15. Selena

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La traje conmigo, estaba enojada, no sabía porque.

–¿por qué le pediste a Caitlin que me dijera que ustedes se habían conocido en el verano, si antes habían tenido una relación? –pregunto cuando llegamos a la casa.

Mierda, mierda, mierda y más mierda.

–preciosa, solo éramos amigos con derechos –ella me pegó una cachetada.

–te acostabas con ella –dijo enojada.

–mi vida... ____ ella no significó nada para mi, fueron cosas de adolescentes, le dije que por favor te dijera que la había conocido en el verano –respondí.
No sabía que más decir.

–y por que?

–había visto fotos tuyas, me gustaste, y al saber que eras su mejor amiga creí que no querrías andar con el chico que alguna vez se acostó con ella –suspiro.

–Justin... –se quedo callada.

–preciosa... –la abraze.

–eres un idiota, pero no puedo enojarme mucho contigo... –dijo y reí.

–lo sé preciosa, te adoro –la bese.

Estuvimos hablando, le conté sobre mi vida en Canadá.

–y pasaba cantando en las escaleras del Teatro Avon, me gustaba ese lugar, algún día te llevaré conmigo. –dije sonriendo y ella asintió. Escuché el timbre, mal diciendo en mi interior s quien nos haya interrumpido. –ya vengo –susurre.

–no tardes –dijo sonriendo.
Baje las escaleras corriendo y abrí la puerta.
Ahí estaba, con su cabello negro y lacio, suelto, con sus ojos brillantes, su rostro un poco pálido. Mi corazón se aceleró.

Maldito, no me traiciones así, deja de latir tan fuerte –gritaba en mi interior.

Besala, besala, besala, ella ha venido por ti –estúpido traidor, ella no me ama.

Tenía una guerra por dentro, mi mente contra mi corazón.
Mi corazón decía "tu la amas", pero mi mente decía "ella a ti no". Era una guerra interna, entre mi inteligencia y mis sentimientos. La amo, joder, la sigo amando.

–¿no me dejarás pasar? –preguntó con ese tono tan frío y arrogante, que siempre uso conmigo.

–¿como supiste que estaba aquí? –pregunté y ella puso los ojos en blanco. Les juro que estaba mucho más bonita de como la vi la última vez, y tantos recuerdos invadieron mi mente. Tantas lágrimas derramadas por un sola mujer, el corazón hecho pedazos, y aún estando destrozado brinca de alegría cuando la ve.

–sabes que yo no puedo amarte, ¿verdad? –preguntó y la fulmine con la mirada.

–Selena, tú... Tu lo eres todo para mi –la mire y ella sonrió –¡TE AMO MALDITA SEA!.

–Justin, tu para mi no eres nada, ni siquiera un amigo, solo eres un idiota. Sí, un idiota al que estoy encantada de dejarle el corazón hecho pedazos...

Aleje esos recuerdos lejos, muy lejos de mi.

–Christian me lo dijo –sonrió. –además si no estabas en tu casa, ni en la de Christian, lo más seguro es que estuvieras aquí.

–Selena vete –dije de mala gana.

–no me iré

–vete no quiero que estés aquí –dije.

Si quieres, la quieres aquí, la quieres contigo –maldito traidor.

No la necesito, tengo a _____.

Escuche pasos por las escaleras y voltee a ver. Era ____, que venía hacia nosotros.

–____ –dije. 

–así que es esta, es tu nueva puta, vaya Justin, pensé que tenías mejores gustos, pensé que eras más inteligente –Selena hablo.

–es mejor que te calles, Selena –le respondí de mala gana.
___ la miro detenidamente.

–____, trae tus cosas, vámonos

–si, ve a dejar a tu puta, para que regreses conmigo y te demuestre, quien sigue siendo tu dueña –dijo Selena. ____ subió y agarro sus cosas.
Fui tras ella.

–¿preciosa?

–llevame a mi casa, Justin –dijo tranquilamente.

–si, como tu digas –.
Pasamos por la sala de estar, ahí estaba Selena. ___ la ignoro.
Al ir a dejarla regrese a la casa, para decirle a Selena que se fuera. Cuando entre habían varios botellas de champán y dos copas. Ella estaba sentada en el sillón, en ropa interior. Me miro sonriendo coqueta y se acerco a mi.

–¿no quieres portarte mal un rato? –preguntó y me beso.

Maldición, se sentía increíble volver a besar sus labios. La agarre de la cintura y caminamos hacia el sillón. Nos acostamos ahí y ella enrollo sus piernas alrededor de mi cintura.
Busco desesperadamente el cierre de mis pantalones, pero la detuve.

–¿por qué haz venido? –pregunte.

–¿podemos dejar las explicaciones para más tarde? Quiero tener sexo –dijo y se quito el sostén. Seguido de eso, quito sus bragas, quedando completamente desnuda ante mi.

Es tuya, es tuya –sí, es mía, traidor.

Quite mi camisa. Ella vino hacia mi y comenzó a tocar todo mi torso.

–Justin... Hazme tuya –susurro en mi oído. Joder!
Volví a besarla, ella dio un salto y enrolló sus piernas alrededor de mi cintura. La deposite en el sillón. Comencé a besarla desde el cuello hasta llegar a su feminidad.
Jugué con su clítoris y ella comenzó a gemir. Estaba mojada, estaba completamente mojada para mi. Sus dedos acariciaban mi cabello, tenía sus piernas alrededor de mi cuello. Pase mi lengua por toda su feminidad.

–AAAHHH MALDICIÓN! –gritó y sonreí. Quite mis pantalones y mi bóxer lo más rápido que pude.
Me coloque en medio de sus piernas. –me estoy cuidando, no te preocupes –dijo sonriendo y sin más, la penetre.
Entre en ella una y otra y otra vez, esta mujer era increíble. Era magnífica. –aahh sé que me extrañabas –dijo jadeando.
La penetre con más fuerza, y ella pego un grito que ahogue en mis labios.
La penetraba una y otra vez, el calor iba aumentando. La deseaba tanto y en este momento valía mierda si ella no me ama, porque ella lo estaba disfrutando igual que yo. Sentí como su interior se apretó contra mi pene y sonreí.
Ambos nos veníamos.

–JUSTIIIN! – gimió.
Seguí entrando y saliendo, entrando y saliendo, cada vez más rápido, más fuerte. Hasta que ambos llegamos al orgasmo.

-x-

Estábamos tomando, no sé cuantas botellas de champán me había tomado ya, pero ella sólo había bebido tres copas.

–¿seguirás tomando? –preguntó y se levanto del sillón. Llevaba una sábana alrededor de su perfecto cuerpo. Pasamos toda la tarde teniendo sexo y era increíble, tenerla conmigo. Hacerla mía.
Yo llevaba un toalla, alrededor de mi cintura. Me levanté y camine hacia ella.
Estaba borracho, demasiado a decir verdad.

–te amo –bese su cuello –te amo demasiado, preciosa, te extrañe mucho. –ella sonrió.

–¿seguimos en lo que estábamos? –preguntó y la lleve en mis brazos, hacia la habitación.

Era mía ahora... Y el ahora era lo único que importaba.

The Bet (Justin POV's)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora