Lights On

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Lo miré a los ojos. Su mirada era intensa, sus pupilas enormemente dilatadas propiciaban a lo que estaba por venir, unos ojos brillantes,dominantes, me podía perder en ellos y por medio de estos ver lo que él pensaba, era una mirada que nunca antes había visto.
Quedamos eclipsados, enganchados por un momento, lo contemplaba y él a mi. Él me sonrió inmensamente como un niño, me tomó entre sus brazos mientras me besaba. Nos dirigíamos hacia su habitación.
Estaba nerviosa pero sabía que era lo que venía, no quería parar.
Una vez sobre el piso Shawn comenzó a juguetear con mi cabello y no paraba de sonreírme, su coqueteo habitual. Yo sobre puntillas intentaba lograr alcanzar su boca o al menos una parte de su rostro para besarlo pero me era físicamente imposible.
- No te pongas nerviosa. Me tranquilizaba mientras sus temblorosas manos acariciaban mi rostro.
- No lo estoy. Le mentí.
¡Maldita sea! Este hombre es hermoso, realmente lo deseaba ¡Te deseo, Shawn, te deseo justo ahora! Él seguía coqueteándome y yo le seguí con el juego, no paraba de sonreírme, aunque le veía nervioso al igual que yo, trataba de manejar la situación.
- Espera. Me dijo Shawn. - ¿Estás segura de esto?
- Sí no lo estuviera, claramente no estaría aquí.
- Aguarda un segundo. Me sonrió y se dirigió al baño y abrió la puerta del lavabo, estaba buscando algo.
Estaba nerviosa, no sabía que hacer. Durante un breve silencio Shawn comenzó a lavarse los dientes y me observaba desde el espejo, su carita de niño me estaba matando.
Entré al baño y una vez que Shawn se retiró de ahí tomé enjuague bucal, al menos eso ayudaría un poco. Tomé mi cabello y lo até en un enorme moño, habían pasado unos 5 minutos y no me atrevía a salir a la habitación, mis piernas temblaban y todo en mi estaba tenso, sentía como en segundos comenzaría a sudar de los nervios, tenía la horrible costumbre de apretar los dientes para controlar mi ansiedad.

Yo seguía ahí parada justo frente al espejo, toqué el interruptor para apagar la luz, la mano de Shawn controló mi movimiento manteniendo la luz incendida.
No tenía camisa, solo su pants y ni siquiera tenía zapatos puestos esta vez  ¡Ay hombreeee! Se acercó a mí, mientras yo estaba de espaldas, lográbamos vernos por el espejo, comenzó a besar mi cuello, tan deliciosamente y despacio que sentía como mis músculos se iban sintiendo menos tensos, me acercaba más hacia él entre sus brazos.
- No apagues la luz. Me susurraba al oído. Me encogía cada vez más al sentir como me hablaba al oído.
Él comenzó ligeramente a retirar mi blusa dejando descubiertos mis hombros, yo seguía de pie frente al espejo, Mendes al parecer disfrutaba besar mi cuello, hombros y clavículas, al menos tanto como yo.
No podía más, me acerqué a él y como pude logré sentarme sobre el lavabo para quedar a una altura considerable.
Lo besé, besé su cuello, su deliciosa espalda y hombros, tocaba su riquísimo abdomen, su hermoso cabello se entrelazaba en mis dedos, él no paraba de sonreír, mientras sus ojos y pupilas iban dilatándose cada vez más y más.
Shawn logró después de un rato quitarme mi blusa por completo, no dejaba de sonreírme lo que me hacía sentir más segura y poco a poco mis nervios iban desapareciendo.
Me observaba durante un momento.
- Eres hermosa. Me susurró.
Lo besé, definitivamente eso me hizo sentirme segura, automáticamente todos los nervios que tenía habían desaparecido.
Me balanceé contra él, me tomó entre sus brazos y yo me aferraba con fuerza a él, mientras se acercaba a la cama, Shawn con sus temblorosas manos intentaba desabrochar mi sostén.
Ahora a él se le veía súper nervioso, su sonrisa era la de un niño nerviso, comenzaba a acomodar su cabello numerosas veces. Me dejó caer sobre la cama. De la manera más sutil me quitaba los zapatos y paro para seguir besándome ¿Querrá llegar hasta donde me estoy imaginando? ¿Qué hay de mi pantalón Mendes? No te detengas, pensaba.
Me encontraba en pantalones y bragas, Shawn solo en pantalones pero me habría dejado así ¿por qué? Se sentó en la cama y me recostó contra él.
- ¿Realmente quieres? Me preguntó nerviso.
- Es obvio. Le respondí
Él no paraba de lamer sus labios y eso era delicioso, sentía como su respiración que estaba acelerada comenzaba a estabilizarse, su piel, su temperatura era impresionante, quemaba a grado que yo sentía calor también, sus brazos temblaban pero tenían control de mi al igual que sus manos de mi cuerpo, además de otra parte de él que se hacía presente en ese momento.
Sentía como su piel y la mía ardían, éramos metal sobre fuego, nos estábamos fundiendo.
Me acariciaba con tanta fuerza pero con cuidado, eso me hacía desearlo cada vez más, cuidaba hasta el más mínimo detalle, sus manos jugaban con destreza, sus labios con inteligencia, su voz con inocencia y yo estaba casi muerta. Moría del deseo por tenerlo.
- Te deseo. Le susurré al oído.
Shawn me apretó con él con fuerza, sus besos se volvían más intensos y sus manos comenzaban a recorrer más allá de mi cintura, su respiración aumento, estaba casi jadeante, inmediatamente su piel comenzó a arder sobre la mía, estaba sudando ligeramente, él estaba nerviso, lo noté, sus manos no paraban de temblar mientras intentaba conseguir desnudar mi dorso por completo.
¡Esto es demasiado! Ver a Shawn así era grandioso, su piel al hacer contacto con la mía lograba hacer que me erizara, él es hermoso no puedo parar, no quiero que pare, no quiero parar.
Yo traté de tomar iniciativa, mis manos tambien temblaban, estaba haciendo lo posible por acoplarme al juego de Raul para no dejarle todo el trabajo a él, verlo tan nervioso me parecía tierno. Mis manos lo acariciaban y jugaban un papel muy importante y aunque estaba nerviosa y no podía hacer más que acariciar su dorso, me atreví, lo hice, si, el pantalón de Shawn ahora estaba sobre el piso.

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