Capítulo 15

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La chica durmió durante todo el sábado. No se movió de cama en todo el día. Necesitaba dormir. Los viajes a Corea empezaban a pasar factura. Ya no le importaban tanto sus notas como el hecho de poder descansar. Es más, ante los nuevos acontecimientos, ni pensaba en sus estudios, más de lo estrictamente necesario.

Estaba plácidamente dormida, con el peluche del mono en cama, cuando la puerta de su habitación se abrió de golpe y pronto, empezaron a sonar voces de enfado. La chica apretó los ojos, deseando que sólo fuera una pesadilla, pero sabía que era real y que tenía que levantarse.

- Ahora sí que estás, ¿eh? – dijo Kim – Ahora. A casi las nueve de la noche. A esta hora sí que estás.

- ¿Qué pasa, te vas por la ventana o algo? – dijo Anne con descaro.

Liora la fulminó con la mirada. La chica iba a contestar, pero se lo pensó dos veces y se mantuvo detrás de Kim, condenándola con la mirada.

- ¿A dónde vas todas las noches? ¿Qué haces durante esas horas? ¿Eh? Venga, contesta – dijo Kim.

- No es normal que nunca estés en tu habitación. No es normal que por la mañana no estés.

- A ver, ¿dónde estabas cuando te mensajeé? – dijo Kim.

La chica suspiró. El mensaje se lo había enviado a las nueve, hora local, siendo las cuatro de la tarde en Seúl. En ese momento, Liora, se dio cuenta del mucho tiempo que había estado en la capital sur coreana: había estado como mínimo, dos horas más en Corea, antes de volver a casa.

- ¡Contesta! – apremió Anne.

- ¿Por qué tanto interés de repente? – dijo Liora, emulando tranquilidad – No sé por qué ahora os interesa tanto mi vida.

- ¿Qué coño? – dijo Kim.

- Eso mismo digo yo – dijo Liora, levantándose de cama.

Estaba vestida. Había llegado tan casada de Seúl, que ni se había molestado en ponerse el pijama para dormir. Sencillamente, se había metido en cama tal cual. Cosa en la cual, ambas chicas, se fijaron minuciosamente, haciendo que un destello de complicidad, apareciese en sus ojos.

- ¿Y te acuestas vestida? – dijo Kin señalándola.

- Lo normal – dijo Anne.

- No sería la primera vez que os lo veo hacer – dijo Liora con la mayor de las sonrisa – Os recuerdo que siempre que os emborracháis, sobre todo tú, Anne, os acostáis completamente vestidas y maquilladas.

- ¡No es lo mismo!

- ¿Ahora eres mi madre, Anne? – dijo Liora – Porque si es así, no me había enterado.

- ¿Nos vas a decir a dónde vas o no? – dijo Kim - ¡Oh, es cierto, que te vas a Corea!

- No, Kim, de esta vez estuvo en Narnia – se burló Anne.

- O en el País de las Maravillas – dijo Kim.

Liora apretó los puños y los dientes. Las chicas empezaron a reírse de sus propias gracias, pero eso no hizo más que empeorar el estado de la otra chica. Intentando ignorarlas, agarró su teléfono, y salió de ahí con paso firme. Se calzó con rapidez, escuchando de fondo las risas de sus supuestas amigas y, se fue de casa dando un portazo.

Era de noche y no tenía a dónde ir, pero le daba un poco igual. Cualquier lugar era mejor que su casa. Estaba agobiada y harta. Harta de que insinuaran que estaba loca, harta de que sólo la creyera Eric, harta de sólo poder confiar en Johnny. Anhelaba su vida de antes, aunque realmente sólo anhelaba a sus amigas. Pero creía que ya nunca volverían a serlo. No después de aquello.

Behind The Wall [NCT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora