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Narra Carlos.

Veo que Daniel y Tony suben al auto de Isabel, respiro hondo y salgo de la escuela, veo que la enfermera Kinney entra, ya imagino a que viene.

—¿Usted ayudará a Isaac? —le pregunto angustiado.

—Si Carlos, tu amigo está en buenas manos —me responde la enfermera sonriendo.

Fijo mi mirada en ella, quien se aleja hasta llegar a la enfermería, donde se encuentra con la directora y maestra de Daniel, desde que Progenito asesinó a la enfermera escolar, nadie ha querido trabajar allí.

—¡Por acá Carlos! —grita él sacerdote Ted desde su auto.

Corro hasta él y subo, él me observa con angustia, por el espejo retrovisor.

—¿Seguro que quieres hacerlo solo? —me pregunta el sacerdote.

—Si, tranquilo, estaré bien —le digo sonriendo.

El asiente con la cabeza, mientras comienza a conducir el auto, pues él me dejará fuera de la casa de Isabel, respiro hondo e intento tranquilizarme.

***
Narra Progenito.

Camino de un lado a otro en mi habitación, tengo que idear un plan para que Tony e Isabel salgan de casa, ellos no pueden estar aquí cuando Carlos llegue.

—¿Qué puedo hacer? —me pregunto a mí mismo.

Salgo de mi habitación, bajo las escaleras y veo a Isabel buscando sus llaves del auto.

—¿A dónde vas? —le pregunto angustiado.

—La enfermera Kinney me ha llamado, quiere hablar conmigo —menciona Isabel caminando a la puerta.

Rápido corro hasta ella e impido que abra la puerta, pues tiene que llevarse a Tony también.

—¿Qué pasa Daniel?

—Deberías llevar a Tony, hace rato lo escuche toser, no quiero que se enferme —añado fingiendo angustia.

Isabel me mira por algunos segundos, por un momento creo que no va a aceptar, hasta que asiente con la cabeza y camina a las escaleras.

—¡Tony ven! —grita ella, fuertemente.

—¡Ya voy mamá! —grita Tony.

Lo veo salir de su habitación, caminar hacia acá y llegar hasta Isabel, en ese justo momento, Tony comienza a toser un poco.

Vaya, vaya, parece que todos están a favor de mí, una sonrisa se dibuja en mi rostro, mientras Isabel le coloca un suéter a Tony, después los dos salen de la casa, dejándome solo.

Rápido fijo mi mirada en la escalera, sé que está escalera no es igual a la de la casa Foster, pero logro recordar cuando lance a Flor por las escaleras, también cuando lance a Jack por el barandal.

Subo las escaleras de prisa, entro a mi habitación y camino hacia la ventana, ese recuerdo de mí, lanzando a Sam por la ventana, llega a mi mente. Camino lentamente a la ventana, veo que un auto se detiene justo fuera de mi hogar, de él sale Carlos, puedo ver que el sacerdote Ted conduce.

Carlos camina hacia la puerta de mi hogar, rápido corro fuera de mi habitación y me detengo a mitad de escaleras. Escucho que comienza a tocar la puerta, así que, con un simple movimiento, la puerta se abre.

—¿Isabel? —escucho que Carlos comenta.

—¡Carlos, te estaba esperando! —le digo sonriendo.

—¿Progenito?, ¿Dónde está Isabel? —me pregunta Carlos.

Carlos da unos pequeños pasos hacia delante, ideales para yo poder cerrar la puerta de golpe, no quisiera que Carlos se escape.

No mires bajo tu cama 3 - Posesión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora