Behind The Wall [NCT]

Capítulo 28

El corazón le latía con rapidez y la cabeza le daba vueltas. Sentía temor, y cómo una gota de sudor frío corría por su nuca. Estaba nerviosa, preocupada y no era capaz de adivinar el motivo. Pero entonces, sentada sobre la cama, ya sin ninguno de los chicos en la habitación, se dio cuenta de lo que sucedía: era lunes. Al fin el temible día había llegado. No sabía qué hora era, pero sabía que desde luego no faltaría mucho para que en Alemania fuera día y descubrieran los estropicios que ella y sus amigos, habían dejado en el instituto.

Pálida como la nieve, se levantó de cama y anduvo por la casa. Estaba tan ensimismada en sus pensamientos, que ni se dio cuenta de que reinaba un sospechoso silencio. Nada. Sólo pensaba en qué haría cuando saliera en las noticias matutinas. Pero entonces, se topó con una nota en la nevera. En ese instante, volvió en sí. La nota era de uno de los chicos y decía: "Sentimos irnos sin que hayas despertado, pero no nos pareció bien despertarte para nada. No creemos que volvamos hasta la hora de la comida. Por favor, come. P. D: los Dreamies queiren que los vayas a buscar. P. D. 2: si necesitas algo, llama".

Tras leerla, la chica se encogió de hombros. Estaría sola toda la mañana. Tenía claro que pasearía por la ciudad, pero no sabía qué hacer. Por lo que, después de desayunar y ducharse, salió a la calle, más perdida que nunca y dejó que sus pasos la guiaran. Sabía más o menos hacia dónde debía ir, pero tenía un cierto miedo a perderse.

Sus pasos la encaminaron hacia un DogCafé y no pudo evitar pararse delante de él. Siempre le habían gustado los perros y siempre había querido tener uno. Desgraciadamente esto último, nunca había sucedido y tenía la impresión de que aún estaba distante en el tiempo. Quería entrar y achuchar a todos los perros que hubiera ahí dentro. Pero, dudaba en si admitirían tarjeta y, de ser así, si admitirían su tarjeta.

- ¿Una amante de los perros?

Liora se giró hacía el luegar del que procedía la voz y descubrió que a su lado estaba un chico, con gafas ligeramente circulares y un cubrebocas negro. No tardó en reconocerlo y, al hacerlo, no pudo evitar enrojecer.

- Sí, me gustan mucho – contestó la chica.

- No esperaba encontrarte por aquí y mucho menos sola – dijo el chico.

- Hoy sí – dijo Liora – Tuvieron que salir y, obviamente, no me iba a quedar encerrada, teniendo Seúl delante de mí.

La chica sonrió ampliamente, pero, en ese instante se dio cuenta de que tenía ojeras y que una espinilla en la barbilla, había arruinado su piel. A pesar de haber intentado cubrir ambas cosas con maquillaje, el que encontrara en el baño no era de su tono y, considerando que no era algo de primera necesidad como para molestar a los chicos, decidió pasar del tema. Pero en aquellos instantes, estando frente a Baekhyun, se sintió mal por ello.

- ¿Qué pasa? – preguntó Baekhyun, al ver que Liora, instintitvamente se tocaba la barbilla.

- No, nada – dijo ella.

- ¿Es por la espinilla? – dijo él - ¿Te preocupas por eso?

- Es sólo que... el maquillaje... bueno... no es que... - balbuceó.

- Tú nunca me viste sin maquillaje, ¿verdad? – dijo el chico riéndose – Bueno, hoy no cuenta. Pero créeme, que las he tenido más y más llamativas, incluso con maquillaje.

La chica sonrió. De alguna manera, se sentía reconfortada.

- ¿Vas a entrar? – le preguntó.

- Puede – dijo ella.

- ¿Puede? – rio - ¿Quieres?

- Claro – dijo ella.