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Thinking out loud

Pasamos todo el día arreglando el departamento y por fin había quedado, incluso estaba mucho mejor que antes. Shawn terminaba los últimos detalles sobre una escalera pintando. Yo estaba sentada en el sofá, no podía dejar de mirarlo, incluso a espaldas era bello, él estaba relajado disfrutando lo que hacía, ni siquiera había notado que yo lo veía.
Shawn Mendes era la pieza de arte más hermosa que en mi vida había podido tocar.

Una vez que él está frente a ti no puedes ponerle atención a nada más, él pasa a serlo todo en la habitación, todo lo demás, lo que alguna vez te preocupo o llego a dolerte, quedaba totalmente en el olvido.
Muchos dicen que tu vida no puede tornar alrededor de alguien porque tarde o temprano terminarías dañándote, para mi, en ese momento, no lo era así. Lejos de dañarme él me había salvado la vida antes de conocerlo tal y como lo ha hecho ahora.
Shawn se estaba convirtiendo en todo lo que yo quería, definitivamente mi vida iba a tornar alrededor de él ¿y quién no lo querría?
Honestamente no me importa que mi vida, mi mente, mis ideas, mi alma y todo lo relacionado a mi torne alrededor de él.
Él estaba haciéndome feliz, sin siquiera ser nada, sin siquiera ser más que simples vecinos.
Honestamente no me importaría que este hombre me rompiera el corazón.
Sí Shawn rompiera mi corazón, sería el arte más hermoso y puro que jamás habría logrado apreciar.

Al parecer se dio cuenta que dejé de realizar ruido alguno. Comenzó a tararear la canción que cantaba la noche anterior. Yo no podía de parar de sonreír. Tardó unos cuantos minutos ignorándome, quizás lo hacía para que yo tratara de iniciar una conversación, pero yo estaba realmente encantada con el silencio que había entre nosotros. Se bajó de la escalera tomando una botella de agua.
- ¿Parece qué ya quedó no? Se acercó a mí admirando lo que acaba de realizar, yo estaba sentada en el tapete que quedaba debajo del sofá.
- Me encanta como ha quedado, está muchísimo mejor que antes.
- Bien, me ha encantado diseñar tu apartamento. Contestó orgulloso. Se quedó admirando alrededor.
- Raul son casi las 6 de la tarde ¿no tienes hambre?
- Ni siquiera lo recordaba. Sacó su móvil y vio la hora.
- ¿Quieres sushi?
Abrió los ojos debido a la sorpresa.
- Estaría genial.
- Bien, puedo llamar para que traigan uno.
Me vio arqueando una ceja. - Si Shawn, puedo pagar nuestra comida, ese pequeño lujo si me lo puedo permitir.
- Vale. Se comenzó a carcajear.- No me refería a esto. Confesó.

Fui a tomar mi móvil y ordené una enorme charola de sushi, Shawn adora el sushi y yo, probablemente tardaríamos horas comiendo. Regresé y él estaba sentado sobre el sofá descansando. Amaba sus pantalones de buzo.
- Bien, en un rato llegará, aproximadamente unos 15 o 20 minutos.
- Eso si que es rápido.
Asentí.
Él guardo silencio por un momento, como que quería decir algo pero no encontraba las palabras, yo igual que él estaba apenada. Apenas podíamos vernos directamente, probablemente fue por el beso.
- Y tú, bueno ¿qué hay de ti y tú vida allá en México?
- Mi vida en México ha terminado, supongo. Hice una mueca y me puse melancólica.
- ¿Y tú familia?
- Bien, bueno si es por ese lado, los tengo a ellos que son parte de mi vida, pero si me vuelvo egoísta y me refiero solo a mí y mi vida, definitivamente en México ya no queda nada de ella. Recordé a mi ex. Sentí un duro hueco, pero lo ignoré.
Eres fuerte, me mencionaba a mí misma en mi cabeza para evitar caer en lo mismo. - Lo único que tengo es a mi familia y amigos, no puedo decir que son mi vida porque mírame, he sigo egoísta y he venido hasta acá sin importar lo que ellos opinaran, más bien solo son parte de ella.
Él me veía con tanta atención. Y en ocasiones sonreía a lo que yo le decía.
- Me gusta como hablas, es decir, me gustaría pensar como tú y tomar ese "egoísmo" que dices tener para con tu familia y amigos  y poder tener separados esos conceptos como tú.
- No te entiendo. Lo miré desconcertada.
- Es fácil lo que dices y está bien, el hecho de que tu vida y quienes son parte de ella los tengas bien claros, ojalá yo pudiera mantener ese tipo de control, podría tomar decisiones sin culpa y haría realmente lo que quiero para mi vida, sin pensar en si a mis padres, mis amigos o mis fans estarán de acuerdo. Es cierto necesito ese concepto de "mi vida" en la mía. Soltó una risita.
- Creo que te entiendo, aunque en si, tú la tienes mucho más complicada. Tú eres importante y yo no soy nadie.
- Eso no deja de hacerte humana. Habló seriamente.- Ni a ti ni a mi, tú necesitas "tu propio espacio personal para tu vida personal". Señaló.- Yo también y es difícil hacer que las personas lo entiendan. Por un lado estoy 100 % comprometido con ellos, sin ellos no soy nada, pero una parte de mi también necesita su propia vida. La gente debe de entender qué hay vida más allá de un escenario.
- Tienes razón. Le dije.
- Aún así, yo amo lo que hago. Me sonrió.

¡Uf mi amor! Yo también amo todo lo que haces. Pensé.
- ¿Entonces sólo tus amigos y familia forman parte de tu vida? Preguntó curioso.
¿A dónde quieres llegar Mendes? Me pregunté.
- Definitivamente, mi vida en México fue buena, pero ha terminado.
Me dolía usar la palabra "terminar" claramente la usaba y me recordaba a mi ex.
- ¿Terminado? Me dijo curioso.
(Mendes lastímame con lo que quieras menos mencionándome esa palabra o haciéndome hablar de mi doloroso pasado, por fa. Me repetía en mis adentros)
Me contenía para no mostrar que me dolía hablar de eso o algo así.
- Así es, en México no tengo nada que me detenga a estar aquí, todo lo demás es externo, por eso decidí separar los conceptos de " mi vida" y lo que "está en ella". Debí hacer un montón de cosas para permitirme este cambio, realmente lo necesitaba.
Él me miró a los ojos. Hizo una mueca. Al parecer el tenía una ligera sospecha de la razón por la que había decidido ese cambio. Probablemente Aaliyah le habría soplado algo.
- Algo grande debió ocurrir para esto ¿cómo te sientes?
Lo miré suplicante (por favor Mendes no toques ese tema, lo he dejado atrás) . Agaché la mirada tal vez mi llanto podría aparecer en cualquier momento.
- ¿Te han hecho daño? Levantó mi mirada, yo tenía los ojos rojos, era inevitable. La situación lo ameritaba.
No dije una sola palabra. Shawn me tomó entre sus brazos y me abrazó fuertemente, de no ser porque me hacía sentir viva lo habría apartado, casi lastimaba mi cuello.
No pude evitar y mis lágrimas recorrieron mis mejillas. - Tranquila, yo estoy aquí. Me susurraba al oído.
No lloraba tanto por el hecho de mi ex, sino por cómo Shawn tomaba el tema, sus palabras "¿cómo te sientes?" Era algo que hace mucho tiempo necesitaba escuchar.

Sí Shawn te pregunta ¿cómo te sientes? Cargando todo el peso que yo cargaba en ese momento es obvio que te vas a echar a llorar como loca.
Recordé absolutamente todo, desde el momento en que mi ex me cortó y caí en meses de depresión, recordé como su música me había aliviad, la fuerza que él había creado en mi para tomar esa decisión tan importante de alejarme de mi familia, todo absolutamente todo lo recordé y el hecho de estar frente a él escuchando lo que desde hace tiempo necesitaba oír, me hacía fuerte, inconscientemente y por alguna razón su música y él influyeron sobre mi para este cambio, después de todo ahora estaba ahí entre sus brazos. El destino me había llevado hasta ahí. Después de todo, tanto dolor valía la pena.
No me importa cuanto dolor era, Shawn era la cura a todo.

Lo abracé con fuerza.