Hablemos sobre betas tóxicos.
Aunque conozco a mucha gente defensora de las críticas demoledoras que "te ayudan a reconstruir tu historia de las cenizas", creo que son los peores beteos. Un "todo bien" es como la homeopatía: no sirve de nada. Pero un "todo mal" puede desmoralizarte mucho y según quién te lo diga y cómo, incluso conseguir que odies tu propia historia y te entren ganas de tirarla a la basura. Y eso no es ayudar.
He tenido malas experiencias con ambos tipos de betas. Es muy peligroso cuando te señalan como incorrecto algo que está bien, pues si no lo sabes te están induciendo a erratas evitables (cuando la idea es justo corregirlas). Pero el segundo tipo me parece terriblemente irritante, pues suele ir acompañado de mucha superioridad, poca empatía y malas maneras de explicarse.
Lo he comentado antes: todos los comentarios tienen que decirse desde el respeto. Es muy desmoralizador abrir un documento y encontrarte que te lo han marcado todo como mal y que la otra persona se "ha tomado la molestia" de corregirte cosas que no le has pedido, inmiscuyéndose incluso en los títulos de los capítulos.
En ocasiones se confunde el dar una opinión con intentar meterle mano a la historia. Me han contado de varias experiencias con betas que señalaban como negativo el aspecto de algunos personajes o los gestos que hacían (como acariciar el pelo corto) porque según su opinión eso no era atractivo.
No es lo mismo señalar que aunque sea fantasía te confunde que haya flores en la nieve, a decir que las flores no pueden ser azules porque blancas serían más bonitas.
En nuestra cabeza, la historia es evidente, diáfana y clarísima como el agua. Pero esas ideas no siempre se notan en lo que escribimos. Es importante que otra persona nos cuente si lo ha entendido, pero ¿qué ocurre cuando te señalan cosas que están escritas, repetidas y requetemarcadas en el texto? Pues que ya no sabes si es culpa tuya o no.
Entre las experiencias que he recopilado, me contaron un caso en el que el beta marcó que no se había cerrado la puerta de una tienda... cuando sí se había dicho.
Otro día me gustaría hablar de buenos beteos, pero hoy quería centrarme en estos. Porque aunque muchos sean con buena intención, un mal beteo puede ser bastante tóxico. Algunos no ayudan, pero los peores pueden intentar destruir tu historia. Y hay gente de todo, desde quienes lo hacen con buena intención a quienes disfrutan machacando el trabajo de los demás.
¿Habéis tenido alguna experiencia parecida?
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Consejos para escribir
De Todo¡Hola! Soy Celia Añó, dibujante y escritora de fantasía. Aquí os cuento mi experiencia en el largo camino de la escritura, mucha motivación, trucos, errores en historias y cómo aprender a publicar tus propios libros.