Si me preguntasen (Cosa que nadie hace. La gente suele ser lista y con cosas mejores que hacer) cuál es para mí la diferencia entre mi faceta de escritora y de dibujante es que esta última es MUUUUY visual. Con un vistazo puedes saber si algo está bien o mal. Quizás no sepas exactamente el qué y necesitar esperar dos años o a que alguien te lo señale para descubrirlo, pero es muy intuitivo. Escribir es otro cantar. Por eso mismo no voy por ahí dando lecciones de cómo escribir (Tiro más a consejillos sobre el qué, como en este artículo), pero en cambio tengo mil trucos y sugerencias para mejorar dibujando e incluso tengo pensado hacer algo sobre mejorar dibujando para el año que viene.
Aprender a escribir es muy diferente para cada uno. Para mí es complicadísimo y no sé qué camino he recorrido para llegar a donde estoy. Puede que ni siquiera sea uno solo. Y tampoco sé cuál tomar de ahora en adelante. Sucede y punto.
En ambos puntos, de dibujos y escritura, he recibido muchas críticas y comentarios que me han ayudado a mejorar. El problema es que muchos, como retrata Inma Ruiz en la tira que dejo en el enlace externo, es que no siempre los entiendes en ese momento. Eso de ver los fallos que tenemos justo debajo de la nariz no suele ir mucho con nosotros. En cambio, los fallos de los demás... Ayyy, ¡cómo nos gusta criticar!
Como dijo alguien, "Vemos la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el propio". Criticar lo de los demás es muy sencillo, así que, ¿por qué no aprender de ello? Esto que os voy a contar se puede aplicar de muchísimas maneras, pero yo voy a centrarme en contar historias. Porque aprender a escribir es complicado y no hay un manual bueno, pero a base de pequeños trucos podemos mejorar muchísimo. Y sin que necesariamente alguien nos haga de voz de conciencia señalando todo lo que está mal.
Para seguir este sencillísimo tutorial necesitamos una historia que no soportes, que detestes, que se te revuelvan las tripas solo de pensar en ella y te llegue la bilis hasta la garganta. Pueden ser unas o varias. Que como también se dice, "No hay libro malo que por bien no venga".
¿Listos? Adelante:
A: ¡¡ARRHGHHHHGGHGHGH!! ¡¡QUÉ CABREO TENGO CON ESTA HISTORIA!!
B: Bufff, menuda decepción. Es tan malo que no me apetece leer nada más. En serio, qué horror.
C: ¿Y esta porquería es de lo que todos hablan? Pues vaya.
Criticar es muy fácil. Yo lo hago, todos lo hacemos. Hay incluso quienes se lo toman como una forma de vida y se dedican a concentrar toda su rabia malhumorada en una persona/serie/libro... Ser hater nunca cambiará nada. Como mucho, puedes hacerle muchísimo daño a una persona. Así pues, centrémonos en esa historia TAAAAAAN espantosa. Y piensa, ¿exactamente por qué no te ha gustado?
A: ¡Se han cargado a mi personaje favorito! Era un malo maloso, un VILLANO INVENCIBLE. Lleva toda la historia fastidiando de lo lindo y poniendo en jaque a los buenos. Parecía que era imposible derrotar y a eso de la última página se arrepiente de todo lo que ha hecho, aparece un recuerdo sacado de la nada justificándole y resulta que se deja matar.
B: Mira, resulta que para completar un ritual divino, la protagonista tiene que ser virgen. Y claro, todos los malos quieren violarla para que no lo pueda conseguir. Y a ella lo único que le preocupa de todo eso es que si es no virgen no podrá casarse con el chico que quiere ni volver a mirarle a la cara porque no será pura. ASCAZO.
C: A ver, al principio parecía que había una trama interesante. Sobre el fin del mundo, elegidos y vampiros, pero es que nada tiene sentido. Todos los giros argumentales son incoherentes. Hay monstruos pero nadie explica de dónde han venido. Los malos se cargan a los de su propio bando sin venir a cuento. Hay todo un capítulo para hablar de porqué una chica es super maniática con la seguridad y después de eso se le olvida por completo su manera de ser. Y así con todo.
Ya hemos identificado el punto clave de nuestras quejas, ahora busquemos alternativas. Es decir, si tú hubieras escrito esa historia, ¿cómo lo habrías hecho?
A: Habría explicado mucho antes esos recuerdos y habría desarrollado su manera de ser. O directamente no le habría puesto un lado tan ñoño a un personaje que es la definición de la crueldad y lo habría matado como se merece.
B: Nada de violaciones. Ni mencionarlas. Lo de la virginidad es una estupidez. Ya puestos, haría que lo importante es que la protagonista tenga un pelazo pelirrojo porque es la elegida del fuego y los malos intentarán cortáselo... ¡O matarla! Que es más rápido y así si te aseguras que no hace nada.
C: No dejaría ningún hueco sin explicar. O las cosas tienen sentido o no las meto. Tampoco es necesario incluir cinco giros argumentales si luego la mitad no tienen sentido. Prefiero centrarme en uno y que mi historia sea coherente.
Hace mucho tiempo, mi hermana me estuvo comentando un par de cosas que no le estaban gustando de las historias que escribía. Yo no la entendí hasta que, años después, al leerme la saga de Los caminantes me di cuenta que todo lo que a mí no me había convencido era lo mismo que lo que ella me había dicho.
No tengo nada más que decir. Espero que esto os haya resultado interesante. ¡Un saludo!
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Consejos para escribir
Casuale¡Hola! Soy Celia Añó, dibujante y escritora de fantasía. Aquí os cuento mi experiencia en el largo camino de la escritura, mucha motivación, trucos, errores en historias y cómo aprender a publicar tus propios libros.