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Nobody knows the weight that in her shoulders sand

- Cariño, cariño.. Sentía como me tambaleaban de un lado a otro.
A duras penas pude abrir mis ojos para percatar lo que sucedía.
- Hemos llegado, ya es de día, necesitamos arreglarnos. Sonreía el hombre que me tenía loca.
- ¿Qué? Creí que seguíamos en el jet.
- Llegamos casi al amanecer pero ya es suficiente, has dormido lo necesario.

Eché un vistazo a la habitación, estábamos en un enorme cuarto de hotel, justo frente a mi cama había un enorme perchero con vestidos y accesorios que probablemente serían los que usaría esa tarde.
Lo primero que cruzó por mi mente fue la plática que Andrew y yo habíamos tenido en el jet, pero estaba tan agotada que casi podría jurar que solo fue un sueño.
Shawn me habría dicho algo al respecto, estoy segura, solo fue un sueño,si, así es. Me decía en mis adentros.
- No sentí que entráramos al hotel. Le respondí con pena.
- No pensaba despertarte así que te traje hasta aquí, prometí que sería algo no tan pesado y el viaje a resultado todo lo contrario.
- Descuida, todo esto que hacen es por ti y es genial, no te sentí en toda la noche.
- Reservaron habitaciones separadas, se lo había comentado a Andrew pero seguramente su asistente no sabe.
Automáticamente recordé la manera en que Andrew se había comportado conmigo pero yo aún estaba entre el dilema si habría sido un sueño o no, aún así esto de las habitaciones deja de que hablar, algunos del equipo compartieron habitaciones a excepción de Shawn y yo.
Me quedé ida en mis pensamientos imaginándome todas las posibles historias.
- Cariño ¿estás bien? Estás algo perdida.
- Lo siento, me perdí, pensaba en todo lo que me perdí del camino. Mentía y lo hacía terriblemente mal.
- Se que estás cansada pero debemos reunirnos para desayunar, ahí nos organizarán para tener los tiempos de lo que haremos hoy.
- ¿Debo vestir formal?
- Tranquila solo es un desayuno, yo diría que bajemos en pijamas, la mayoría lo hará.
- Entonces, estoy lista.

Me até un moño como pude y me puse las pantuflas cortesía del hotel ¿cómo terminé en pijamas? Viviré con esa duda.
Shawn me tomó de la mano y caminamos al elevador, él también vestía pijamas, roja con negro, el color le sentaba tan bien que contrastaba con sus rulos.
Entramos a una habitación que daba al aire libre, llena de arbustos y bambúes que daban un toque fresco al lugar, allí en una enorme mesa se encontraba todo el equipo.
- ¡Si no se apuran lo único que se llevarán serán los platos de la mesa! Nos hacían bulla a excepción de Andrew y su asistente quienes estaban pegados a sus teléfonos.
Nos invitaron a sentarnos y había tres lugares de sobra, antes de que Shawn me cediera el asiento Andrew interrumpió.
- ¿Priss te importaría sentarte del otro lado?necesito hablar con el chico. Se interpuso entre nosotros enviándome hasta el otro lado de la mesa donde Geoff se encontraba y me recibía entre bullas.
Shawn observó a Andrew con desaprobación.
- Creí que no debía aprenderme de memoria los formatos. Replicó.
- Peter, estás trabajando, no necesitas más distracciones.
Shawn lanzó una mueca a Andrew.
Algo se traían esos dos, no me quería cerca de Shawn y el mismo Mendes lo estaba notando.
- Necesito presentarte a alguien. Dijo Andrew a Shawn tratando remediar la situación, soltándole una risita.
Shawn con su cara de pocos amigos lo observó fijamente sin decir una sola palabra.
De pronto entra una mujer a la habitación, de edad bastante distinta a todos los del grupo, llevaba el cabello corto y vestía de una manera extravagante pero le sentaba bien para su edad, probablemente unos 50 años pero bien conservados.
- Ella es Ellie, será la asesora de moda de Priss y algo así como su asistente, solo por esta noche, fue lo único que conseguimos.
Shawn recuperó un poco su cara y soltó una sonrisa, volteando a verme sonriendo en calidad de aprobación a la obra de Andrew.

Terminando el desayuno después de organizar todo fue momento de subir a prepararnos para acompañar a Shawn en las entrevistas, Ellie no estaba, iría a organizar a los maquillistas para más tarde, Shawn no estaba conmigo, Andrew hacía todo lo posible por estar cerca de él y mantenerlo ocupado.
Geoff tocó a mi puerta.
- Hola. Le abrí.
- ¿Crees que no pensé en organizar todo? Me decía orgulloso.
- ¿A qué te refieres? Respondí desconcertada.
- Mira esto, no me lo agradezcas, digamos que soy... brillante. Me decía entre risillas mientras me entregaba un gafete.
El gafete se refería a mi como organizadora del equipo y asistente de Geoff.
- Genial, gracias. Le sonreí.
- Descuida, así mantendremos a la prensa en nuestras manos, sé como se maneja esto.
- Mientras Lauren o alguna de ellas se entere de esto, supongo que estará bien.
- Formaremos parte de las entrevistas al final, solo pretende ser mi asistente, yo te apoyaré y no tienes de que preocuparte.
- Supongo que suena fácil.
- Shawn está de acuerdo, además fingir es sencillo, como cuando intentas ocultar que tu y Andrew no se llevan del todo bien.
- ¡Geoff! ¿Cómo te atreves? Dije entre risas.
- No es nada relevante, Andrew cuida a su muchacho, es quien también le da de comer, Shawn nos da de comer y nosotros a él.
- No me cae mal, al contrario lo admiro mucho pero no entiendo su cambio conmigo.
- Andrew es extraño y como ya te dije, debe de cuidar lo que le da de comer.
- Si, supongo.
- Ya se le pasará, tu tranquila "asistente" me reprimió entre risas.
- ¿Así que yo solo te traigo el café?
- No sólo el mío, también el de Shawn. Soltó una carcajada. - Tu te encargas de mediar entre las agendas de los miembros del equipo para cuando hay que reunirse, tu sabes, asegurar que todos estén en dónde se les requiera.
- Bien, fácil.
- Bien, tráeme un café de Starbucks para las 3 de la tarde. Se despedía entre risas.
- Vale, ahí lo tendré.
Al menos me quitaba un peso de encima, era mejor que me involucraran con Shawn como alguien de su equipo con una relación única y meramente profesional, así me sentía más segura y lista para asistir a las entrevistas.

Minutos después Ellie llegó a la habitación mostrándome un formato semejante al que leía Shawn.
- Estos son más importantes que los 10 mandamientos. Me decía alegre.
- ¿Qué son?
- Son reglas de oro, las envía Shawn y Geoff, síguelas y estás dentro.
- Genial.
- No te las aprendas, pero son de buena ayuda, cuando aparezcas en público cualquier cosa puede pasar, debes de lucir muy profesional ante cualquier ocasión.
Abrí el contenido y eran las miles de respuestas que NO debía nombrar si quería ganarle a la prensa y el tipo de acciones que debía realizar en público.
Ellie comenzó su trabajo y me ayudaba a hacer combinaciones con la ropa y el maquillaje que debía llevar.
Ya podía sentir la presión de estar en ese tipo de eventos pero otra parte de mí estaba gritando emocionada.