó una ceja. - Y qué le dijiste? -
- Un montón de mierda y nada al mismo tiempo! Qué querías que le dijera? Sólo me disculpé y no supe como consolarlo. Soy un idiota! - Se pasó los dedos por el pelo, intentando calmar su inminente jaqueca.
- Mmm... y tú que sientes por él? Es decir, suponiendo que sientas algo... - Azazel lo miró con un brillo divertido que su amigo no divisó.
- Yo... no lo sé. No voy a negar que me importa, ya sabes él es especial. Es imposible que alguien como Charles pueda resultar indiferente. Pero no creo estar enamorado de él, y además... ni siquiera sé como mierda se siente estar enamorado, Azazel! - Erik miró a su amigo con cierta desesperación y él ocultó una sonrisa.
- No lo sentí en carne propia, pero se supone que simplemente lo sabes! ¿Estás seguro que tú no lo estás? - Se sentó en la silla frente a su jefe, mirándolo con curiosidad.
- No! No lo sé... pero aún así no quiero que Charles sufra. Es la segunda vez que lo lastimo y él se merece lo mejor. Y sabes perfectamente que yo no soy lo mejor para nadie, ni siquiera puedo entender porque dice que me ama. - Erik suspiró frustrado.
- No dudes sobre sus argumentos, si él dice que te ama es probable que sea cierto. Y sólo él sabrá que demonios te vio... - Azazel se encogió de hombros, riendo.
- Esto no es gracioso! - Lo reprendió, molesto. - No sé que haré, me pidió distancia y se la dí. Vine aquí a trabajar para darle su espacio, pero qué haré de aquí en más? - El alfa posó la vista en las hojas como si ellas tuvieran la respuesta a todos sus interrogantes.
- Mira... por empezar deberías definir que quieres tú. Porque tal vez si no estás aún enamorado, podrías estarlo en breve y si ya sientes algo por Charles él tal vez te daría la oportunidad de seguir intentando. - Azazel emitió seriamente.
- Jamás haría eso. Charles se merece que lo amen a tiempo completo, y que lo valoren tal cual es. Él no necesita esforzarse para enamorar a alguien, él lo hace y ya! Entiendes? - Erik soltó con una pasión que hizo sorprender a su amigo.
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Propiedad Privada (CHERIK - AU)
FanfictionCharles es un omega que está decidido a alejarse definitivamente de su legado familiar, pero su plan de invertir su herencia en algo propio se ve interrumpido por un contrato firmado por su padre que le impide disponer de su dinero hasta que se haya...