¡Hola!
Soy Celia Añó, dibujante y escritora de fantasía. Aquí os cuento mi experiencia en el largo camino de la escritura, mucha motivación, trucos, errores en historias y cómo aprender a publicar tus propios libros.
El otro día el blog de Escritensitas hizo una entrada muy chula sobre el bloqueo escritoril (la tenéis en el enlace directo). Inspirada en ella, me gustaría contaros qué hago yo para mandar muy lejos al bloqueo. Porque la mejor manera para acabar con él es echándolo a patadas.
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1. OBLIGARME A ESCRIBIR HASTA SUPERAR EL NUDO QUE SE ME HA ATASCADO
Muchos de mis bloqueos nacen porque hay un trozo en concreto de lo que estoy escribiendo que se me ha atragantado. Como tengo una rutina muy cuadriculada, me enfrento a ese trozo con toda la artillería. Elimino las distracciones y me pongo a intentarlo una y otra vez hasta superar ese nudo. Llega un punto en el que lo que escribo vuelve a salir solo y es una sensación preciosa.
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2. PROBAR A ESCRIBIR DE OTRA MANERA LO QUE NO ME SALE
Pero como no siempre funciona, mi as en la manga es coger esa escena endiablada y darle la vuelta. Probar con otro enfoque, otro punto de vista, otra manera de narrarla... A veces incluso elimino lo que ya tenía y empiezo de cero. Si el camino se nos está haciendo muy pesado, pues nada, se construye otro y a seguir escribiendo.
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3. VOLVER A MI ZONA DE CONFORT ESCRIBIENDO ALGÚN CUENTO
En ocasiones, cuando es un bloqueo que me infecta el estado de ánimo, me pongo a escribir cuentos como si fuese un juego. Me voy a mirar las bases y a partir de los temas que proponen, me invento una historia. Aquí aprovecho para escribir algo muuuuuuuy diferente al resto de proyectos (y como soy algo cobarde, regreso a lo que más me gusta. O a escribir lo que el cuerpo me pide). Una vez consigo animarme, retomo mis proyectos con más ganas.
4. LEER
Porque no hay nada que me dé más ganas de escribir que leer un libro.
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