The Colors Of Death: The Black.

Capítulo 16: No fue un sueño.

Está amaneciendo, el sol empieza a salir y yo intento agarrarme de la pared para poder tomar aire, llevo corriendo más de 10 minutos, ya no sé exactamente donde estoy y eso que ya había venido varias veces aquí.

Intento localizar algo familiar y es ahí cuando veo el centro comercial donde estaba con Lenna, ha pasado 1 día desde que me "secuestraron".

Malditos hijos de perra...

Por suerte la casa donde nos quedábamos no queda muy lejos de aquí así que empecé a caminar.

(.../...)

Ya llevo supongo yo 4 horas caminando y aún no llego.

Mierda como me duelen los pies.

Sigo y sigo hasta que veo la carretera donde está la casa.

Al fin en casa.

Avanzo un poco más rápido pero sin llegar a correr hasta que veo un portón con varios gorilas resguardándolo.

—¡Alto ahí.—Me gritó uno de ellos. No le hice caso y seguí caminando hacia ellos, levantaron las armas dispuestos a matarme hasta que uno de ellos me reconoció...era Tyson.

—¡Esperen! No le disparen es la chica de Asher.

—Gracias.—Logro susurrar debido a que tenia la garganta seca.

Camine hasta adentrarme por completo al jardín y seguí caminando. Vi a varias caras reconocidas entre ellas a Lenna y Drake, el cual al parecer parecía consolarla de algo. Cuando Lenna giro el rostro abrió los ojos como platos y vino corriendo hacia mi junto a Drake.

—Por Dios Victoire.—Me abrazó fuertemente, se separo y empezó a revisarme de arriba a abajo para ver si estaba lastimada.—¿Estas bien?¿Te hicieron algo?¿Quiénes fueron?—Empezó a bombardearme con preguntas hasta que le puse una mano en la boca para callarla.

—Estoy bien dentro de lo que cabe, no me hicieron nada más que atarme y no, no se quiénes fueron.—Empecé a contestarle cada una de sus preguntas hasta que pensé..—¿Y Asher?—Cuando mencioné su nombre su rostro se deformó en una mueca de tristeza y eso me asusto.

—Él...no ha salido de su despacho desde que te perdió la pista ayer en la noche, le mandaron una nota diciendo que estabas muerta y no se lo tomo muy bien.

¡Que hijos de puta!

Abrí los ojos como platos y sin importarme el dolor que sentía en esos momentos corrí, corrí para evitar que Asher hiciera una estupidez, para ir con una de las personas que se ha ganado mi corazón más rápido que nadie lo ha hecho.

Subí las escaleras y me guíe por el ruido de cosas rompiéndose. Llegué a una puerta y la abrí solo para encontrarme con lo que alguna vez fue un despacho, totalmente destrozado.

—¡Demon basta!—Corrí hacia Demon que estaba como loco tirando algunos de los pocos jarrones que quedaban.

Él me miró y sus ojos se llenaron de lágrimas que no tardaron en caer.

—¿Tú...no estás mu..muerta?—Preguntó arrastrando las palabras, olía su aliento a alcohol, estaba ebrio y jamás lo había visto así.

—No, no lo estoy.—Me acerqué lentamente hacia él.—Estoy aquí..contigo —Tome su rostro.—Y no pienso irme de aquí jamás.

Me beso, pero no un beso cualquiera, en el me mostraba cuanto me había extrañado. Me tomó de los muslos y me alzó, por instinto enrollé mis piernas a su cadera para sentirlo más..sentirlo mío.

Confirmado, ya me estoy haciendo igual de posesiva que él.

Caminó conmigo aún arriba de el hacia nuestra habitación, y una vez ahí..me volvió a hacer suya como la primera vez.

(.../...)

Un apretón en mi cintura me hacen despertar, miro el reloj que esta en la mesita de noche y veo que son las 11:57 pm. Intento moverme pero el brazo que tengo en mi cintura me lo impide así que giro en mi propio eje para poder quedar de frente con Demon.

—Cariño, despierta.—Susurro cerca de sus labios y le doy un ligero beso.

Demon se remueve y poco a poco empieza a abrir sus ojos, primero mira al techo y después parece recordar algo y me mira con los ojos abiertos. Se sube arriba de mi aún estando desnudos y me besa bruscamente para después separarse de mi y abrazarme con demasiada fuerza, como temiendo de que me vaya o algo parecido.

Lo que él no sabe es que, ya no puedo irme de su lado, dolería, mierda que lo haría.

—No fue un sueño, estas aquí.—Dijo una vez que se separó de mi.

—Volví, cariño.—Le acaricie la mejilla y el me miro con un brillo en los ojos.

—Nunca me habías dicho cariño.

—Supongo que tantas veces diciéndome lo mismo me lo terminó pegando.

—Dios no...no sabes cuanto te extrañé, pensé..pensé que ya no te volvería a ver, ¡joder! Lloré, lloré como una jodida marica cuando me dijeron que posiblemente estuvieras muerta y..cuando recibí la nota yo..

Lo besé como si mi vida dependiera de ello y vaya que lo hacía.

Vaya pero, ¿eso no te recuerda algo..?

El me correspondió el beso con igual fiereza que la mía y es que..siento que nunca serán suficientes besos para demostrar cuanto lo quiero. Él me lo demostró a su manera, pero lo hizo, sufrió cuando me fui y siento que si él se va..sufriría de igual forma..

Yo le quiero. Y me aterra.

  —O—