Capítulo 1: Los demonios están en la tierra.

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~Se confirma que se han visto los asesinos en serie más peligrosos de todo Alaska en las afueras de la ciudad de Whittier se recomienda qu..~

Apago el televisor y camino hasta el sofá para poder descansar de toda esa mierda de los asesinos, estoy harta hasta los cojones de que a cada rato estén mencionando a los famosos "Demon y Black Angel", los asesinos y narcotraficantes más peligrosos de por aquí. Vivía en Estados Unidos, pero me mude a Alaska, específicamente a Whittier hace 2 años después de que mi tía muriera, no podría seguir viviendo con sus recuerdos así que no pensé mucho al momento de hacer mis maletas y comprar el primer vuelo a Alaska que encontré. El problema no fue venir a Alaska —ya que siempre quise venir algún día aquí— sino que yo no me esperaba encontrar con un asesino llamado "Demon" que a decir verdad no voy a mentir, esta como para comérselo con Nutella, aun en sus fotos y vídeos que muestran en la televisión todo cubierto de sangre o con armas, sigue estando fantástico.

Escucho que alguien toca mi puerta y me pregunto quién mierda me estaría jodiendo a las 12:34 de la noche. Me acerco y veo por la mirilla para ver quien esta ahí, mas sin embargo, no logro ver a nadie. Abro la puerta y sí... no había nada.

Genial.

—Estúpidos bromistas.— Cuando estoy dispuesta a darme la vuelta, algo que brilla en el suelo capta mi atención. 

Me acerco para levantarlo y veo que es un anillo que tiene grabado el nombre de Asher.
¿Asher? No conozco a nadie llamado así, sin más preámbulos me doy la vuelta solo para que después sienta como alguien tapa mis ojos y me pone un trapo que huele horrible, forcejeo pero cada vez me voy sintiendo cada vez más débil. 

Cloroformo.

Empiezo a sentir como mi cuerpo me empieza a traicionar, mis piernas fallan, pero antes de caer, alguien me toma de la cintura y deposita un beso en mi frente.

—Te tengo. Eres mía ahora cariño.— Escucho como alguien susurra y caigo en una completa oscuridad.


(.../...)


Siento mi cuerpo pesado y abro mis ojos, no veo nada así que intento moverme, pero unas grandes y pesadas cadenas me lo impiden.

—¿Qué mierda?— Susurro con miedo y sigo intentando inútilmente quitarlas de mis manos y pies, pero es imposible, estoy encadenada a una cama y temo de lo peor.—¡AYUDA! ¡Sáquenme de aquí!— Grito con todas mis fuerzas. La puerta —que acabo de notar—  se abre y entra un hombre ¿cómo lo sé? Porque huelo su perfume desde donde estoy.

—Calma cariño, no te haré daño.—Dice aquel sujeto con una voz profunda y extremadamente sexy. 

¿Es enserio Victoire? Estas atada y  que es sexy.

Él se hinca frente a mí e intenta tocar mi cara, pero la corro y sigo forcejeando.

—¿Quién mierda eres? ¿qué quieres de mí? No tengo dinero por favor suéltame, no le diré nada a la policía pero por favor.— Digo a punto de que me dé un ataque nervioso.

—Tranquila cariño, ya te dije que no haré nada.— Se levanta y se aleja de mí, todo queda en silencio, hasta que la luz se enciende. 

Cierro mis ojos debido a que la luz me pegó directamente a la cara, y cuando los abro no puedo creer lo que estoy viendo..

—¿De..Demon?—Pregunto con miedo.

—Si cariño, veo que ya me conocías.— Dice dándome una sonrisa de medio de lado y mirándome con un extraño brillo en sus ojos.

—¿Cómo no conocer a uno de los asesinos más buscados de por aquí?— Pregunto de manera retórica mirándolo directamente a los ojos.—¿Vas a matarme, verdad?

—No, no, no.— Él se acerca velozmente y vuelve a hincarse en frente.- Yo no pienso asesinarte, yo...tengo grandes planes para ti cariño, mejor dicho para nosotros.- Dice con una calma y seguridad increíble, como si no me tuviera atada enfrente de él.

—¿Qué tipo de planes?—Digo con temor.

—Unos muy buenos cariño.— Me besa con fuerza y sin una pizca de delicadeza. Intento con todas mis fuerzas alejarlo de mí, pero él tomo mi nuca y me acerco aún más para profundizar el beso.

—Dé..ja..me.—Intenté pronunciar mientras él seguía atacando mis labios.

—Eres totalmente mía cariño.—Sacó una jeringa de su pantalón y la inyectó en mi cuello.—Duerme que mañana nos espera una larga charla.— Lo último que vi fue como sonreía de lado y me daba un pequeño y rápido beso.

— Lo último que vi fue como sonreía de lado y me daba un pequeño y rápido beso

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  —N— 

The Colors Of Death: The Black. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora