Salimos de la habitación ya cambiados y bajamos las escaleras para ir al comedor.
Al entrar estaban todos, y a "todos" me refiero a Zed, Lenna, Drake y Michael.
—Buenas tardes.—Dicen al unísono.
—Buenas tardes.—Contestamos Demon y yo.
—Y...¿se divirtieron mucho anoche?—Preguntó Lenna moviendo las cejas repetidamente.
Demon y yo nos paralizamos y abrimos los ojos como platos.
—¿Cómo no se van a divertir?—Inquirió Zed burlón.—Oh Asher más, más por favor, oh Victoire eres genial en esto.—Intentó imitar nuestras voces.
Todos los demás reventaron a carcajadas mientras que yo me empezaba a poner como tomate. Demon al ver mi reacción se empezó a reír pero, al ver mi mirada fulminante se calló de golpe.
—Basta chicos, no es gracioso.—Intentó parecer molesto pero había una chispa de diversión en sus ojos.
—Bien, bien, ya nos vamos a callar, solo que la próxima vez intenten ser más silenciosos. Me gusta dormir—Comentó Zed.
—¿Y quién dijo que iba a ver próxima vez? Ella va a ser una chica difícil ¿no es así Victoire?—Dijo Lenna divertida.
—Cállate que luego me intentará clavar un lapicero.—Dijo Demon tomándome de la cintura.
—¡Demon!—Lo reproché y los demás se volvieron a reír.
—Oye amigo ¿me prestas a tu chica?—Preguntó Lenna.
—¿Para qué?
—Quiero comprar ropa y estoy segura que ella estaría encantada de ir junto conmigo.
—Ella no saldrá de aquí.
—¡Vamos! Aquí no hay peligro, además ustedes ya se arreglaron y no te tendrás que preocupar porque quiera irse.—Replicó.
—Dije qu...
—Demon ¿podría ir?—Lo corté.—Además es cierto necesito ropa y estamos a kilómetros de Alaska, no hay peligro aquí y tampoco intentaré escapar.
—Siempre habrá peligro en todos lados, no te quiero exponer a nada.
—Confía en mi, sé que tienes asuntos que resolver, pero bien podrías mandar a uno de tus hombres por si eso te tranquiliza.
Se quedo pensando unos minutos debatiéndose entre si dejarme ir o no, así que utilicé mis dotes femeninos para persuadirlo un poco.
—Si me dejas ir, compraré lencería y te la mostraré hoy en la noche mientras me haces tuya.—Le susurré sensualmente en el oído.
—¿A qué hora piensan ir?.—Preguntó más animado.—Pero mínimo van a ir con 2 de mis hombres.
—Por mi no hay problema ¿y por ti?—Le pregunté a Lenna pero ella negó con la cabeza.—Bien entonces 2 hombres serán.—Me acerqué a su oído.
—Gracias. Te quiero.—Le susurré.
—O—
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The Colors Of Death: The Black.
ActionLas obsesiones son malas, pero son hermosas cuando la obsesión es correspondida. La vida da muchas vueltas, unas son buenas, otras no tanto, pero siempre terminan con un propósito. Un día puedes estar tranquilamente en tu hogar, y en el otro estás h...