Cómo organizo mis historias

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La entrada de hoy es otra petición, esta vez de Aura del blog Devoradores de mundos (que por cierto, el otro día me hizo una entrevista majísima y que tenéis en el enlace externo):   

<<¡Me gustaria mucho saber como trabajas! Quiero decir, cómo planeas los capítulos, los personajes, etc. Me haría gracia saber tus ''secretos''.>>

La idea me ha encantado, así que aquí estoy, bien armada de dibujines, para hablaros del caos de mi cabeza y de mis queridas historias.

1º: LA IDEA

Lo primero que necesito es una idea, LA idea. Puede ser cualquier cosa, desde un concepto hasta una trama completamente definida (a veces sucede y es una maravilla). Hay ideas que solo sirven para crear un personaje concreto, otras que huelen a subtrama y algunas que están destinadas a ser un cuento. Las ideas pueden ser tontísimas o hasta tener más de un significado. En este aspecto, mi cabeza es un batiburrillo de ideas que están continuamente moviéndose de un punto a otro según crecen, se suman a otras, cambian o descarto.

Las ideas para cuentos intento o escribirlas lo antes posible o apuntarlas para no olvidarlas y escribirlas en otra ocasión. El resto, pues depende de cómo me gusten: algunas me sirven para ampliar esbozos de novelas y algunas me gustan tanto que se convierten en la semilla de una nueva historia. También hay ideas que por sí mismas cuentan una historia, pero tienen regusto a "poco". Son las ideas que anoto para bolsilibros al no dar para una novela pero ser más que un cuento.

Estoy siempre dándole vueltas a diferentes ideas. Muchas son del tipo "Me encantaría escribir una historia sobre dinosaurios", pero a veces se me ocurre ESA IDEA.

 Muchas son del tipo "Me encantaría escribir una historia sobre dinosaurios", pero a veces se me ocurre ESA IDEA

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Y de esa idea nace el auténtico esqueleto de la historia. A veces llega incluso después de la trama y me la pone patas arriba, pero es la idea que estaba esperando y la que hace que empiece a darle más vueltas a esa historia.

2º: PERSONAJES

Es una de las cosas que más me gusta de escribir: inventarme personajes. Son mis criaturas, mis nenes, mis hijos e hijas. Los quiero a todos un montón y disfruto muchísimo pensando en ellos. Aunque ya he hecho varias entradas sobre ideas para crear personajes, no sé explicar cómo se me ocurren. De repente llegan.

 De repente llegan

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