Capítulo 6

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La tranquilidad que se respiraba dentro del cuarto, le parecía asfixiante. Todo estaba sumido en un profundo silencio y la oscuridad se rompía, por pequeños haces de luz de las farolas, que se colaban a través de la persiana. Cuando amaneciera por completo, todo volvería a estar como antes y sabía que añoraría más que nunca estar al otro lado del póster.

Un tanto resignada por lo que podría pasar aquella mañana, se metió en cama, pero en seguida sus pensamientos se alejaron de ahí. Los momentos de las intensas horas vividas con Johnny aquel día, regresaron a ella de improvisto, haciendo que, sonriese inconscientemente. Sin apenas darse cuenta, una extraña sensación de calidez la embriagó, haciéndola sentir feliz. No se dio cuenta, pero se quedó dormida sonriendo.

Cuando se despertó, cerca del mediodía, pudo escuchar las voces de sus dos amigas procedentes del exterior. Liora, estuvo un rato sosteniendo el pomo de la puerta, pensando en si realmente sería una buena idea salir de la habitación. En otras ocasiones, haber escuchado a sus amigas en casa, había significado alegría. Pero ahora, sabiendo lo que había pensado Anne y seguía pensando y lo que pensaba Kim, sobre ella, no creía que fuera algo bueno estar con ellas. Respiró profundamente, se preparó para lo peor, y salió de su habitación. Al llegar a la sala, se encontró a ambas chicas, sentadas en el sofá, charlando tranquilamente, pero al escucharla, se giraron y la miraron con seriedad.

- ¿Pasa algo? – dijo Liora al ver sus caras - ¡Ni que fuerais a un funeral!

- Queremos hablar contigo – dijo Kim.

Algo malo estaba a punto de pasar; de eso no le cabía menor duda a Liora. Sin embargo, se acercó a dónde estaban sus amigas, pero en vez de sentarse en el sofá, se quedó de pie, frente a ellas.

- Soy todo oídos – dijo cruzando los brazos.

- Hemos pensado en que deberías de ir al médico – dijo Kim suavemente.

- Seguro que te ayuda – dijo Anne.

- ¿Qué? – dijo Liora atónita - ¿Un médico?

- Puede que suene mal, pero tú tranquila – siguió Kim – El estrés y la ansiedad hacen mucho. Además, están para ayudarte.

- ¿Insinuáis que tengo que ir a un psicólogo o psiquiatra? – dijo Liora, arqueando una ceja.

- No es nada malo – intervino Anne – La mayoría de personas van al psicólogo.

La chica no pudo evitar sonreír. No porque la divirtiera aquella situación, sino porque la tensión del momento era lo único que le permitía hacer.

- Además, seguro que es por las clases. Al fin y al cabo este año está siendo duro en muchos aspectos – dijo Kim.

- Gracias por vuestro interés – dijo Liora con condescendencia.

Sin decir nada más, volvió a su habitación. Pasó el cerrojo a la puerta, cogió el portátil de la mesa de estudio y se acostó sobre su cama. Apática y más deprimida que nunca, decidió ver series, con la esperanza de olvidar lo que sus amigas le dijeran en la sala. Pero este plan no funcionó. Cuando se fue a la cama aquella noche, después de verse una temporada al completo, le seguía pareciendo que aquella conversación ocurriera apenas unos segundos atrás.

Después de dos horas dando vueltas en cama, sin conseguir conciliar el sueño, Liora decidió levantarse de cama. Más que nunca, tenía la esperanza de encontrar el póster difuminado y, por suerte, estaba así, pero no salían voces de él. Aunque se extrañó un poco, no se lo replanteó: se vistió y se dejó caer a través del póster.

Behind The Wall [NCT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora