No había pasado nada interesante entre el miércoles y el viernes por la tarde. Absolutamente nada. Lo más interesante que le sucediera fuera haber quedado con Patrick y una amiga el jueves. Pero aun así, la salida con ambos tampoco había sido nada fuera de lo normal, como para considerarse interesante o emocionante. Solo había sido eso: tres amigos divirtiéndose por la noche, intentando olvidar un poco los estudios.
Puede que no hubieran sido unos días interesantes, pero sí un poco estresantes y preocupantes. No por estudios ni por problemas, sino porque a Liora se le olvidara su teléfono en Corea. Al llegar a casa el jueves por la mañana, con el agotamiento se quedara dormida y, fue al despertarse, pasado el mediodía, cuando notó las usencia de su teléfono. Ningún tipo de alarma la había despertado para no saltarse las clases. Había estado antes sin teléfono, pero nunca como aquella vez. Más allá de tener que avisar a sus padres cuando llegara a casa y de la necesidad imperante de estar siempre comunicada con los demás, la preocupación de Liora no radiaba en ello. Su preocupación se hallaba en si alguno de los chicos lo encontraba y curioseaban la galería de imágenes o el reproductor de música. Ahí era en dónde se centraba su preocupación.
- Kim, ¿me dejarías tu móvil para avisar a mis padres de que ya voy para allá? –le preguntó Liora a su amiga, asomando la cabeza por la puerta de su habitación.
- Sí, claro – contestó la chica – Está en la mesilla.
Por primera vez en mucho tiempo, Liora entró en la habitación de Kim. Cogió el teléfono y marcó de memoria el teléfono de su madre. Tras avisarla, volvió a dejar el móvil en dónde estaba.
- ¿Aún no encontraste tu móvil? – inquirió Kim.
- No. Todavía no – contestó Liora.
- Seguro que se te coló por algún sitio, se quedó sin batería y no lo encuentras – dijo Kim sin darle mayor importancia.
- No creo. Me parece raro que pasara eso. Además, noté su ausencia, cuando volví de la compra.
Realmente no había sido así, pero como cuando se despertara y maldijera a todo el mundo por haberse dejado el móvil en Seúl, Kim no estaba en casa, había dicho que no se diera cuenta hasta regresar a ella.
- Seguro que sí – repitió Kim – Ya verás que cuando hagas una buena limpieza, lo vas a encontrar.
- Ojalá, aunque sigo creyendo que me calló en la calle.
No se volvieron a decir nada más. Aquella había sido la conversación más larga, animada y amigable en mucho tiempo. Aunque a Liora se le seguía haciendo difícil aquella situación, tenía que admitir que las largas conversaciones con Johnny la habían ayudado mucho y, cada vez la veía más como una mera compañera de piso a la que desconocía que como la amiga que había sido.
- Adiós – se despidió Liora antes de cerrar la puerta.
A pesar de haber salido de casa con tiempo, llegó con el tiempo justo a la estación y tuvo que correr por el andén, para asegurarse un sitio en el tren. Una vez sentada, volvió a respirar tranquila. Le quedaban tres largas horas por delante y lo que era peor, no tenía móvil. Por desgracia para ella, sólo podía usar su iPod para entretenerse, pues había decidido dejarse el portátil en casa.
Las horas pasaron lentas y aburridas, pero al fin, se divisó, a través de la ventana, los farolillos de la estación. No veía el momento en que el tren se parara para poder salir de ahí. Cuando al fin se detuvo, salió rápidamente del vagón, caminó rápido por el andén, hasta que al fin se montó en un taxi, para que la llevara hasta casa. Cuanto antes llegara a casa, antes podría ver a Eric. Por suerte para Liora, el trayecto desde la estación hasta su casa, era corto.
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Behind The Wall [NCT]
FanficTodo comienza cuando Liora se compra un póster de su grupo favorito, NCT. Desde ese momento, se empiezan oír cosas raras en su habitación, hasta que un día, cae a través del póster, apareciendo en la sala de estar de la casa de su grupo favorito. Pe...