The Colors Of Death: The Black.

Capítulo 36: Complicado.

P.O.V. Demon.

Lo que en todos estos meses no había sentido, aparece justo ahora..dolor.

Verla de rodillas frente al lago, con su mano protegiendo su abultado vientre y con lágrimas desbordando por sus mejillas. Duele, duele saber que el causante de todo ese sufrimiento he sido yo, únicamente yo. Ella esta de espaldas a mi, pero la puerta no es precisamente muy silenciosa y sabe que estoy aquí, lo que no sabe, es que no estoy con el fin que ella piensa.

Me acerco lentamente a ella, con ahora también lágrimas saliendo de mi, con el alma desgarrada y sintiéndome un completo imbécil.

No me siento, soy un imbécil.

Estando a solo unos cuantos metros de ella me detengo en seco, ella controla sus sollozos y se pone recta sin levantarse, mira hacia el lago que ahora es alumbrado por la luz de la luna llena.

—¿Vas a matarme?—Preguntó sin voltear a verme. Arrojé el diario justo a su lado y ella lo tomó lentamente.—Veo que ya lo sabes...si me vas a matar o hacer algo solo.—Sollozó.—No le hagas daño a mi bebé, deja que nazca y déjalo libre de todo esto.—Yo no pude más y me rompí, sollozos empezaron a salir de mi sin control alguno y mis piernas flaquearon. Caí de rodilla atrás de ella y la abracé pasando cuidadosamente mis manos por su vientre, ella se tensó.

—Perdóname, perdóname.—Repetía una y otra vez.—Fui un maldito estúpido al solo pensar en mi y dejar de lado tus sentimientos, al no ver como te sentías cuando te decía que no quería tener un hijo contigo, joder, te amo, Victoire, te amo como no tienes una jodida idea y a ese bebé que llevas ahora en tu vientre, lo amaré de la misma forma en que te amo a ti, solo..no me dejes de nuevo.—Dije mientras lágrimas empapaban su hombro.

Ella paso sus heladas manos por su vientre y acarició mis manos con delicadeza, Dios no merezco todo esto. La amo y la amaré por toda mi jodida vida.

—Asher..—Susurró.

—No.—La corte.—Soy un monstruo, pensaba en..cosas horribles, todo lo que te haría si te encontraba, yo..

—No eres un monstruo, Asher.—Me cortó y se giro para mirarme a la cara.—No lo eres y nunca lo serás.—Acarició lentamente mi cara para después acunarla entre sus dos manos. Pegué mi frente con la suya sin dejar de mirarla a esos hermosos ojos que me tienen loco desde hace casi un año.

—No estas siendo sincera contigo misma, Victoire.—Paso mi mano por sus mejillas limpiando sus lágrimas, pero no la quito de ahí.—No te merezco, y nunca te mereceré, eres como un jodido ángel caído del cielo, y yo soy un demonio que te ha estado corrompiendo.

—Ninguno de los dos nos merecemos, Asher, sin embar...

—¿Recuerdas lo que me dijiste al comienzo de todo esto?—La corte. Ella me veía confundida, así que empecé a sacar mi arma.—Prometiste matarme si te hacia alguna clase de daño, y ya lo hice..así que adelante, dispara.—Le tendí mi arma.

—Asher, yo no...

—No te pregunté si querías hacerlo o no, Victoire, dispara..¡HAZLO!.—Coloqué el arma en sus manos y me apunté a la cabeza.

—Yo..no puedo hacerlo..no puedo.—Dijo entre sollozos.

—Si, si puedes, confío en que lo hagas.