"Pero incluso la idea era tonta y estúpida ¿Cómo habría llegado al pasado?
Solo era una ciudad rara...
-Oye ¿En que año estamos?- miró hacia el que estaba a su lado, el chico arqueó la ceja pero el omega siguió mirándolo insistente y algo ansioso...
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Nico se sentó en el sillón cuando ambos mayores salieron del departamento, se sentía nervioso de lo que Evan podía decirle al moreno. Realmente aún se negaba a creer que no había posibilidades de volver al futuro, si podían enviarlos al pasado ¿Qué tan difícil podía ser hacerlo al revés? Él no había pedido ser enviado al pasado para salvar el mundo. Él no quería ser un héroe, lo único que quería era volver a su tiempo, a su lugar en el sillón rodeado de sus padres o tal vez hablando con sus amigos. Si, Max no había querido tener contacto con él cuando se supo que era un omega defectuoso, pero eso no era el fin del mundo. Aún le quedaban Evelin y Vicktor, los cuales habían demostrado ser sus amigos incondicionales. Aún se preguntaba como podía haber calificado al alfa como "su mejor amigo" teniendo a sus otros dos amigos que no lo habían abandonado. Se apoyó en el respaldo llevándose las manos al rostro. ¿Estaba haciendo drama por nada? ¿Debía aceptar lo que Evan decía y ayudar? Pero hacer lo que querían quienes lo habían enviado aquí en contra de su voluntad, sin decirle nada, arrancándolo del núcleo familiar y fraternal... era impensable. No solo le habían hecho lo mismo a él, si no a tres más... ¿Y a más? ¿Y si había más? ¿Cómo Evan sabía la razón de todo? ¿Cómo podía no dudar sabiendo que ellos les habían quitado todo? -¿Sabes? A veces me pregunto si de pronto escucharé la música de mi celular y despertaré en algún lugar desconocido y al responder la voz de mi tía me grite "¿¡Donde estas, maldita sea!? Te llevo llamando dos horas ¿¡A donde te dormiste!? Sabes que, ahora que respondiste ya te rastree, ahora mismo voy. Estoy en el auto"- Blake dejó escapar una risa al terminar lo que decía antes de mirar hacia otro lado tapándose la boca con la mano. Sonreía a pesar de que sus ojos estaban cristalizados. Nico lo miró por unos segundos sin saber que decir, él también esperaba que este solo fuera una especie de pesadilla. Se había dormido en el hospital ¿No? ¿Qué posibilidad había que después de tres días en esta ciudad solo fuera un sueño? -¿Tienes una tía?- preguntó al fin con tono desanimado mientras se frotaba el brazo con su mano. -Si, ella me crío desde pequeño. Es muy celosa conmigo, es una alfa- Blake dejó escapar una risa antes de dar un suspiro volviendo a mirar al de cabellos negros. Nico no pudo evitar sentir una punzada de celos al verlo sonreír de manera tan brillante cuando segundos antes había tenido un momento de debilidad. ¿Cómo podía verse feliz luego de haberse visto vulnerable? -Oh, entonces es por eso que me dijiste que no tenías madre...- murmuró algo inseguro. -Y tu dijiste que te daba igual, malo- el rubio dejó escapar una risa nuevamente apoyándose en la silla, sin rastro de la melancolía de hacía unos minutos. El de cabellos negros lo miró atentamente pensando que le gustaría poder saber que pasaba por la cabeza del mayor. -Creí que bromeabas...- miró hacia otro lado mientras relajaba su expresión, desvío su mirada hacia la entrada de la cocina luego de pocos segundos de mirar a la nada, notando como el pequeño de cabello rojo los miraba desde ahí sin atreverse a hacer sonido o a decir algo. -No te quedes ahí, enano- el mayor de la habitación sonrió señalando una silla antes de correrla con su pie.-Siéntate.- Angelo los miró nervioso antes de caminar rápido hacia la silla y sentarse. Nico lo observó tratando de reprimir su sonrisa. A veces le gustaría poder saber también lo que pensaba el menor, a veces parecía fastidiado, otras nervioso y temeroso, aunque sabiendo su edad estaba en la etapa donde ninguna emoción le quedaba bien. -¿Qué pasará con Elías?- murmuró al fin el menor poniendo sus manos en sus muslos de manera nerviosa, su cabello se veía algo revuelto y su olor estaba cambiado. -¿A que te refieres, enano?- Blake ladeó la cabeza hacia él, sonriendo levemente. -Evan dijo que... la bacteria mataría a la mitad de la población de humanos... ¿Él morirá?- bajó la mirada haciendo que los otros dos intercambiaran miradas. Nico sintió un peso en el estomago. Esa era la pregunta que no quería hacerse, si se quedaban más tiempo en el pasado obviamente iban a apegarse al moreno en alguna medida pero él era un humano común y corriente. La "catástrofe" podría alcanzarlo y matarlo. -No podríamos ayudar a Evan... ¿Por él? Es decir, él nos dio su casa y nos dio de comer aún sin saber exactamente quienes somos. No tachó a ninguno de loco por venir del futuro ni parece tensarse cuando mostramos nuestras orejas y colas, parece curioso. Yo creo que él... es una buena persona. Sé que ustedes no quieren ayudar porque eso sería obedecer a quien no tiró aquí pero... ¿No podríamos hacerlo al menos por Elías?- Angelo movió sus manos nervioso sin mirar a sus acompañantes. El de cabellos negros miró hacia otro lado sin saber que responder, no era tan fácil elegir entre uno y lo otro. A Elías lo conocía apenas hacía tres días pero luego esos días iban a aumentar, el tiempo iba a pasar y no podía ser tan optimista para creer que podrían regresar en menos de cuatro o cinco meses. ¿Hacerlo por él? ¿Obedecer a quien lo dejó ahí solamente por el moreno? -La decisión no es así de fácil, niño- el rubio fue quien habló aunque lo hizo con una sonrisa a pesar de su tono serio -Elías es nuestro amigo, hace poco lo conocemos. Y si, para mi es lindo y no me importaría llevármelo a la cama al menos una vez pero... No lo sé. No es tan simple como elegir el sabor del helado que quieres- terminó entrelazando sus manos. Nico miró hacia Angelo el cual solo parecía bastante nervioso y no dejaba de jugar con sus manos con un sonrojo en las mejillas, era el más joven de la habitación y había sido el primero en pensar que ocurriría con Elías a pesar de que era el que menos lo conocía. Iba a decir algo más cuando la puerta se abrió y los tres miraron a entrar al moreno que a pesar de verse sonriente se notaba perturbado, el beta los miró y se revolvió su propio cabello de forma nerviosa como que si no supiera que más decir. El de cabellos negros se preguntó que tanto le habría dicho Evan ¿O no le había dicho nada en absoluto? Miró hacia el rubio intercambiando una mirada, podía suponer que el mayor pensaba lo mismo que él. -Yo... yo estoy esperando que Erick vuelva ¿Está bien?- los tres menores se miraron entre si sin saber porque el castaño había sacado ese tema -Sus cosas están el ático... a veces lo recuerdo, una vez a la semana, algunos días seguidos...- Elías siguió hablando a pesar de la obvia confusión de los tres chicos -Y yo... a veces recuerdo que él no...- el más alto miró hacia otro lado tirando un poco de algunos mechones de su cabello, se veía perturbado y sus ojos brillaban por las lágrimas -Él volverá por sus cosas, algún día. Solo... déjenlo entrar cuando venga a buscarlas...- dio una pequeña sonrisa antes de caminar hacia al pasillo en dirección al baño. -...- los tres chicos se miraron tratando de entender el comportamiento del mayor. Nico miró hacia la foto que todavía estaba ahí mirando los rasgos del chico que acompañaba al moreno. ¿Por qué Elías estaba hablando como que si algún momento ya no estaría y ellos deberían abrirle la puerta a Erick? ¿Evan acaso le había contado del incidente que iba a suceder en un tiempo incierto? -¿Quién es Erick?- el pelirrojo movió su cabeza confundido mirando a los otros dos, el rubio se encogió de hombros negando con la cabeza. -Es su hermano, está en la casa de sus padres... Pero ¿Por qué tiene sus cosas en el ático entonces?- respondió recordando la conversación que habían tenido cuando entró al departamento por primera vez. -Tal vez antes vivía aquí.- el rubio dijo tranquilamente. -Tal vez...- murmuró sin prestarle demasiada atención mientras miraba a la foto de nuevo. Había algo raro en el tema de Elías y su hermano. A veces el moreno hablaba del menor como que si estuviera en la casa de sus padres y otras como que si ya no estuviera. Además estaba el hecho de que a veces confundía su nombre con el de Erick cuando ambos nombres no tenían nada que ver con el otro. ¿Podía ser que Elías le había ofrecido su departamento y comida en primer lugar porque le recordaba a su hermano? ¿Erick tendría la edad que él mismo tenía ahora? -Estás pensando mucho, Nicolás...- la voz del rubio lo trajo de vuelta y miró algo fastidiado al mayor. -No tiene nada de malo- no pudo evitar sonar algo irritado, no sabía a ciencia cierta porque se sentía así pero ya no se sentía de humor para nada. Angelo lo miró con sus ojos grises mientras balanceaba sus piernas rozando apenas sus pies con el suelo. -¿Qué haremos ahora?- preguntó de manera algo infantil antes de sonreír. Nico lo observó y se preguntó si el pelirrojo no pensaba en sus padres o sus amigos en absoluto, o si simplemente tenía tanta fe en la posibilidad de volver que no se permitía angustiarse con eso. Pero alguien que debía ser el más cuerdo de la habitación no podía permitirse el lujo de creer con tanta fuerza. A veces le gustaría ser tan despreocupado como Blake o tan esperanzado como el menor. . . Graciasporleer, votary/ocomentar ^^ RitsuKuroko Kashara123 winny0898