The Colors Of Death: The Black.

Capítulo 42: ¿Se conocen?

P.O.V. Demon.

Ryan y Michael están sentados en frente mío, Zed se encuentra a mis espaldas y Drake en el marco de la puerta. Mientras yo los observo de pie esperando a que uno de nosotros hable.

Llegamos hace una hora a la mansión, Victoire fue a nuestra habitación a descansar después de que un médico la revisara, Ryan ya fue atendido y ahora él me mira fijamente como intentando ver qué es lo que siento.

Fracasará, los únicos que pueden saber cómo estoy son mi familia.

—¿Y bien?—Pregunté dirigiéndome a Ryan y a Michael.—¿No piensan decir nada al respecto sobre de que Michael tuvo un hijo escondido la mayor parte de su vida?

—Todo tiene una explicación, Asher.—Dijo Michael.

—Pues tenemos mucho tiempo.

—Sabes que estuve casado durante más de cinco años con Sabrina.—Empieza Michael.—Ella había quedado embarazada, pero poco después de que Ryan naciera, la...asesinaron.—Tomó aire y prosiguió, sé que es duro para él todavía.—Ryan por suerte no estaba en casa en esos momentos, por lo que nadie se enteró de su existencia, y así decidí que se quedara.

—Ahora que sabes la verdad, ¿qué piensas hacer?—Inquiere Ryan.

—Si les preocupa que les haga daño, pueden estar tranquilos porque no les haré nada. Sólo que la próxima vez que tengan un maldito plan, díganme. No quiero pensar que las personas a las que considero como mi familia me traicionan.

—Perdón por eso.—Se disculpa Michael.

Después de eso, se formo un incómodo silencio en el cual solo se podían escuchar nuestras respiraciones. Claro, hasta que la puerta fue abierta de golpe por Victoire.

—¿Cómo estás, Victoire?—Preguntó Ryan.

—Muy bien, gracias por todo lo que hiciste, Ryan.—Respondió con naturalidad.

¿Es que acaso me estoy perdiendo de todo aquí?

—¿Se conocen?—Pregunto confundido.

—Lo conocí cuando me mude a Whittier, pero pensé que jamás lo volvería a ver.—Me contestó Victoire.

—Si, yo también pensé lo mismo.—Contestó con una media sonrisa Ryan, la cual no tardo en ser devuelta por Victoire.

Fulminé con la mirada a Ryan y él de inmediato borró su sonrisa y carraspeo.

—Bueno, fue un gusto volver a verte, Victoire, pero creo que tienen muchas cosas de qué hablar, así que me retiro.—Informó Ryan, saliendo del despacho seguido de Michael, el cual me hizo un asentimiento con la cabeza antes de ir con su hijo a no sé donde.

Me acerqué a Tory y la abracé para atraerla hacia mí. Besé sus labios delicadamente y acaricié su mejilla.

—No volverás a alejarte de mí, preciosa, aunque corras peligro, prefiero que lo corras conmigo que con alguien más.—Dije mirándola a los ojos.

—¿Debo de tomarme eso como bueno, o cómo malo?

—Como quieras tomarlo cariño, te amo.