Capítulo 30. 2/2: Lago y flores.

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El plan estaba hecho, nada podía fallar. Cuando Demon se fuera a una misión, yo me iba a ir de aquí con Zed, él y Lenna tienen una cabaña a unos 20 kilómetros de la mansión de Demon, insistí en que él se quedara aquí pero dijo —Eres como una hermanita para mi, así como he cuidado de Lenna hasta el día de hoy, te cuidaré a ti también, así que no me hagas berrinches que nos vamos tú y yo. He de admitirlo, sus palabras me llegaron muy al fondo de mi, siempre quise tener un hermano y él ahora lo era.

Lenna se quedará en la mansión y nos informará de como este la situación después de que nos vayamos de aquí.

En estos momentos estoy en la habitación viendo tal vez por última vez el desnudo cuerpo de Demon.

—Hey.—Me llama.—¿Estas bien? Te noto rara.

—Claro que estoy bien, solo me duele un poco la cabeza.—Mentí.—¿Ya te irás?

—Si, tengo que ir por un cargamento con Angel, volveré aquí antes de las 6 de la tarde.—Se acerca a mi y me besa.—Te amo, cariño.

Cariño, cariño, cariño..

—También te amo, Asher.—Él se sorprendió al llamarlo por su nombre, casi nunca lo hacía, pero si es la última vez que lo veo, quiero que por lo menos su nombre se quede en mis labios.

Me sonríe antes de darme un beso en la frente e irse por la puerta. Escuchó a los minutos como el motor de la camioneta es encendido y puesto en marcha.

Es ahora o nunca.

Lenna entra a los segundos a la habitación y me ayuda a hacer las maletas antes de que alguien venga y nos descubra, Zed se queda en el marco de la puerta cuidando.

Una vez que terminamos ,Lenna me mira con lágrimas en los ojos.

—Promete que te cuidarás mucho, Victoire.

—Te lo prometo, Lenna, vigila que Demon no haga ninguna tontería y por favor, si llegan a sospechar parte de mi ubicación, desvíalos y mándalos a otro lugar. Nadie puede saber que estaré más cerca de lo que esperaban.

—Lo haré.—Voltea a ver a su hermano, se acerca y lo abraza.—Cuídate tu también, tonto, que no podría soportar que te pasara algo.

—Lo haré, Lenny.—Dice tiernamente, deshace el abrazo y le besa la frente.—Es hora, Victoire.

Tomo la carta que le había escrito a Demon y se la entrego a Lenna. Ella asiente a mi petición silenciosa.

Es por el bien de mi bebé.

Salimos de la habitación con una maleta cada uno y bajamos con cuidado. Zed se acerca a la puerta para verificar si hay alguien y al no haber, salimos disparados hacia su auto, metemos las maletas en los asientos de atrás y después de decirle un breve adiós a Lenna, nos montamos al auto y arranca.

Nueva vida, nuevo hogar, por ti hijo mío.

¿Cómo puedo amar tanto a alguien aun sin haberle conocido? ¿Seras niño o niña?, Esas y otras preguntas pasan por mi mente mientras acaricio mi plano abdomen.

—Serás una buena madre, Victoire.—Comenta Zed después de un rato de silencio.

—Eso espero, quiero ser lo que mi madre quería ser conmigo.—Él me sonríe de medio lado y pisa más el acelerador al no haber carros que puedan impedir nuestro camino. 

El trayecto hacia la cabaña duro unos 10 minutos, no fue hasta que llegamos a la entrada del bosque y nos adentramos a éste, cuando Zed detuvo el auto. 

—Bien, esto es todo lo que el auto puede llegar, el resto tenemos que ir a pie, no hay problema, ¿verdad?—Me pregunta dudoso.

—Por Dios, Zed, claro que no hay ningún problema, los suficientes te he metido ya con todo esto.—Abro la puerta del auto y tomo las maletas.

—Alto ahí, dame dos que se ven pesadas.—Me arrebata dos de mis maletas dejándome con sólo una.

—Estoy embarazada, no inválida.—Replique con los ojos entrecerrados.

—Es mejor prevenir que lamentar, ¿no?—Empieza a caminar y yo lo sigo de cercas hasta llegar a un pequeño río.—La cabaña es río arriba, así que andando, que próximamente tendrás que rodar.—Comenta burlón ganándose un buen pellizco de mi parte.

—Nunca le digas a una mujer gorda, es como cavar tu propia tumba.—Digo mientras lo fulmino con la mirada y paso de él.

—Vale, vale, lo siento, ¿si?

—Sólo porque salvas mi vida y la de tu futuro sobrino o sobrina.—Él me sonrió y seguimos caminando.

Llegamos a una cabaña que, ha decir verdad, estaba hermosa.

—Wow.—Fue lo único que pude articular.

—Hermosa, ¿no?

—Es..perfecta.—Dije como pude.

—Entremos, créeme que te va a encantar por dentro.

Abrió la puerta invitándome a pasar y no me hice del rogar, Zed tenía razón, es hermosa por todos lados.

—Es de un solo piso, pero para Lenna y para mi es suficiente.—Dijo mientras ponía mis maletas en el suelo.—Además mira, ven.—Tomó mi mano y me arrastro hacia un armario.

—¿Un armario?

—No, es EL armario.—Abrió una puerta que estaba en el suelo y pude observar unas escaleras. Empezó a bajarlas lentamente hasta llegar al final.—¡Vamos, Victoire!

Baje por ellas y cuando los dos estábamos abajo, vi que estábamos en un túnel.

—¿A dónde nos lleva este túnel?

—Si quieres descubrirlo, sígueme.

Caminamos por el túnel hasta llegar a otra puerta.

—¿Lista?—Preguntó emocionado.

—Nací lista, Zed.—Me contagié de su emoción.

Movió la perilla de la puerta hasta abrirla por completo, lo que vi me dejo fascinada.

Era un campo abierto, lleno de flores y diferentes tipos de plantas, había árboles al rededor y un hermoso lago de agua cristalina.

—A Lenna y a mi nos encantaba tanto este lugar, que mandamos a construir un acceso directo hacia aquí.—Admire la belleza de todo el lugar y sonreí.

Ahora este era mi nuevo lugar, tenia que aprender a vivir sin Demon..y él tendrá que aprender a vivir sin mi.

y él tendrá que aprender a vivir sin mi

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  —Y— 

The Colors Of Death: The Black. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora