Capítulo 13. Nos encontramos una semidiosa.
Abby.
Abro la boca, ¿qué era eso? Miro a Nico, que tiene la misma mirada que debo tener yo y asiente lentamente. Me giro hacia el resto del grupo, que no están alterados.
-De verdad, ¿no lo habéis visto? -Vuelven a negar con la cabeza, sincronizadamente menos Hazel. ¿Cómo es que no pueden verlo?
-Yo sí que lo he visto. Eso era... ¿un rayo negro? -Asiento, confundida. La cabina empieza a descender, y pronto la vista de Londres se pierde al disminuir altura.
Cuando salimos de la atracción, hacemos un círculo para poder hablar.
-¿Qué hacemos? -Pregunto, debíamos seguir ese misterioso rayo pero debíamos ir todos juntos.
-Es obvio, ¿no? Seguir ese rayo o cosa rara. -Dice Percy, y todos dirigimos nuestra mirada a Annabeth, para que de permiso para ir. Ella es como la madre del grupo, recibíamos sus órdenes.
-Vale, pero no nos separemos. Esto me da mala espina. -Asentimos y deshacemos el círculo. Alzo la mirada y la dirijo al Big Ben, es la hora de comer y mi estomago ruge reclamando comida.
-Ya es la hora de comer, ¿por qué no vamos a reponer fuerzas? -Dijo Jason y yo sonrió, me gustaba su idea.
-Me has leído el pensamiento. -Le contesto. Caminamos un par de minutos buscando un lugar barato, ya que no teníamos mucho presupuesto.
Al final terminamos comiendo en un pequeño lugar de sándwiches. Yo me pido un sándwich de jamón, queso y mayonesa, una ensalada y agua, y me siento en la esquina de la mesa. Jason se coloca a mi lado y me susurra:
-Cuéntame que te ha dicho Venus, por favor. -Me mira muy preocupado, y yo desisto y le cuento todo. Es mi hermano, al fin y al cabo. Cuando termino de relatarle lo sucedido, me mira estupefacto.
-Entonces tienes más de un poder, unos por cada dios. -Asiento, él esta impactado, al igual que yo. -Entonces eres un arma humana, es muy cruel. Utilizar a una niña para el beneficio de los dioses. Aunque siempre es igual, los dioses te utilizan para que les salves el culo y luego no les importas nada.
En sus ojos distingo una mezcla indescriptible de emociones. Veo preocupación, sorpresa, rabia , consternación...Y algo mucho más profundo, una especie de rencor oculto, él mismo que sientes cuando recuerdas a alguien que te ha lastimado.
Terminamos de comer en silencio, escuchando las conversaciones pero sin participar abiertamente en ellas. En cuanto terminamos de comer, nos ponemos a buscar el parque, y la verdad es que nos costó encontrarlo.
Tardamos dos horas en un trayecto que solo duraba media. Pero factores tal como la desorientación, el no saber cómo llegar o el pequeño detalle de que no teníamos ni idea de adonde nos dirigíamos, no ayudaron mucho. Cuando por fin llegamos, estamos sudorosos, agitados y mareados de dar tantas vueltas.
El parque parecía más bien un pequeño bosque, no había nadie en todo este. Del interior del bosque salían unos graznidos horribles. Nos guiamos por el sonido y caminamos unos minutos hasta que encontramos de donde salen los sonidos. Me quedo un segundo anonadada, observando la escena.
Tres pájaros de picos, alas y garras de bronce y veloces como relámpagos. Una chica de unos quince años luchaba fallidamente contra ellos con una daga, escondiéndose entre los árboles e intentando darle con el arma a uno de los pájaros.
Rápidamente transformo a Aetós en espada y me pongo en posición de ataque. Nos acercamos corriendo a los pájaros, que rápidamente comienzan a atacarnos. Dan vueltas alrededor de nosotros, se lanzan en picado, intentan picotearnos y arañarnos y nos lanzan excrementos. La última parte es la peor, porque al parecer su caquita es venenosa, lo sabemos cuando cae en la hierba y esta se quema. Aún así, logramos defendernos un rato.
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La hija de Zeus. La Carcel De Los Dioses.
FanfictionSi le hubieras dicho a Abby, que su padre es un dios, y nada más y nada menos que el rey de los dioses, probablemente se hubiera reido en tu cara. Pero, cuando conoce a Nico Di Angelo y llega al Campamento Mestizo, todo lo que le parecían simples le...