Me desabrocha el vestido y antes de que caiga al suelo me tumba en la cama y sin ni si quiera quitarme el sujetador empieza a chuparme los pezones.
Vaya, qué directa...
Baja hasta mis bragas desesperadamente y las aparta hacia un lado. No sé que coño me pasa, siempre que bebo y fumo estoy muy cachonda pero... hoy no tanto.
-Te voy a hacer de todo,zorrita.-Me suelta Paula y casi no soy capaz de entenderla.
Pasa su lengua por mi clírotis durante un buen rato y veo que se esfuerza más que nunca, pero no, no soy capaz de llegar.
En mi cabeza sólo está ese chico...lo guapo que iba así vestido y lo bien que le sentaba la pajarita, la charla de Antolín y sobre todo, el baile que nos hemos marcado. Esa bachata. Madre mía...como movía las caderas...
De repente se escucha un ruido en la ventana.
Por la silueta,creo que es Martini entrando por la ventana, o por lo menos intentándolo. Poco se asoma por ésta cuando de repente pega un salto y se va. Seguramente nos haya visto y lo único que hemos hecho ha sido quedarnos como estábamos, pero petrificadas.
Joder,joder...
Paula me mira sonriendo y vuelve a bajar hasta mis partes.
-Para, ya no me apetece seguir.-Le digo cogiendo la ropa y marchándome de allí. El poco calentón que tenía se me ha bajado de una.
¿Qué habrá pensado Martini al vernos?Tengo miles de dudas...
-Bonjour, cariño. Levántate y arréglate, que sólo faltáis Paula y tú. Es muy tarde y tenemos pensado ir a misa, hoy es el patrón.-Me dice Mari.
Puf, he dormido una mierda. Cuando paso al baño Paula ya se está maquillando y aun así su careto es impresionante.
-Menuda resaca,estoy que me quiero dormir.-Me dice y parece que ni se acuerda de mi rechazo.
-Te pasaste bastante.-Le digo mientras me arreglo. Me hago una coleta alta y me pongo un vestido rojo muy sencillo.
Cuando bajamos todos están esperándonos en la puerta ya arreglados. Incluso Pedro, que no le pega nada, va con traje.
Martini está sentado en el banco mirando el móvil. Cuando nos ve se pone sus gafas de sol y se acerca a nosotras mientras se coloca el traje azul claro.
Ni si quiera nos saluda, menudo gilipollas.
Cuando llegamos a la iglesia se repite lo de ayer, mucha gente se acerca a nosotros y confunden a Martini con mi novio.
No,señora, y como me lo vuelva a preguntar le arranco la cabeza.
Cuando termina la misa nos tomamos una cerveza y nos vamos a casa a comer. Justo en el pequeño escalón, Martini pisa mal y se le dobla el tobillo.
-Joder, qué daño me he hecho.-Dice pasando a casa de Mari pegando pequeños saltos agarrado por Pedro y Mari.
-Siéntate y deja que te lo mire.-Le digo.
-No, déjalo, prefiero ir al médico.-Me dice en un tono bastante despectivo e intuyo que está enfadado o molesto.
-He dicho que te sientes.-Le insisto muy seria y éste me hace caso a regañadientes.
Giro su pie a pesar de que éste se queja y digo:
-Tienes un esguince grado 1, por suerte no se te ha roto ningún tejido del ligamento. Ponte hielo y si quieres te hago un vendaje compresivo, lo pones en alto y mañana o pasado hacemos unos ejercicios de rehabilitación.-
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Desenfreno en el pueblo. ©
Teen FictionBienvenido a mi historia; Soy Adriana, una chica de ciudad, donde os cuento un increíble y salvaje verano en el pueblo. Un pueblo lleno de secretos y pasión, donde cada personaje descubrirá su lado más perturbado. Estoy segura de que t...