CAPÍTULO FINAL-El adiós.

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Tras cinco largos meses en la rutina...  

-¿Hola?¿Hay alguien en casa?-Digo dejando las llaves en la entradita. 

-Hola cariño,estoy en la cocina.-Me responde Martini.

-¡Qué bien huele!-

-El chef Martini ha preparado unas deliciosas albóndigas que tanto te gustan.-Me dice con acento italiano y no puedo parar de reír.-¿Qué tal se ha dado el día?¿Y el examen de primeros auxilios?-Me pregunta ya sentándonos en la mesa.

-Creo que menos de un 8 no tengo.Joder,mira que horas...se ha atrasado el bus hoy.-Digo mirando la hora . Me como otro trozo de carne y me levanto a recoger.

-¿A que hora entras?-Me pregunta mirándome preocupado. 

-A las 16:00h, y son las 15:30, y todavía me tengo que duchar.-Le digo marchándome a toda prisa al baño.

-A esa hora viene Javi y me voy yo, si quieres te acerco.-Escucho que me grita. 

En los dos minutos de ducha me da tiempo a pensar en lo estresada que voy. Apenas he visto a mis padres dos veces desde que me presenté en su casa para hablar, y con la gente del pueblo ni si quiera he hablado. Menos mal que con Món quedo una vez a la semana... 

La vida de pareja y el baile me están absorbiendo demasiado.

Cuando me dispongo a salir en toalla hacia nuestra habitación para cambiarme, los escucho hablar bajito:

-Tío, llámala de una puta vez, ha vuelto a venir al pub.-Dice Javi.

-¿Qué?Joder,que pesada la chica...necesito hablar con ella.-Le contesta Martini.

-Tan fácil como decir, mira, Verónica, ahora estoy con otra chica, lo que tuvimos en verano fue una tontería y ya está. Porque por si no te das cuenta, es una puta pesadilla de chavala. No sé que le hiciste o qué le dijiste, pero por lo que me cuenta está pillada hasta las trancas.-Sube el tono.

¿¿¿QUÉ???. El corazón me da un vuelco.

-Shh,cállate, joder, no quiero que se entere Adriana. Lo solucionaré, pero espero que no se te escape nada como ha pasado en otras ocasiones: «Otro pivonazo... »-

Enfurecida voy corriendo a vestirme y cuando salgo por la puerta me dice:

-¿No quieres que te lleve, cielo? Dame un besito por lo menos.-

-Vete a tomar por culo, pensaba que eras decente, pero ya veo que no.-Le digo llorando y me marcho dando un portazo.

Se asoma por la ventana e insiste en llevarme, pero no, no me da la gana, me ha mentido. 

Llamo a mi profesor de Funky, Alejandro, que vive por esta zona ya que últimamente nos llevamos muy bien. De hecho,en varias ocasiones, hemos quedado para tomar café. 

Es un chaval de 27 años, de pelo castaño muy rebelde y sonrisa de infarto. Desde que le conocí le he insistido miles de veces en que se parece a Diego Boneta, uno de mis personajes favoritos de la serie Rebelde que veía hace años. 

-Sin problema, estaba justo saliendo de casa.-Cuando me recoge y ve mi fea cara, me pregunta.

-Discusiones de pareja, supongo.-Le digo.

-Todos las tenemos, te lo aseguro, a mi con Cristina me pasa lo mismo y ya son muchos años juntos. Si necesitas algo, aquí tienes un amigo.-Me dice al llegar y yo me marcho para la clase de la directora. 

Desenfreno en el pueblo. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora