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So you leave tomorrow

Llegó la mañana, todo era calma y plenitud, los brazos de aquel hombre me resultaban perfectamente acogedores, parecía como si hubieran sido formados milimétricamente para mi.
Desperté y todo era calma, el dolor, la angustia o el miedo que antes había sentido, esta mañana se ha esfumado. No había pena, nada dolía, nada de lo que antes me había herido podía hacerme daño en los brazos de ese hombre. Contemplé la preciosa cara de Shawn, sus mejillas enrojecidas, sus bellísimos rulos inmóviles sobre su frente mientras dormía como un pequeño, despreocupado, frágil y hermoso ¿cómo alguien puede tener genes tan preciosos?
Ver a Shawn me dolía, pero no era un dolor malo, era un enorme y constante sentir en el pecho, cada que lo veía mi corazón chispeaba, mis mejillas sonrojaban, mis sentidos se alteraban, no hay duda, yo amo a Shawn.

- Hola cariño. Me sorprendió cuando de pronto abrió sus ojos del profundo sueño en el que se encontraba.
- ¿Cómo estás cielo? Me apenaba hablarle así, jamás fui tan cursi o romántica pero Mendes definitivamente hacía que todo eso me invadiera.
- He dormido como nunca ¿cómo estás tú? Me besó la frente tan dulcemente como solo él lo sabía hacer.
Me estremecía cualquier contacto con su piel, la cual ya no me era un hito.
- He dormido bien. Le sonreí. - ¿Tienes algún plan para hoy?
- No lo creo Priss, hoy podemos hacer cualquier cosa que tú quieras, mañana debo reunirme con los chicos, antes de que se vayan.
- Bueno, va a ser navidad en un par de días, quisiera salir a hacer unas compras. Le propuse.
- Suena bien, quiero hacerles llegar a Aaliyah y a mi madre un regalo y a mi padre, pero me temo cariño, que las compras tendrán que ser un poco más privadas.
- ¿Privadas? No sabía a qué se refería.
- Si, tenemos que evitar, ya sabes, los medios.
- No hay problema Shawn, nos escabulliremos y nadie lo notará.
- Vale cariño.
Nos levantamos de la cama y nos dirigimos a la cocina, después del desayuno y de un buen rato nos acercamos a la terraza a pasar el rato.
- Shawn, necesito ir a mi apartamento, quiero echar un vistazo.
- Por supuesto ¿necesitas algo? Podemos ir a limpiarlo y no sé más tarde podríamos hacer algo más. Me tiró una mirada algo intensa.
- Quiero poner algo de ambiente en el.
- ¿Algo navideño?
- Así es, necesito sentirme un poco más en casa. Suspiré.
- ¿Extrañas mucho estar ahí?
- Como no tienes idea, extraño a mi madre, a mis amigos...
Por un momento recordé que pronto tendría que elegir el lugar para tomar mi curso de la universidad ¿debería mencionarle a Shawn que planeo volver a México? Probablemente no, lo más seguro es que después de la noche anterior, más que nunca deseaba quedarme en Canadá con todas mis fuerzas.
- Pronto irás a verlos, te lo prometo. Me calmó. - Incluso, si me lo permites, me gustaría acompañarte Priss.
Sonreí al escuchar sus palabras.
- ¿Esto es en serio Shawn?
- Claro, después de la reunión de mañana, oficialmente empiezan las vacaciones para el equipo y para mi, podemos viajar a México la semana que viene si así lo deseas.
Me abalancé contra él, sus palabras me hacían muy feliz, deseaba con ansias volver a ver a mi familia.
- Muchas gracias. Decía a Shawn entre lloriqueos.
- Prometo arreglar todos mis asuntos esta semana, no pasarás navidad con ellos pero quizás si el Año Nuevo.
- Shawn pero ¿qué hay de tu familia? Creí que te reunirías con ellos.
- Mi madre me dijo que no te dejara sola y más que hacerle caso a ella lo hago porque no quiero hacerlo, ademas también es por tu seguridad.
Lo abracé y él sonreía de oreja a oreja.
- Daría lo que fuera por verte siempre así Priss.
- No necesitas dar nada Shawn, lo tengo todo.
- Te quiero.
- Te quiero Shawn.

Sus besos calmaban mi alma y hacían que me inundara de paz.
- Necesito de tu ayuda, quiero que mi departamento también tenga un ambiente navideño. Jugueteó Shawn.
- Compraremos arreglos y pondremos un pequeño árbol. Le prometí.
- Quiero que ese día estés conmigo. Me confesó.
- Así lo haré.
No podía creer como mi vida había cambiado de un día para otro, precisamente no sabía a dónde iba a parar con Shawn, pero mientras fuera con él, cualquier riesgo hay que tomar. Muy en el fondo de mi aún existía un poco de preocupación en cuanto a las chicas de mi ataque ¿Sería que Lauren se interpondrá entre nosotros? ¿Qué mas me están preparando? Mi cara cambio en segundos.
- ¿Qué ocurre corazón? Me preguntó Shawn mientras analizaba mi mirada.
- Aún me preocupo. No dije nada pero eché la vista hacia uno de los moretones que aún se notaban en mis piernas.
- Priss, eso jamás volverá a ser un problema, confía en mi.
- Confio en ti, en ellas no, no las conozco, si fueron capaz de esto no quiero pensar que más puede llegar a pasar, detestaría que arruinen mi trabajo.
- Yo di la última palabra respecto a eso. Me respondió muy seguro de sí mismo.- Ahora olvida todo eso y arriba que debemos de ir a hacer las compras. Me animó.
Me levanté del sofá y sin más salí rumbo a mi departamento. - ¡Te espero en el pasillo! Gritó Shawn mientras se dirigía a su habitación apresuradamente.

Hacía días que no tomaba el teléfono para revisar mis redes, antes de entrar a la regadera lo hicieron, unos cuantos twits de Shawn y un mensaje de mi ex, ni siquiera me tomé la molestia de abrirlo, me llenaba de orgullo ver las menciones de Shawn en las redes, Aaliyah y su familia todo bien, al parecer todo estaba en orden.
Tomé la ducha y me arreglé, en cuanto termine de hacerlo Shawn ya estaba en mi puerta.
- Cariño, llegaremos tarde.
¿Es en serio Mendes? Es un súper, no una cita.
Me apresuré a la puerta y tomé un suéter, el clima era frío.
Ahí estaba vistiendo unos vaqueros negros, con un abrigo gris, usaba un reloj, poco común en él además sus rulos iban perfectos, eso era demasiado para ir solo de compras.
- Estoy lista.
- Eso es genial, después de las compras tendremos una cita.
Me sorprendió por completo, además él iba bastante formal para una cita y yo, a penas era notable que me había cepillado el cabello un poco ¿Qué estás tratando Mendes? Me indagué.