Han pasado varios años desde que empecé a escribir y me convertí en La Bruja del Teatro. Antes de eso había una niña que soñaba con ser escritora y de vez en cuando se atrevía a escribir un cuento. Lo que más hacía era inventarme historias que se quedaban en nada. Me faltaba constancia... y bastantes cosas más. Después empecé con fanfics, el blog y me picó el gusanillo de la escritura. Durante todo este tiempo he aprendido muchas cosas y solucionado algún que otro error. De aquí a cinco años seguramente haga una segunda versión de esta entrada con los errores del ahora, pero hoy voy a hablar de los del ayer, que son terriblemente comunes y de los que nadie te avisará ni descubrirás un manual que te diga que eso no se hace (o quizás sí y yo sin saberlo).
Así pues, y sin más demora, una autora novata procede a hablar de algunos de sus errores más frecuentes.
DESCRIPCIONES QUE NO DESCRIBEN
"Celia, una despistada bruja con el pelo marrón y ojos entre verdes y marrones, se sentó delante del ordenador."
Hay muchísimas cosas que contar sobre las descripciones, tantas que no terminaríamos nunca. Yo solo voy a mencionar una muy frecuente y de la que me ha costado bastante despegarme: hablar solo del color de pelo y ojos. Sí, parece muy obvio, pero ¿cuantas veces las habremos escrito (o leído)? Descripciones que, de vez en cuanto y con suerte, te comentan si tiene el pelo recogido en coletas o no, como de alto es el personaje o su belleza (generalmente mucha). Y poco más.
Hay un montón de consejos y sugerencias para describir a un personaje. Puedes decir que el aliento le huele a fresa, que te recuerda a tu tía abuela Marissa porque lleva el mismo chal gris... Tampoco es cuestión de caer en un montón de metáforas y de adjetivos interminables, pero cualquier chorradilla es más interesante que decir que tu mejor amigo es rubio y de ojos verdes. Es tan general que no sabes si te están hablando de Jack el dragón o Jaime Lannister.
Mi truco personal es dibujar a mis personajes. Cuando has pensado en su aspecto, en cómo lleva el pelo, cuál es su estilo de ropa y un largísimo etcétera; cuando has estado un par de horitas peleándote para tenerlo completamente definido, entonces ten por seguro que no te limitarás a hablar de su maldito color de ojos porque será lo que menos te importe.
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Consejos para escribir
Rastgele¡Hola! Soy Celia Añó, dibujante y escritora de fantasía. Aquí os cuento mi experiencia en el largo camino de la escritura, mucha motivación, trucos, errores en historias y cómo aprender a publicar tus propios libros.