There's nothing holding me back

202 23 14
                                    

Al llegar la mañana me levanté de pocos ánimos, me sentía mareada, nuevamente tenía que ir a la escuela y después de ahí pasaría a mi trabajo. Desayuné y poco a poco me iba arreglando, definitivamente ese no iba a ser mi día, usaba unos jeans rasgados y manga larga, hacía frío.
Tomé una enorme carpeta que debía de entregar en la oficina, hoy oficialmente terminaban los cursos y tendría dos largos meses de vacaciones, estábamos a semanas de que llegara navidad, ni siquiera podría pasarla con mi familia en México.

Llegué a la universidad y estaba más sola que nunca, sólo estaban las dos secretarías en la oficina y yo era la única estudiante ahí.
- ¡Feliz navidad! Me dijeron las secretarías.
- Igualmente.
No había notado que faltaban 2 semanas para esta.
Tomé un taxi justo fuera de mi escuela, tarde menos de 15 minutos en llegar. Pagué al chofer.
Aún me sentía tan cansada que no estaba segura de rendirle bien a la Doctora Dorothy.
Iba subiendo las escaleras para ingresar a la institución, faltando unos cuantos pasos para entrar, dos chicas salieron del lugar casi corriendo, no pude reaccionar a tiempo, me empujaron con tanta fuerza que salí disparada unos diez escalones hasta abajo, no se detuvieron, me golpeé horrible la cabeza.

- Esto se ha salido de mis manos, ayer yo creía que le había dejado las cosas bien en claro, se acabo, ella más que nadie debe aceptar y aprender a manejar el asunto, pero no veo porque meter a más personas en esto.
- Pues al parecer no sé lo tomó en serio la amiga, logré evitar que hiciera un zafarrancho.
- Por su bien, debe alejarse y no volver a molestarla, la próxima vez no sé de lo que yo pueda ser capaz.
- Por el momento debes estar al tanto de ella, es lo mejor que puedes hacer.
- Creo que debo cancelar algunos asuntos.
- Al parecer ella deberá reposar unos días, la Dra. Dorothy le da todo su consentimiento de no asistir estos últimos días.
- Vale, es lo menos que se merece, veré que puedo hacer yo, gracias de nuevo Erick.
Shawn y mi compañero de trabajo conversaban en la habitación, yo estaba recostada intentando abrir los ojos, tenía un terrible dolor de espalda y cuello.

Ambos se dieron cuenta de que comencé a reaccionar y cambiaron el tema. Abrí los ojos.
- ¿Qué ocurrió? Respondí adolorida.
Shawn inmediatamente se acercó y sonrió.
- Un pequeño accidente. Al parecer te has desmayado ¿has estado comiendo bien?
Shawn y Erick me veían intrigados por mi respuesta.
- No, no Erick, no me desmayé.
- ¿Qué ocurrió? Me preguntó Shawn con misterio.
- Iba a entrar, pero dos chicas me empujaron, resbalé y me golpeé la cabeza, no recuerdo más.
- ¿Una rubia? Erick arqueó la ceja.
- No, más bien era castaña, no recuerdo a la otra.
Shawn salió del lugar azotando la puerta. Al parecer nuevamente está furioso.
- ¿Cuánto tiempo llevo aquí?
- Casi dos horas, te anestesiamos, bueno Monique notó que reaccionabas con dolor y fue lo único que se nos ocurrió.
- Gracias.
La Doctora Dorothy entró a verme.
- ¿Ya mejor?
- Adolorida un poco, pero gracias.
- Escucha, sólo nos quedan 7 días de trabajo lo demás son vacaciones, puedes tomarlos para que te recuperes, por el pago tú no te preocupes.
- No quiero molestar, de verdad, volveré mañana.
- No se te ocurra, necesitas reposo, ve a casa a descansar, disfruta tus vacaciones. Me dio un apretón.- ¡Feliz navidad!
- Muchas gracias. Salió de la habitación.
- Erick ¿qué ocurrió?
Me miró asustado y sorprendido.
- Bien, si, Shawn y yo ya nos conocemos.
- Si, eso créeme que lo tengo más que claro, no me refiero a eso.
- Bien al parecer, sabemos quienes te hicieron esto, una de ellas había estado unos minutos antes del incidente.
Lo miré anonadada, no sabía qué decir ¿se trataba de la misma persona? Yo sospechaba sobre una rubia, al parecer la que había estado en el edificio y que Erick echó, pero ¿quién era la otra, la castaña?

Shawn entró a la habitación y Erick salió.
- Iré por tu medicamento. Señaló.
Mendes se acercó a mí y su mirada estaba llena de compasión, sus ojos brillaban y no paraban de mirarme.
- ¿Cómo te sientes cariño? Tomó mi mano y la acariciaba.
- Un poco torpe, Shawn, no entiendo nada ¿hay algo que debo saber? Es decir, tú reacción, con el video y ahora ¿sabes quién es esa chica? ¿Significa algo para ti?
- Cariño debes descansar al igual que yo.
Claramente me estaba evadiendo las respuestas, no quería meterme en su vida, solo quería saber quién eran mis atacantes y porque tanto interés en terminar conmigo.
Erick llegó a entregarme medicamentos y se despidió de nosotros.

Durante todo el trayecto Shawn iba en total silencio, llegamos a mi departamento, Shawn me estaba apoyando de él, tenía una tobillera puesta, mi espalda me dolía y el cuello, tenía moretones a lo largo de la parte de mis tobillos y cuello.
- Gracias. Le dije, no sabía qué decir y él tampoco.
Me senté sobre un pequeño sofá que estaba en mi cuarto frente a mi cama. Shawn estaba ahí parado frente a mi, me veía con dolor, era inexplicable, como si le doliera verme así.
Sus ojos no volteaban a otra parte que no fuera yo, estaban rojos y brillantes, él hacía muecas de desesperación y apretaba los labios.
- Siento mucho verte así, lo siento tanto cariño.
- Shawn, tú no tienes la culpa de nada de esto.
Me miró con cara de decepción. Hizo una mueca.
- No tienes idea de lo que estás diciendo, te juro que traté de evitar todo, pero no pude, no me puedo perdonar verte así.
- Shawn, tú no me dañaste, al contrario, te estás portando de lo más genial conmigo y eso lo es todo para mí.
Sé acercó a mí con la mirada hacia abajo, parecía que se sentía decepcionado por no poder evitar que esas tipas me hurtaran, pero no es su culpa. Intenté levantar su cara. - Escucha, tú no puedes ir por la vida tratando de cuidar y hacer feliz a todo mundo. Traté de animarlo.
Levantó sus ojos nuevamente hacia mi aún decepcionado.
- Lo lamento tanto. El chico que estaba frente a mi, Raul, tenía lágrimas sobre sus mejillas, estaba llorando, sus preciosos ojitos estaban enrojecidos ¡esto es lo más tierno y a la vez doloroso que había visto antes! Cariño me estás partiendo el corazón. Pensé. Se arrodilló y recargo si cabeza sobre mi regazo.
Acaricié sus cachetes y limpié las lágrimas que tenía en su rostro, comencé a peinar sus preciosos rulos. Era la escena más dolorosa, no podía soportar verlo así ¡mi amor!

Shawn se puso de pie y se alejó lo suficiente para no poder tocarlo.
- Lo mejor es que me vaya. Me dijo triste, sentido y con todos esos tipos de sentimientos encima. Traté de incorporarme y me acerqué a él lo suficiente para tomarlo del brazo con fuerza. Me tiró una mirada, se sorprendió de verme de pie.
- Por favor, no te vayas. Le supliqué. Lo vi a los ojos y con ellos le pedía que por piedad no se fuera. Él seguía ahí, abrió sus ojos aún más debido a la sorpresa de mis palabras.

Shawn dio unos enormes pasos de prisa, me tomó con tanta fuerza entre sus brazos y me cargó encajándome contra su pecho, sus latidos se aceleraban. Lo tomé con una mano en el cuello y otra en el pecho. Él me apartó de su pecho, quitó el cabello que tenía en mi cara, con su enorme mano sostuvo mi cabeza.
Comenzó a besarme, me besaba de una manera tan de apresurada pero con tanta delicadeza, sus labios eran suaves, los rozaba con los míos de una manera tan dulce, en ocasiones mordía mis labios pero de una manera tierna y sexy ¡No puedo más!
Lo tomé con más fuerza mientras jugaba con su cabello y tomaba su mejilla. Él hacía lo mismo. ¡ESTOY BESANDO A SHAWN MENDES! Dentro de mi todo estaba explotando, ni siquiera recordaba el dolor.

FandomWhere stories live. Discover now