Las obsesiones son malas, pero son hermosas cuando la obsesión es correspondida.
La vida da muchas vueltas, unas son buenas, otras no tanto, pero siempre terminan con un propósito. Un día puedes estar tranquilamente en tu hogar, y en el otro estás h...
Demon y yo vamos en su auto hacia la fiesta, Lenna y Drake se fueron en otro separado según Lenna para darnos algo de privacidad, no puede estar ni un segundo callada sin insinuar ese tipo de cosas.
Tampoco es que te quejes tanto..
El auto se detiene y Demon baja para abrirme la puerta, una vez los dos abajo, puedo observar como varias personas vestidas muy formalmente entran a lo que parece ser un castillo.
Y yo que pensaba que la casa de Demon era demasiado grande..
Demon toma mi mano y le da un delicado beso para llevarme hacia dentro.
Una vez ya dentro de la enorme mansión puedo localizar a Lenna haciéndonos señales con las manos para que nos acerquemos hacia ellos junto con los demás chicos, en el transcurso para ir con ella puedo ver como hay personas que me miran muy extrañados, hay mujeres que violan con la mirada a Demon y a mi me miran como si me quisieran asesinar, revivirme y volverme a matar, pero los hombres tampoco se quedan atrás, ellos me miran como si fuera un pedazo de carne.
No quiero ni imaginar lo que están pensando..
Demon al notar las miradas que me dan los demás, pasa un brazo por mi cintura y fulmina con la mirada a todos.
—¿¡Qué miran!?—Dice con una voz demasiado gruesa y potente.
Al decir eso, todos vuelven a hacer lo que estaban haciendo claro, excepto las mujeres que si antes me querían muerta, ahora me querrán torturar.
—Demon, creo que no fue buena idea que yo haya venido aquí.—Le susurro.
—Tranquila, cariño, solo ignóralos.—Me aprieta más la cintura pero sin llegar a dañarme y me besa.
Llegamos donde están los chicos y obviamente no pueden faltar Zed y sus comentarios.
—Vaya, hermano, marcaste territorio a lo macho alfa pecho peludo lomo platead..
—Bien, hermanito, ya entendimos.—Interrumpe Lenna y rueda los ojos.
En eso va pasando un mesero con una bandeja llena de copas de champán, las cuales no duda en tomar Demon para nosotros.
—Para mi chica.—Dice Demon, yo lo veo confundida por sus palabras hasta que veo un hermoso anillo dentro de la copa. Tomo rápidamente el champán para poder tomar el precioso anillo el cual ahora que lo veo bien, tiene una piedra enorme color azul.
—Es uno de los pocos anillos que hay en existencia, solo hay 3 y ahora tú tienes uno de ellos.—Dijo mientras me lo colocaba.
—Demon, no debist..
—Claro que debía, cariño.—Me corta.
—Yo en todo este tiempo no te he podido dar absolutamente nada.—Le dije con un poco de tristeza y sintiéndome apenada, baje la cabeza pero él tomo mi mandíbula y me la levantó para mirarlo a los ojos.
—Nunca bajes la cabeza ante mí, y sobre lo otro, con que estés junto a mi me basta y me sobra, no necesito nada y a nadie más que a ti.
—Aww.—Escuchamos que exclamaban, al voltear pude ver a Lenna viéndonos tiernamente junto a los demás.
—Preciosa, ¿qué tal si les damos algo de privacidad y bailamos un poco?—Le preguntó Drake, a lo cual ella asintió y se marcharon a la enorme pista de baile, los demás nos dieron una última mirada y se retiraron a no sé donde.
—No me gusta como te miran las demás mujeres.—Dije mientras lo abrazaba y miraba como varias mujeres le veían el trasero, MI trasero.
Estas igual de posesiva que cierta personita..
—¿Celosa, cariño?
—Como ni tienes idea.
—Pues no te preocupes por las demás mujeres, yo solo tengo ojos para una —Dijo y me abrazó más fuerte.—¿Qué tal si bailamos?—Preguntó cuando se empezó a escuchar una canción lenta.
—Vamos, cariño.
Me tomó nuevamente de la cintura y nos encaminamos a la pista, vi como mujeres me veían con superioridad y otras con odio, pero a mi ya me importo un carajo.
Si supieran quién mierda soy, malditas perras en celo.
La canción sonaba y nosotros nos perdimos en la mirada del otro, bailábamos al compás de la música, dando a relucir nuestro obsesivo amor, porque eso es lo que era, era un amor obsesivo y enfermo..pero era amor.
Nuestro amor.
Él me ama y yo lo amo, somos unos polos opuestos los cuales, se complementan tan magnífica y perfectamente que incluso podría parecer extraño, pero ¡a la mierda los demás!, él es mío, yo soy suya y se acabo.
—Te amo.—Me dijo antes de inclinarme hacia atrás dando por finalizado el baile y dándome un apasionado beso.
—Te amo, Asher. Mi Asher.—Le sonreí y él me devolvió la sonrisa para luego después, besarme.
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