The Bet (Justin POV's)

38. No se había negado

Dos meses habían pasado desde que fui nombrado vicepresidente, en la empresa. Había dejado la universidad, la verdad que ser director de cine no es lo mio. Nunca lo fue. Dos meses y aún sigo pensando seriamente si debería de darle una oportunidad a Selena, recuerdo que la última vez que la vi, fue hace tres semanas, vino aquí pidiéndome una oportunidad, ella lloraba sin consuelo y yo no estaba dispuesto a consolar a quien me causo tantas noches de insomnio,empapadas en lágrimas y con el corazón roto, preguntándome que más debía de hacer para demostrarle que la amaba y que ella también me amara. Pero me dijo que me amaba muy tarde, yo ya no estaba dispuesto a seguir con ella, no lo estoy.

Sí lo estoy!

No lo estoy y el maldito traidor sigue jodiendome, cada vez que por alguna razón su recuerdo penetra mi mente, pero no puedo negarlo, estas dos últimas semanas me he dado cuenta que siento cosas muy fuertes por ____ y que es algo que no puedo evitar, me he dado cuenta que esta dejando de ser una niña, claro esa niña me encanta y se esta convirtiendo en una mujer, muy guapa, por cierto, esa carita de ángel y su cuerpo de diosa me hicieron caer nuevamente, ablando mi corazón, no puedo negar que ahora cuando la veo pienso que es la persona a la que más amo, aunque he de admitir que Selena aun sigue por ahí, muy al fondo y algún día querrá salir, pero ¡joder! Ya es tarde para eso, ya no quiero ser destruido y tampoco quiero destruir a ____. Es más, estos dos meses he hecho que ella la pase de maravilla, siempre nos vemos -cuando podemos- y hacemos alguna cosa y es lindo, me gusta estar con ella, porque ella me da esa paz y tranquilidad que tanto necesitaba, ella me da estabilidad y lo mejor de todo ella me da amor y ahora, yo también le puedo dar amor.

En este momento la estaba esperando, hace rato me mando un mensaje informándome que vendría a verme, como todos los miércoles, había salido temprano y venía a distraerme un rato, a veces el trabajo me cansaba.
Recuerdo que hace dos semanas y media, mas o menos, ella me dijo que volviéramos a tener relaciones y ¡maldición! Lo había dicho de una manera tan inocente que no podía creer que ella lo estuviera pidiendo, pero sé que ahora ella esta cambiando, al igual que yo, me he convertido en un hombre de negocios y ella se esta convirtiendo en una mujer más coqueta, más extrovertida. Claro, lo hace por mi y con un poco de ayuda de Cait, -según ____- esos cambios han sido porque un hombre de negocios como yo, necesita a una mujer a su lado, no a una niña.
Cuando tengo alguna fiesta o alguna cena de negocios la llevo conmigo, me encanta presumirla, especialmente ante el hijo de Martín Smith, Brad Smith, que una vez en nuestra infancia dijo que de todos los de la clase él único que estaría soltero y sin novia en unos años sería yo, pues bien, le toco tragarse sus palabras al hijo de puta, porque además de que estoy más guapo, tengo a una novia sensual a mi lado y él... Bueno, él tiene a su mamá.

Alguien toca la puerta sacandome de mis pensamientos.

–adelante! –hablo bajito. La puerta se abre y ahí están Clear y la hermosa distracción que me trajo la tarde.

–que tenga un buen día, señorita Walker –dice mi secretaria. ____ solo le sonríe. Entonces recuerdo que tengo que darle la carpeta con las cuentas a Clear.

–Oh, Clear –digo antes de que salga. Ella se detiene justo antes de salir. –llevale esto a mi padre, por favor. –agarro la carpeta que esta encima de mi escritorio y me acerco a ellas, miro a ____ sonriendo y ella también me sonríe, Clear agarra la carpeta y se marcha.
Agarro a ____ de la cintura, trayéndola a mi, anda una falda algo corta y su trasero se ve jodidamente grande, además de que la blusa le hace resaltar los pechos, con unos tacones negros y el labial de un rojo claro. La beso. Ella rodea mi cuello con sus brazos.  –te ves muy sexy hoy –digo mordiéndome el labio inferior –en realidad, amor, te ves muy sexy siempre –digo y le guiño el ojo, separándome de ella, para irme a sentar. Una vez sentado, puedo verla caminar hacia mi.

–Caitlin dijo que el labial rojo es para las zorras –levante una ceja y lamí mis labios, mirando sus sensuales y excitantes curvas.

–dile de mi parte, que para mi te ves demasiado deseable con es labial –ella río. Sé que Cait le dice esas cosas tratando de molestarla.

–me lo dijo en broma, amor. –me miro sonriendo.

–lo sé, mi niña –niego con la cabeza.

Ella rodea el escritorio, así que hago mi silla para atrás, esperando a que se siente en mis piernas, pero no lo hace, en lugar de eso se apoya en el escritorio. Nos miramos detenidamente.
Enserio la amo, he aprendido a amarla.

–te amo –pienso en voz alta. Ella me mira y noto como sus ojos comienzan a brillar más de lo normal.

–Justin... –no dejo que hable.

–no sé que estés pensando, pero siento que te amo, ¿de acuerdo? –digo antes de que me pueda decir alguna otra cosa, sonriéndole. Ella camina hacia mi y se sienta en mi regazo. Paso una mano por su cintura y la otra la usó para apartar el cabello de su rostro, prensándolo detrás de su oreja. Ella me agarra por la corbata y me besa.
¡Dios!, me encantaba besarla, pero definitivamente era mejor que ella me besara, amaba que me besara, que ella fuera la que toma el inició. Nuestros labios encajaban a la perfección, como si hubiesen sido creados el uno para el otro. Sus brazos rodearon mi cuello, dejando libre mi corbata y yo coloque mis dos brazos en su cintura, apretándola más a mi. Sintiéndola más mía.
Después de unos minutos nos separamos y sonreí, ella también lo hizo.

–te amo, joder, ¿puedes sentirlo? –agarre su mano y la coloque en mi pecho, estaba acelerado, no sabía si ella podía sentirlo. –sí te amo –dije más para mí mismo que para ella.

–yo también te amo, Justin. –dijo y nos volvimos a besar.

Entonces lo sentí, pude sentirlo, que al fin podía ser feliz, que al fin podía sanar, porque el maldito traidor no se había negado a amarla.