Capítulo 25: Jungkook Oppa

1K 98 43
                                    

- ¿Y si te doy tiempo para pensarlo? - me pregunto Jin como último recurso

- ¿Pensar en que?

- Hagamos un trato. - me acomode mejor en mi sitio para oírlo con atención - ¿De España vuelves el 25 verdad? - asenti - Pues ese día me podrías dar una respuesta. Allí no estás conmigo y quizás si me echas de menos, cambias de opinión. Aunque si tu respuesta sigue siendo un no ese día, la respetare.

Sin darme si quiera ni cuenta ya estábamos sellando nuestra promesa. ¿Quizás esperar tanto tiempo me iba a hacer cambiar de idea? Oh, dios mio, definitivamente me iba a volver loca.

- Quiero añadir algo más - dije con rapidez - Sea lo que sea que pase, nuestra amistad jamás se romperá y nada de lo que ocurra afectará ni a los chicos ni a tu trabajo.

- ¿Por qué te preocupa tanto mi trabajo? ¿Es eso lo que te frena para decir sí? - negué

- Es una de las muchas, pero la lista es larga - bromee

- Pues me gustaría recibir una copia de esa lista - también bromeó

Él me sonrió y yo imite su gesto. Nos quedamos por un par de segundos mirándonos el uno al otro, y yo seguía preguntándome que vio en mí y por qué yo había sido tan tonta de enamorarme de él.

- De verdad que te gustó - afirmó con picardia

Sus palabras provocaron que mis mejillas de tornarán de un color carmesí. Tape mi cara con mis manos y me escondí entre en mis pies.

- No digas esas cosas - me queje

Note un tirón de mi brazo que hizo que cayera hacia delante entre sus brazos. Ahora se me podría considerar un tomate viviente.
Mi corazón latía como un caballo desbocado y me quería quedar ahí para siempre.

- Mi pequeña... - susurro para después besar la parte de arriba de mi cabeza

- Esto es jugar sucio - hice puchero pegada a su pecho

- ¿Por que?

Porque vas a hacer que me enamore más de ti, idiota, y no voy a ser capaz de resistirme.

Me levante de la cama ignorando su pregunta dispuesta a darme una ducha, pero su mano otra vez freno.

- ¿Ahora a donde vas? - me pregunto desconcertado

- Me voy a ducharme, ¿acaso no puedo? - le ofrecí una sonrisa pícara, al igual que él había hecho.

- ¿Puedo ir contigo?

Si esto hubieran sido dibujos animados mi mandíbula habría caído al suelo. De cualquier respuesta que me esperaba de Jin esta era la que menos.

- SeokJin, te vas a tener que dejar de juntar con NamJoon - le regañe, pero a la vez me reí.

Le lance una última mirada y salí con mi ropa de muda al pasillo para luego meterme en el baño.

Por una extraña razón me sentía bien, como si tuviera esperanzas de tener una relación con Jin, pero tenía que olvidarme de eso por todos los medios. Mi prioridad era olvidarme de SeokJin durante esta Navidad, y la única oportunidad que tendría sería en España; sino lo conseguía, definitivamente no sería capaz nunca más de hacerlo.

Me mire en el espejo y mis mejillas seguían sonrojadas. Desde el exterior este era el efecto de SeokJin dentro de mi, pero desde el interior era como tener un zoológico viviendo allí dentro, despertando sentimientos que jamás creí que podría experimentar. Pero, joder se sentía tan bien

- Tienes que controlarte, Sam - me dije a mi reflejo del cristal.

Por una vez desde de no se cuantos años sonreí a mi reflejo, demostrando una sonrisa radiante. Parecerá una tontería, pero cuando una luz ilumina tu vida, te hace cambiar y ver las cosas de otra manera, incluso a empezar a quererte un poco a ti mismo.

SAVE ME [Jin Y Tu] {BTS} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora