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Narra Progenito.

Fijo mi mirada en Isabel, quien entra a mi habitación y camina a abrir las cortinas de la ventana, por la cual entra demasiada luz.

—¿Qué haces? —pregunto poniéndome de pie.

—Es hora de levantarse Daniel, vamos, baja a desayunar —menciona Isabel, para luego salir de mi habitación.

Camino hacia la ventana, miro por ella y logro ver a algunas personas caminar por la calle.

Una gran sonrisa se dibuja en mi rostro y camino hacia la puerta, salgo de ella y bajo por las escaleras.

—¡Quiero dormir más! —escucho la voz de Tony.

Sonrió un poco y entro a la cocina, tomo asiento en la mesa y fijo mi mirada en mi plato.

—He preparado Hot Cake para el desayuno, disfruta Daniel —añade Isabel sonriendo.

Comienzo a comer, segundos después Tony entra a la cocina y toma asiento junto a mí.

—Vamos desayunen, no quiero que se les haga tarde para la escuela —menciona Isabel un poco enojada.

***
Narra Carlos.

El auto de Martha se detiene fuera de la escuela, miró a Martha fijamente por algunos segundos.

—¿Pasa algo? —pregunta Martha confundida.

—No, es sólo que te quiero mucho, ¿Sabes? —me acerco un poco a ella y le doy un fuerte abrazo.

—Lo se Carlos, anda baja que se te hace tarde —sonríe Martha, señalando la escuela.

—Adiós, nos vemos luego —le digo y bajo del auto.

Respiro hondo y camino hacia la puerta principal, como es costumbre la directora y la maestra de Daniel se encuentran dando la bienvenida a la escuela.

Abro los ojos del asombro al ver a la enfermera Kinney y Jazmín en la dirección.

—¿Ustedes?, ¿Qué hacen aquí? —les pregunto, mientras me acerco a ellas.

—¡Hola Carlos! Hemos venido a traer a Milena, no quiso venir con su madre, así que aquí estamos nosotras —menciona la enfermera Kinney sonriendo.

—¿Qué?, ¿Milena está aquí?

Jazmín y la enfermera Kinney asienten con la cabeza y señalan a Milena, quien entra a un salón de clases.

—Nos vemos luego —les digo y me alejo.

Camino a paso veloz hacia el salón de Milena, al verme, ella rápido se levanta de su asiento y camina hacia mí.

—¡Carlos, que gusto verte! —menciona ella dándome un abrazo.

—El gusto es mío Milena, venía a verte para decirte que no le digas a Daniel que estuve en el centro de rehabilitación, ¿Podrías hacerlo?

—Claro Carlos, no le diré nada —susurra ella, para luego alejarse a su lugar.

Yo sonrió y doy media vuelta, comienzo a caminar en dirección a Isaac.

—Hola —le digo sonriendo.

Él me señala hacia la puerta, por la cual se encuentra Tony y Daniel entrando. Respiro hondo y nos disponemos a alejar de él.

***
Narra Progenito.

Observo con odio a Carlos e Isaac que se alejan rápidamente de mí, respiro hondo y fijo mi mirada en la enfermera Kinney y Jazmín que se acercan a nosotros.

No mires bajo tu cama 3 - Posesión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora