Ha sucedido muchas veces: se me ocurre una idea y decido empezarla con toda la ilusión del mundo. Puede ser ir a un evento, subir relatos al blog, publicar en Lektu...
Vuelco un montón de ganas (y trabajo), pero hay un factor que no puedo controlar y que es fundamental para mis ánimos: la retroalimentación.
La motivación externa es muy poderosa. Puede darte un chute de energía como dejarte sin ella.
Yo he tirado a la papelera muchos proyectos porque me han faltado ánimos para seguir con ellos. Es muy duro cuando empiezas a publicar y sientes que no te lee nadie. ¿Realmente merece la pena?
Pero hay una segunda motivación, una que nace de nuestra cabeza. No es tan poderosa, pero es más eficaz.Yo la llamo "pues ya que he empezado voy a continuar por narices".
Con el tiempo he visto que los proyectos que acabaron en la papelera siguen ahí, mientras que aquellos en los que insistí han merecido la pena. Hay metas que tardan en alcanzarse y otras que lo hacen de una manera diferente a la que imaginaba.
Otras veces tienes que parar por tiempo o dinero, pero no es lo mismo a cuando lo haces porque crees que no merece la pena por muchas ganas que tuvieras al principio.
Así que ya sabéis, si veis que alguien empieza un proyecto nuevo, ¡mostrarle vuestro apoyo! Y lo mismo con las reseñas, los comentarios, las menciones... Todo nos ayuda a seguir adelante, por pequeño e insignificante que parezca.
ESTÁS LEYENDO
Consejos para escribir
Random¡Hola! Soy Celia Añó, dibujante y escritora de fantasía. Aquí os cuento mi experiencia en el largo camino de la escritura, mucha motivación, trucos, errores en historias y cómo aprender a publicar tus propios libros.