Capítulo 41

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La chica apareció en mitad de un pasillo oscuro. Al final del pasillo, o lo que ella consideraba el final, había una paupérrima luz, encima de lo que parecía una puerta, pero su luz era tán débil e intermitente, que tampoco se podría saber a ciencia cierta. Liora avanzó un poco, con los brazos extendidos, para intentar no chocar contra nada. Cuándo llegó a la luz, comprobó que realmente estaba sobre una puerta, una puerta metálica. No sabía dónde estaba ni qué hacía en aquel lugar que, empezaba a darle miedo. No encontraba el pomo y tampoco escuchaba ruido alguno. Quería salir de ahí.

Estaba ya desesperándose, cuando una puerta, justo al otro extremo del pasillo, se abrió, haciendo que un potente haz de luz iluminase aquel lugar, y dejando ver a los chicos de NCT. Liora, que en un momento, se había quedado quieta, bajo la lucecita roja, corrió a ellos, abrazando a Doyoung, que era el que más cerca de ella estaba.

- ¿Tanto te alegras de verme? - dijo él, sonriendo.
- Llevo aquí como unos quince minutos o más, sola, en mitad de este horrible pasillo, son saber ni en dónde estoy ni a dónde ir - se quejó Liora.

Los chicos le hicieron unas caricias, tanto en el pelo como en la espalda para reconfortarla.

- Pues estamos en una sala de ensayos - comentó Taeil.
- ¿Y la vuestra? - inquirió Liora.
- Estos días no podemos ensayar en la de siempre - comentó Taeyong.
- Pero es temporal - aseguró Johnny.
- ¡Hey, tenemos que celebrar tu cumple aquí! - dijo Yuta.
- ¡Sí, hay que hacerlo! - dijo Jaehyun - Ya tenemos todo planeado. Así que, ¡prepárate!
- Así que... ¿hoy se sale? - inquirió Liora.
- ¿Mañana hay que hacer algo importante? - inquirió WinWin - ¿No, verdad?
- Mañana es viernes - rio Haechan - Pero no, no hay nada que tengamos que hacer hasta el domingo.
- Pues todo perfecto - dijo Yuta.

Los diez se fueron para casa, previamente parando a por comida en un restaurante cercano. Cuando llegaron a casa, JungWoo y Yukhei, discutían sobre las toallas del baño, pero, al ver a Liora, ambos pararon y corrienron junto a ella.

- ¿Por qué os peleais por una toalla? - rio Liora.
- ¡JungWoo ha usado mi toalla! - protestó Yukhei.
- Pero tú ensuciaste la mía y no la lavaste - acusó JungWoo.
- Esto... mejor no me meto - volvió a reir Liora, mientras iba a saludar al resto de los miembros.
- Liora, ven aquí - pidió Taeyong.
- ¿Pasa algo? - inquirió ella.
- No nada - contestó el líder.
- Pero queremos enseñarte una cosa - dijo el mayor.

Los chicos estaban agolpados en la sala, delante de la chica, la cual, estaba mirando por la ventana. No entendía qué querían de ella, pero se sentó en el sofá, esperando a que ocurriese algo.

- Ponte esto - dijo Kun, extendiéndole una venda.
- ¿Por qué? - inquirió Liora, desconcertada.
- Bueno, mejor se la ponemos nosotros - dijo Jaemin - Así nos aseguramos que no ve nada.

El chico le vendó los ojos a Liora, asegurándose que ni siquiera viera la sombra de los chicos que estaban delante de ella.

- Ahora, tienes que levantarte - anunció JungWoo - Ven, que te ayudo.
- ¡Guiadme bien! Que no me quiero dar un golpe.
- Déjame guiarte - dijo Haechan.
- Tú no - rio Liora - No me fio de tí.

Liora, guiada por JungWoo, salió de la sala y anduvo por el pasillo, aunque no sin miedo de que, encualquier momento, poder chocar contra algo. Pero entonces pararon.

- Da unos pasos más - dijo Doyoung - Pero hacia delante.
- Suponía que era hacia delante - sonrió ella.

La chica dio unos pasos hacia delante. Exactamente tres pasos, pero ellos le insistieron en que diera unos pocos más. Cuando consideraron que ya era suficiente, le dijero que se quedara muy quieta y la orientaron como ellos querían.

- Chicos empezais a asustarme - rio Liora - ¿Qué se supone que tenéis pensado?
- Venga, quitadle la venda - rio Ten.

Jeno se adelantó hasta Liora y le quitó la venda de los ojos. La chica estaba completamente atónita. De hecho tardó un rato en procesar lo que tenía delante de los ojos.

Estaba delante de una cama, con una bonita funda rosa con fresas. Sobre ella estaba su peluche en forma de conejo y varios paquetes de regalo, de variados colores, formas y tamaños. La parte de la pared en la que estaba la cama, estaba pintada en un tono rosado, pero muy muy claro, como si quien lo pintara hubiera tenido miedo de que fuera muy empalagoso. Al lado de la cama había una mesilla blanca, a juego de con la cama, con una bonita lámpara de noche. Al fondo, justo al lado del otro armario, había uno completamente nuevo y, como no, haciendo juego con el resto de muebles. Liora estaba más que abrumada. Tenía su propia cama, con su propia parte de la habitación, especialmente decorada para ella.

- Chicos, esto es demasiado - dijo la chica, emocionada, con los ojos vidriosos - ¡Ten, sabía que me dejarías tu habitación!

La chica abrazó al tailandés con fuerza, y luego siguió observando la cama.

- ¿Qué, no los vas a abrir? - sonrió Johnny.
- Sí, ahora - dijo ella.

Liora separó con cuidad uno de los paquetes, para poder sentarse en el colchón y, con la cabeza dándole vueltas, estiró la mano para coger el paquete más cercano a ella. Era un paquete pequeño, y pesado. Ella lo abrió y, con sorpresa descubrió un móvil completamente nuevo. La chica no se lo creía. Tenía en sus manos un iPhone 7 Plus.

Miró para sus amigos y todos sonrieron y la animaron a que siguiera abriendo el resto de los paquetes. El siguiente que abrió fue una cámara de fotos Sony y el siguiente, un ordenador MAC.

- Os habéis pasado - dijo ella.
- Pues aún no has abierto ni la mitad - rio Jisung.
- Anda, no te quejes - dijo Jaehyun - Que así ya tendrás para quitar buenas fotos y un buen ordenador para estudiar.

Ella sonrió.

El siguiente paquete que abrió, no le hizo el menor sentido. Era un collar, rosa de cuero de imitación, con unas circonitas semejando diamantes. ¿Qué clase de broma era aquella? Realmente no lo comprendía. Pero, no les dijo nada y siguió abriendo más paquetes. Todos aquellos paquetes eran cosas para perros. Realmente, no entendía a qué venía aquello.

- ¿Qué clase de broma es esta? - rio Liora, sin comprender.

Los chicos rieron y, haciéndose un hueco entre el resto de los chicos, Mark, se sentó al lado de Liora y le extendió una manta azul y abultada, que según la chica la cogió se movió, dejando al descubierto un cachorrito color canela, tan chiquitino, que cabía a la perfección en la palma de su mano.

- ¡Pero si es un precioso cachorrito! - exclamó Liora, achuchándolo.
- Cachorrita - puntualizó RenJun.
- ¡Es preciosa! - dijo Liora.
- ¿Cómo vas a llamarla? - preguntó WinWin.
- No sé... - dijo mirándo para la bola de pelo que era la perrita.

Estuvieron todos un rato, mirando para la cachorrita de pomerania, intentando decidir un nombre apropiado para ella.

- Ya lo tengo - dijo Liora, de pronto - Se llamará Mond.
- ¿Mond? - inquirió Taeyong.
- Es luna en alemán - dijo Liora - Mi pequeñita y preciosa Mond.

Estuvo un buen rato, haciéndole tonterías a la perrita y poniéndole el collar que le habían regalado. Estaba más que emocionada, tras diecinueve años, al fin tenía un perrito. Además, la pequeña Mond, era suave como la seda y parecía juguetona.

- Cuando quieras comemos - dijo Taeil.
- Sí, sí. Ahora voy - dijo Liora, acostada en su cama, con Mond sobre ella.
- Pues ya vendrás - dijo el mayor, volviendo a cerrar la puerta de la habitación.

Para entonces, Liora ya había enviado fotos de su nueva habitación y perrita a todos sus amigos y padres incluídos, los cuales se enfadaron porque se hubiera ido del país sin avisar. Pero no le importón.

Aún estaba acostada, jugando con Mond, cuando giró la cabeza y chocó contra algo duro. Separó la almohada y descubrió un paquete que no había visto antes. Abrió el paquete, y descubrió una perciosa y hermosa Pullip de Alicia. La chica se quedó un poco en shock, sin reaccionar, únicamente acariciando a Mond, por inercia.

- NAKAMOTO YUTA - llamó Liora, abriendo la puerta de su cuarto - ¡VEN!
- Sí.

Cuando Yuta entró en la habitación, Liora seguía con Mond en el regazo, acariciándola, mientras observaba su nueva muñeca.

- ¿Por qué? - inquirió ella.
- ¿Por qué no? - sonrió él.
- Yuta... - murmuró Liora - No tenías porqué... es más... es demasiado.
- No digas nada, sólo disfruta de tu regalo.

El chico se sentó a su lado, acariciando a la perrita que estaba en el regazo de la chica. Liora lo miró y no pudo evitar suspirar ligeramente. Quería decirle muchas cosas y no sabía ni tan siquiera si sería una buena idea ni por dónde empezar.

- Esto... - susurró - te eché de menos.

Yuta que, a pesar de haberlo susurrado lo más bajo que había podido, la había escuchado, miró para ella, esperando a que dijera algo más.

- Y... si no te llamé más veces fue porque... - cogió aire - me daba vergüenza hacerlo.
- Me sorprende que digas eso - comentó Yuta.
- Pero... me di cuenta de que... bueno, de que... me gustas demasiado y además, el otro día, dormida te llamé.
- ¿Si estabas dormida cómo sabes que me llamaste?
- Me lo dijo mi madre - concluyó la chica - A veces, cuando se levanta por la noche, entra en mi cuarto y me arropa, es una costumbre. Y me dijo el otro día que cuando fue murmuré... - le daba vergüenza decir, pero al final lo hizo - murmuré senpai.
- ¿Senpai? Vaya, vaya, si estaba claro que acabarías llamándomelo - dijo sonriendo con un toque pícaro - Al fin y al cabo, siempre serás más joven que yo.
- Yuta... - murmuró Liora - ¿sólo tienes eso que comentar?

Liora estaba roja y no era capaz de alzar la vista, por lo que, se concentraba en juguetar con su perrita, mientras esperaba a que Yuta, dijera algo.

- Yo también te eché de menos - confesó Yuta - Y me hace gracia que vayas actualizando tu información sobre lo que sientes - rio.
- Es que nunca me lo llegué a replantear - dijo Liora - Es decir... estaba tan acostumbrada a este sentimiento, a este nerviosismo cuando estoy contigo que... nunca lo pensé.

El japonés sonrió.

Tenía ganas de hacerlo, muchas, demasiadas. Yuta estaba muy cerca de ella, tanto que podía oler acondicionador de coco que a veces usaba. Hasta ese momento no se había dado cuenta de lo mucho de menos que había echado ese olor. Lo miró de reojo; la vista era magnífica. Él sonreía, mientras jugaba con Mond. Miró para Liora, con esa sonrisa suya, que tan débil la hacía, y con los ojos brillándole. Era hermoso. Sin pensarlo más, se acercó a él y lo besó. Lo besó, con todas las ganas que tenía acumuladas, imprimiendo en él, todos los sentimientos que procesaba por él.

- ¡Vaya! - dijo Yuta, impresionado, mirando para Liora - Esto... ¡vaya!
- Pero míralo a él, que no puede ni hablar ante un besito de nada - dijo Liora riendo.
- ¿Besito de nada? Creo que tienes los términos un poco confundidos - sonrió él - Porque esto, como mínimo es besazo.
- Me da igual lo que estéis haciendo vosotros dos, pero Liora, ¡tienes que comer! - dijo Doyoung, abriendo de golpe la puerta de la habitación - Lo que estéis haciendo ahora mismo, lo podéis dejar para el postre.
- ¡Doyoung! - protestó Yuta.
- Sí - contestó Liora.

Todos eran conscientes de que Liora no se opondría a Doyoung. No sabían muy bien el por qué, pero era al único al que le hacía caso y le obedecía, en todo momento y en lo que fuera.

- ¿Puedo llevarme a Mond conmigo? - inquirió la chica, con la perrita en los brazos.
- Sí, claro - contestó Doyoung - Pero, vamos a comer, que tienes que hacerlo.
- Por mí no te preocupes, eh - dijo Yuta.
- Tú no tienes problemas de alimentación - espetó Doyoung - Vamos Liora.

Los chicos se dirigieron a la cocina, para comer junto al resto del grupo. Liora no soltaba a Mond, hasta que al final, Taeyong, se la cogió de los brazos y el resto de chicos empezaron a jugar con ella, mientras la chica comía.

- ¿Quién de vosotros tuvo la idea de la decoración de mi cuarto? - inquirió Liora.
- Fue más o menos entre todos - contestó Yukhei.
- Sabemos que te gustan las cosas cutes y kawaiis, así que, elegimos entre todos lo que podría gustarte - dijo Johnny.
- No fue muy dificil.
- ¿Y los muebles? ¿También entre todos?
- Sí.
- Prácticamente lo escogimos todo entre todos - rio Haechan.
- Entiendo... ¿y a Mond? Porque, supongo que alguien escogería qué perrito me íbais a regalar - preguntó Liora, volviendo a tener a Mond entre sus brazos.
- Ah, sí eso sí que llevó más tiempo - reconoció Taeyong.
- Porque la habitación, fue bastante sencillo y rápido de decidir - comentó Yuta.
- ¿Entonces?
- Queríamos un perro de raza pequeña, ideal para un piso - empezó Jaehyun - Así, siempre lo podrás acomodar, estés dónde estés y en el piso que sea.
- Exacto - dijo Kun.
- Pero, luego, para decidir exactamente qué raza sería la ideal para tí... eso fue bastante complicado - dijo JungWoo.
- Nunca hablaste de una raza o un tipo de perro que te gustase en particular - comentó Doyoung - Simplemente, hablas de perros.

Liora sonrió asintiendo.

- Así que... basándonos en todas las cosas que te gustan, especialmente en peluches - rio Taeyong - Decidimos regalarte un Pomerania.
- Realmente nosotros escogimos un Pomerania - dijo WinWin, señalándose a sí mismo y a Jaemin - Pensamos que un perro que es un pompón andante, sería lo ideal para tí

La chica iba a hablar, pero Yuta la interrumpió.

- Pero ahí hubo más problemas - rio - ¿Qué color?
- Cierto - aseguró Kun - Los hay blancos, canela, marrones y negros, negros, negros y blancos... ¿Cuál te gustaría?
- Rápidamente deshechamos el negro - dijo Chenle - Por ser feo, al igual que al negro y marrón y blanco y marrón.
- Es decir, todos los bicolores - rio Liora.
- Exacto. A ninguno nos gustaban - dijo RenJun.
- A mí me gustaba el marrón y negro - comentó Johnny.
- No nos gustaban a la mayoría - rectificó el chico.
- Y en ese punto, fue difícil por cuál decantarnos - dijo Mark - Pero Taeyong nos iluminó.
- Sí, bueno - sonreía Taeyong, un poco colorado - Los perros blancos se manchan con facilidad y se ven feos y... como se pueden manchar, decidimos marrón claro o canela.
- ¿En serio habéis decidido el pelaje de mi perrita por cuánta suciedad puede disimular? - rio la chica, observando, divertida, a la poeltita de pelo que dormía sobre sus rodillas.
- Fue el factor decisivo, sí - dijo Taeil.
- Y la pregunta decisiva - dijo Haechan - ¿realmente te gusta ese color? - rio.
- Sí, es mi color favorito en un pomerania - sonrió Liora - Son super monos.

Todos respiraron aliviados.

Cuando terminaron de comer, todos salieron del piso. En un principio, habían planeado ir todos a pasear con Mond y, de paso, comprarle una tarta con velas, a Liora. Pero, estando de camino hacia el Parque Hangang, cuando los chicos recibieron una llamada de su mánager, para que fueran a verlo de inmediato. Por lo menos, Liora era consciente, de que sólo iban a estar un rato retenidos en la agencia.

- Os espero por aquí - dijo Liora, en la planta baja del edificio, con su perrita en la mano.
- Vale. Volvemos ahora.

En un principio le había extrañado que requirieran a los dieciocho chicos, pero luego, no le dio mayor importancia.

Por primera vez desde que iba a aquel edificio, lo vio realmente abarrotado. La chica daba pequeñas vueltas por las inmediaciones, intentando matar un poco el tiempo.

- ¡Pero qué cosita más linda y peludita tenemos aquí! - exclamó Sehun, con vocecita y morritos, extendiendo la mano hacia Mond - Ya había oído hablar de tí, pero no sabía que fueras tan pequeñita y bonita. ¿A qué quieres venir con el tito Sehun? ¿A qué sí?
- Yo también exitos, Sehun - dijo Liora, cuando le pasó a la perrita.
- Oppa - replicó él, dándole un pequeño capirotazo en la frente - No eres de mi edad como para nadar por ahí llamándome por mi nombre.
- Bueno, al menos me has hablado - dijo Liora.
- Es que primero tenía que saludar a la recién llegada - dijo sonriendo y devolviéndole la perrita a su dueña - ¿Qué tal?
- Muy bien.
- ¡Felicidades! Que casi se me olvidaba - exclamó el maknae de EXO con euforia.
- Gracias, muchas gracias - contestó Liora.
- Es una pena que no sepa dónde está JongDae... - dijo pensativo - En fin, supongo que tendrás que venir conmigo. Sígueme, vamos.
- ¿A dónde?
- Ya verás. No hagas preguntas, que ya pronto llegamos.

La chica se conformó y rápidamente empezaron a hablar de todo un poco. Sehun le recriminó que no hubiera ido a ninguna de sus promociones de comeback.

- Ahora, quédate ahí, quieta, muy quieta - dijo él.
- Vale, vale.
- ¿En serio, dónde están el resto cuándo se los necesita? - bufó - Toma.
- ¿Qué es esto? - inquirió Liora, con un paquete en las manos.
- Es un regalo - sonrió Sehun - De nosotros, para tí. Aunque no lo parezca, es parte de todos. No sólo mío. Venga, abrélo.

Liora abrió el paquete. Era The War, otra vez. Pero con la diferencia de que ese ejemplar, estaba firmado y dedicado por todos los miebros del grupo. Le hizo ilusión, y no podía ni negarlo ni disimularlo. Tenía las firmas de EXO. Eso era genial.

- Oppa... esto es genial - exclamó Liora, atónita - En serio, nunca pensé que tendría dos veces el mismo CD y que sería porque uno me lo habéis firmado vosotros.
- ¿Espera, quién te lo regaló?
- Mis padres.
- Ah bueno, da igual. El nuestro es mejor - rio.
- Lo firmásteis todos - dijo sorprendida - Incluídos Xiumin y Baek.
- Claro. A todos nos caes bien. Sí, en serio. A Baek le caes bien. Y a Xiumin también, lo que pasa es que... Bueno, si quiere que te lo explique él, no soy ningún mensajero.

Behind The Wall [NCT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora