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El auto se detiene fuera de la casa de Martha, miro fijamente su casa y una gran sonrisa se forma en mi rostro.

—¡Vamos chicos, bajen! —añade Isabel, emocionada.

Tony y yo bajamos del auto, me acerco a la puerta lentamente y la toco dos veces, segundos tan sólo después, Martha aparece frente a nosotros.

—¡Daniel! —menciona Martha sonriendo.

—¡Martha! —agrego evitando reír.

Martha nos indica que entremos, doy un vistazo por todo el lugar, no logro ver a Carlos por ninguna parte.

—Tomen asiento, la comida esta casi lista —sonríe Martha.

Veo que Tony toma asiento en el sofá, Martha se dispone a ir a la cocina y veo que Isabel trata de alcanzarla.

—¡Yo puedo ayudarte Martha! —grita Isabel entrando a la cocina.

Tony y yo nos miramos entre sí, luego yo decido ir a la habitación de Carlos, camino por el pasillo y veo la puerta de su habitación.

Coloco mi oreja junto a la puerta, para ver si logro escuchar algo proveniente del interior.

—Tengo miedo Carlos —escucho la voz de Isaac.

—¿Por qué Isaac?, ¿Por Progenito? —Carlos le pregunta.

—Si, él vendrá hoy y estoy seguro que intentará algo contra nosotros, tengo mucho miedo, creo que no me quedaré a la cena —la voz de Isaac esta vez se escucha entrecortada.

—Él no hará nada, yo tengo algo planeado contra él, él no hará nada —escucho que Carlos ríe.

Respiro hondo y abro la puerta de golpe, y los veo, Carlos recostado en la cama e Isaac en una silla junto a él.

—¿Qué traman contra mí, estúpidos? —les grito enojado.

Isaac rápido se pone de pie y corre a ponerse detrás de Carlos, en cambio Carlos se pone de pie y camina hasta mí.

—Yo no te tengo miedo Progenito, y si, planeamos algo contra ti, pero aquí entre nosotros, es un secreto —Carlos comienza a reír.

Respiro hondo, ya que comienza a enfadarme, escucho las risas de Carlos, cierro mis puños y le doy un fuerte golpe en el rostro, que ocasiona que caiga al suelo de golpe.

—¡Carlos!, ¿Estás bien? —pregunta Isaac, ayudándolo a levantarse.

—Si Isaac, estoy bien —menciona Carlos tomando asiento en la cama.

Me acerco a ellos en pasos lentos, una sonrisa marca mi rostro, mientras coloco mis manos alrededor del cuello de Carlos.

—¡Deja lo que planeas, no quisiera que Daniel se quedara sin hermano! —le digo enojado.

Suelto su cuello y camino a la puerta, estoy por salir, pero volteo a verlos de nuevo.

—Isaac, tampoco me gustaría que tú te quedarás sin amigo —río un poco y salgo de la habitación.

Camino hasta la sala, tan grande es mi sorpresa al ver a los amigos de Tony y Daniel sentados sobre el sofá.

—¡Chicos!, ¿Qué hacen aquí? —les preguntó confundido.

—Martha nos invitó a cenar, dijo que era una cena por tu cumpleaños —Pablo dice emocionado.

—Mis padres no dudaron ni un segundo en dejarme venir —añade Omar sonriendo.

No mires bajo tu cama 3 - Posesión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora