Capítulo 48: No Es Tan Fácil

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Lo primero que hice al siguiente día después de salir de clase fue ir a ver a Sunny. Me había prometido a mí misma ir a verla y no la había ido a visitar a su tumba desde mucho antes de irme de Corea.

Llegué a aquel gran campo lleno de lápidas haciéndose un nudo en mi garganta. A pesar de los años, aún recordaba donde había sido enterrada Sunny. Después de un largo paseo di con el lugar.

- Hola, Sunny - saludé a mi amiga, como si la tuviera delante mía - Ha pasado un largo tiempo

Me agache y coloque la rosa que había comprado en el florero que se encontraba allí. Ojalá pudiera ver a Sunny de verdad y no una lápida de piedra. Me pregunto en qué habrían cambiado las cosas si aún estuviera ella aquí, quizás todo hubiera sido más fácil, quizás era el apoyo que necesitaba en aquel momento.

- ¿Has estado bien? - espere una respuesta, pero obviamente no hubo - Yo te he echado mucho de menos - admiti - Seguro que ahora mismo me estarías maldiciendo por no haberte venido a visitar antes - me reí - pero seguramente si me has visto desde arriba no me hará falta darte ninguna explicación. Bueno, nunca me hizo falta dartela, tú siempre sabías cuando estaba mal y cuando necesitaba ayuda o un hombro donde llorar.

>> En este momento te necesito de verdad. No sé que hacer con mis sentimientos, ya he probado de todo y nada funciona, tampoco puedo ir corriendo a Jin diciéndole que aún sigo enamorada de él. ¡Encima tiene novia! ¿Y sabes lo peor de todo? Que es guapa y todo lo que hay sobre ella en Internet es bueno. Es lo que Jin se merecía, lo que siempre se mereció.

¿Sabes todas esas conversaciones que tuve con mi hermano y también con Suga? ¡Pues no valió para nada! ¿Salir con Jin? ¿Que todos íbamos a ser felices? Menuda gilipollez. Yo he acabado con un tío que ni quiero y todo porque me recuerda a Jin. Lo único bueno es que Jin a encontrado a alguien que le hace feliz.

- ¿Y como sabes que es feliz? - me hablo una voz en mi oído

¡Oh, por Dios! Del susto pegué un grito y por casi salgo corriendo de allí, pero al darme la vuelta fue mayor mi sorpresa.

- ¿YooSe? - pregunte asombrada, como si de un verdadero fantasma se tratara

- Hola, Sam - me saludó tímido con su mano

- ¡Hola! ¿Que tal? - dije más animada a la vez que me inclinaba hacia delante.

- Bastante bien, hacía años que no sabía de ti. Creí que te había pasado algo malo.

- No, lo que pasa es que me mudé a Madrid.

- ¿España?

No, Afganistán.

- Sí, sí - le afirme a esa pregunta estúpida

- ¿Y eso?

- Estoy estudiando. Ahora he vuelto a Corea porque estoy estudiando unos meses aquí y luego me vuelvo.

- Vaya, que bien

- Oye, una pregunta. De lo que escuchaste... - que vergüenza si se ha enterado de toda la conversación que estaba teniendo con Sunny.

- Oh, sí, bueno sinceramente sí escuche. Yo hago lo mismo también cuando estoy mal. Suelo venir muy a menudo a ver a Sunny. Me ayuda a aclarar las ideas y es como si aún no se hubiera ido.

No era de extrañar que YooSe echara de menos a su propia hermana, más aún cuando no pudo despedir de ella de la manera adecuada. Era muy notable lo mucho que se querían ellos dos y lo bien que se llevaban.

- Yo es que después de no haberla visto en tanto tiempo, ya tenía ganas de visitarla - sonreí tristemente a la vez que miraba a la lápida

- ¿Te parece si vamos a tomar un café? - preguntó de repente sacandome de mis pensamientos.

SAVE ME [Jin Y Tu] {BTS} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora