The Colors Of Death: The Black.

Capítulo 24: Dormir.

Despierto por el molesto sol que pega directo a mi cara, estiró mi brazo para tocar a Demon, pero la cama esta vacía, me levanto extrañada ya que él siempre esta conmigo en las mañanas.

Tal vez esta abajo.

Me levanto aún desnuda y voy directo al baño a tomar una ducha. Una vez salgo, me coloco algo cómodo para poder bajar, cuando estoy casi lista y poniéndome la blusa, escucho que abren la puerta, por inercia intento cubrirme mis pechos, pero me relajó cuando veo a Demon mirando directo a mis pechos.

—Buenos días a ti también.—Digo sarcásticamente.

—Eres hermosa.—Ignora olímpicamente mi sarcasmo y se acerca lentamente a mi como si fuera a cazarme.—Eres jodidamente hermosa, y solo mía.—Me quita la blusa de las manos y me acaricia desde la mandíbula hasta mis pechos, me besa ferozmente, cuando estoy a punto de quitarle su camisa, se escuchan varios disparos en la planta de abajo.

—¿Qué fue eso, Demon?—Le pregunto mientras me pongo me la blusa y me arreglo la ropa.

—No tengo ni la menor idea, no bajes de aquí por nada del mundo, ¿bien?—No espera a que le conteste, solamente me da un fugaz beso en la frente  y sale corriendo de la habitación.

Han pasado 10 minutos y los disparos ya se detuvieron pero Demon aún no llega.

No sé que hacer, quiero bajar, demonios. No lo pensé dos veces, tomé el arma que Demon guardaba en uno de los cajones de la mesa de noche, abrí la puerta con cuidado y me acerqué a las escaleras.

Empecé a bajarlas lentamente y sin hacer ruido, veía varios charcos de sangre mas sin embargo no veía ningún cuerpo de donde pudiera provenir.

¿Será sangre de alguno de los chicos?

Rápidamente deseché esos pensamientos de mi cabeza, no podría soportar que algo le pasara a alguno de ellos.

Escucho como algo cruje atrás de mi e intento girar rápidamente, pero alguien me toma la cintura y tapa mi boca para no gritar.

—Shh..silencio, preciosa. No querrás que sea muy malo contigo, ¿verdad?—Dijo una voz roca.

Yo negué lentamente, escondí el arma entre mis piernas para que él no la viera y me fuera peor.

Sentí como la mano que tenia en mi cintura bajaba lentamente hasta mi trasero y lo apretaba.

—Creo que hoy nos divertiremos.

Oh no, eso sí que no..

Rápidamente le di una patada en sus partes y me giré para quedar en frente de él, tomé el arma y le apunte directamente a la cabeza.

—Creo que al final de todo si nos terminamos divirtiendo, lástima que tenga que acabar.—Le sonreí falsamente y le dispare justo en la frente.

Luego de unos segundos caí en cuenta de algo..mierda lo acabo de matar.

Vi en eso como entraban Demon y Zed a la casa y me miran asombrados.

—Wow, hermano..tu chica es asombrosa, le dio un tiro limpio y certero en la cabeza, ¿dónde aprendiste a disparar así?—Preguntó Zed inspeccionando el cuerpo.