Capítulo 27: Fingir

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Blake lo miró sorprendido y Nicolás estaba consciente de la confusión del rubio.
—¡Parece que es una decisión casi unánime!— se burló cruzándose de brazos sonriendo de lado  —Pero ya que, supongo que podemos ayudar mientras ni perdamos la vida en el intento porque  ¿Cómo piensas detener una plaga antes de que suceda?— el rubio arqueó la ceja y el de cabellos negros casi suspiró agradecido de que no se hubiera mostrado en contra de la decisión.
Evan lo miró por unos segundos en silencio asintiendo levemente como pensando como explicar de manera rápida su idea y tratando de no verse sorprendido por la respuesta.
¿Qué había llevado al terco omega de cabellos negros a cambiar su decisión?
—Tal vez eso deberíamos hablarlo en el departamento— intervino Elías tratando de calmar el ambiente que se sentía muy tenso, el pelirrojo asintió rápidamente aferrándose a la mano del mayor.
—Yo no subiré a su auto con ese alfa ahí...— Nicolás habló completamente despectivo cruzándose de brazos y mirando hacia otro lado, sabía que tal vez estaba siendo infantil pero realmente no quería estar cerca de Isaac.
—Vas a tener que aprender a llevarte bien con él por un tiempo, ya que Isaac también esta involucrado en todo esto...— explicó el de lentes con algo de suavidad tratando de contener una sonrisa algo divertida.
—¡No se porque pareces tan enojado con el chico! Es guapo, esta en este tiempo y es tu destinado ¡Bendita suerte y te quejas!— lo codeó divertido el rubio mostrando una sonrisa mucho más sincera.
—A mi no me pareció guapo.— murmuró el menor un poco nervioso mientras ocultaba su rostro tras algunos mechones de cabello.
—¡Tu eres un niño de trece!— Blake dejó escapar una carcajada pasando su brazo por los hombros del más pequeño obligándolo a soltar la mano del moreno.
—No vamos a discutir si Isaac es guapo o no— gruñó bajito el omega de diecisiete años frunciendo el ceño, Elías suspiró acercándose y revolviendo el cabello del mas bajo.
Evan notó este gesto y se removió un poco incomodo, tal vez mantener a Isaac desconcentrado de Nicolás durante lo que durara la misión era la mejor idea ya que sabía lo orgullosos que podían ser los alfas teóricamente y que el chico estuviera eligiendo a un  beta sobre él seguramente era humillante.
Pero ¿Cómo mantener alejado al alfa sabiendo que el niñito y él eran destinados?
—Los esperaré en el departamento entonces...— Evan estaba por darse vuelta e irse cuando la voz del menor lo detuvo de nuevo.
—No lleves a ese perro— Nico alzó la voz denotando que estaba fastidiado, el mayor frunció la nariz al sentir el aroma a omega a estres. Personalmente veía a el de cabellos negros como un inmaduro, terco e infantil, un clásico omega defectuoso acomplejado por sus defectos biológicos.
—No es un perro, eso sería bastante irónico sabiendo que eres un gato... — respondió con toda la tranquilidad que pudo pero con cierto veneno en sus palabras haciendo que el menor se tensara.
No sabía que lo llevaba a estar a la defensiva pero tal vez era que de una manera instintiva estaba algo celoso del niño, había logrado encontrar una pareja aún en pasado, todo se había alineado para que ellos dos se conocieran y... ¿El chico simplemente se mantenía despectivo? ¿Acaso sabía cuantos omegas les hubiera encantado estar en su situación? 
Nicolás iba a responder pero Elías lo agarró de la muñeca pidiéndole de forma silenciosa que no respondiera, el omega cerró los ojos enojado mordiéndose el labio para no dejar salir las palabras que tenía pensadas.
Miró como el adulto se alejaba sintiendo cierto enojo, Evan tenía un “algo” que siempre lograba molestarlo ¿Tal vez la forma de expresarse? ¿O era su actitud de “no me importa una mierda que estemos en el pasado, cumplamos la misión y punto”?
—Vamos, empecemos a caminar de una vez.— bromeó Blake colgándose del brazo del mayor sonriendo ampliamente, el de cabellos negros se soltó del agarre del moreno agarrando la mano del niño quien solo sonrió un poco pero no de alejó.
—Creo que te pones demasiado a la defensiva cuando se trata de Evan— habló suavemente el beta mientras dejaba que el rubio se le colgara y sonreía levemente, tratando de llevar la conversación por la paz.
—¿Demasiado a la defensiva? ¡Trae un alfa consigo! Y siempre habla tan... ¡agh!— cerró los ojos con frustración haciendo un puño su mano vacía —¡Como que si no le importara estar en el pasado!—
—¿Y como sabes que no le importa? Lo vemos pocas veces y poco tiempo, tal vez quiera volver también al futuro como ustedes pero debe verse más maduro ya que es el mayor— explicó el moreno mirando hacia el menor, con tono algo neutro pero que igualmente logró irritar al de cabello negro.
—¡No lo defiendas, Elías!—
—¡Estás viendo demasiado hacia ti mismo! ¿Y si esta es la manera que el tiene para poder contrarrestar lo que está pasando? Blake se ríe, parece estar en un eterno “me valen muy poco las cosas” y siempre parece feliz.
Angelo se queda callado la mayoría del tiempo y se aferra físicamente en nosotros.
Tu prefieres tragarte todo tu solo, mostrarte fastidiado y a veces normal.
¡Son distintas maneras de tratar la situaciones! ¿Se como se sienten? No, yo si quisiera podría tomarme un colectivo e ir a la casa de mis padres...
Pero el punto es que te estas comportando muy infantil y estas juzgando al chico de la otra vez como que si no fuera nada solamente porque... ¿Por qué es tu destinado? ¿Qué culpa tiene él de serlo?— El moreno trató de bajar de voz mientras avanzaba en lo que decía, tratando de sonar más dulce y menos a regaño, lo que menos quería en ese momento es que el de cabellos negros se enojara lo suficiente como para cerrarse completamente de nuevo.
Nicolás frunció el ceño pero sabía que de alguna forma Elías tenía razón, miró hacia el más bajo quien le sonrió suavemente y suspiró empezando a caminar sin decir nada pero sin soltar la mano del pelirrojo.
—¡Ustedes son tan dramáticos!— Blake negó con la cabeza divertido por la situación sin soltar el brazo del beta quien miró como los otros dos se alejaban,
—Vamos...— murmuró simplemente antes de caminar hacia la misma dirección sin molestarse en hacer que el rubio lo soltara, había aprendido que seguirle la corriente a Blake era mucho más fácil que esforzarse por contradecirlo.
Mientras tanto Evan estacionaba el auto murmurando algunas cosas para la curiosidad del alfa, ambos se bajaron de la unidad caminando hacia la puerta del edificio.
—Entonces... haremos lo que debemos hacer ¿Y ellos no dirán como volver al futuro?— preguntó Isaac con curiosidad mientras entraban al ascensor, Evan se removió un poco pero asintió.
—Si...— dudó un poco en continuar pero se forzó a hacerlo. Le costaba decir las cosas, el aroma del chico lo forzaba a ser sincero, si se distraía un momento podía decir cosas incorrectas que pondrían en peligro las recientes ganas de obedecer de los otros omegas.  —Ellos dijeron... que... en el lugar a donde producen la bacteria hay algo que podría llevarnos al futuro.— a pesar de que lo había pensado mil veces aún las palabras se le hacían amargas, sentía que no eran lo suficientemente convincentes pero... ¿Cómo hacerlas más reales?
—Oh— el menor sonrió acercándose más a él, Evan resopló levemente acomodando sus lentes. No le agradaba demasiado que se acercara tanto pero ya no podía darse el lujo de rechazarlo tan ampliamente.
—¿Tu estás seguro... que ellos no nos están mintiendo solamente para que hagamos la misión?— volvió a hablar Isaac con voz que denotaba curiosidad —¿Cómo te comunicas con ellos?— preguntó apoyando sus manos en la cadera del mayor e inclinándose para oler un poco su cuello. El de lentes no pudo evitar tensarse completamente mientras sentía un nudo en el estomago, movió un poco su cabeza y carraspeó mientras daba un paso hacia adelante para alejar su espalda de él.
—Estoy seguro que no nos están mintiendo y como me comunico con ellos no es de tu incumbencia— trató de sonar lo más seguro posible mientras acomodaba el cuello de su traje para distraerse.
No sabía si sonar vanidoso lo ayudaría pero quería cerrar el tema.
—¿Por qué no? ¿Por qué se comunican solo contigo?— no pudo evitar sentirse irritado ante la insistencia del alfa.
—¡Deja de hacer tantas preguntas, fastidia!— habló de manera severa dándose vuelta para mirarlo a cara a cara, con el rostro algo rojo por el enojo.
—Solo quiero saber— Isaac se encogió de hombros sin entender porque el omega se ponía tan nervioso ante sus preguntas, como que si no supiera responderlas con claridad.
—Pues no lo sabrás porque es difícil de explicar. — cuando las puertas se abrieron salió rápidamente del ascensor pero apenas puso unos pasos en el pasillo cuando el menor lo agarró de la muñeca, se giró para reclamarle pero Isaac lo puso contra la pared acorralándolo —¡Deja de hacer eso!— alzó la voz mientras se soltaba del agarre y miraba fijamente a los ojos del otro a través de sus lentes, estaba a punto de empujarlo para que se le quitara de encima pero el alfa habló antes de que pudiera hacer cualquier cosa.
—Quieto— Evan gruñó bajito pero no hizo ningún movimiento sintiendo sus mejillas enrojecer por el enojo. Odiaba que ese maldito niño usara la voz con él y odiaba mucho más que su omega instintivo estuviera tan bien con esa situación —¿Es verdad que podremos volver a nuestro tiempo luego de cumplir la misión? Sé sincero— prácticamente ordenó lo último mandando un escalofrío por la espina dorsal del omega.
Evan apretó los labios.
No, no es verdad.
Gruñó bajito negándose a obedecer con todas sus fuerzas sin apartar la mirada del otro.
—Si— murmuró cortado —Es verdad...— sintió un nudo en la garganta y se apoyó en la pared temblando un poco, Isaac le sonrió cambiando su expresión seria y besó su frente.
—Lo siento, pero me dio la sensación de que mentías— dijo sincero ya sonriendo normalmente mientras se alejaba del mayor, Evan frunció el ceño y tuvo ganas de gritarle que era un idiota pero realmente no pudo.
En su pecho sentía la sensación de culpa.
¿Acaso lo que estaba haciendo era algo así como una traición?
El más joven agarró su muñeca dándole un pequeño beso ahí, había notado que el aroma del omega había cambiado y podía suponer que no encontraba del todo bien. Se sentía culpable de haber usado “la voz” con Evan pero quería asegurarse ya que todo era demasiado raro para ser cierto, pero el omega tampoco tenía demasiadas razones para mentirle.
El de lentes apartó su mano y se incorporó caminando hacia la puerta del departamento sintiendo aún el peso en el estomago.
—Ahora solo hay que esperar que lleguen— susurró apoyándose en la pared mirando hacia otro lado, Isaac se removió un poco para luego caminar hacia él.
—Creo que a Nicolás no le agrado— habló al fin luego de pocos segundos en silencio, el mayor rodó los ojos pensando que el chico no podía quedarse callado mucho tiempo, pero tal vez eso se le iría con la edad.
—Tal vez porque sabe que será algo débil ante su presencia como tu a la de él— trató de quitarle importancia, a pesar que aún no se conocían del todo no sabía como reaccionaría al saber que el chico estaba inclinado más hacia el beta que a él.
Por el momento era necesario mantener la atención del alfa lejos del de cabellos negros.
—Sé que es mi destinado pero... me gusta mucho tu olor también...— murmuró de manera honesta inclinándose y olfateando un poco hacia su dirección. Evan arqueó la ceja sonriendo de lado.
—Tu eres tan solo un adolescente, todo olor ligeramente lindo te atrae— sonó burlón mirando hacia otro lado, suspirando un poco tratando de no tensarse al sentir al chico tan cerca de nuevo, cerró levemente los ojos  cuando el otro apoyó su nariz en su mejilla como muestra de afecto. Pocos segundos después ladeó la cabeza mirando hacia los ojos del menor, sonrió levemente y apoyó sus manos en las mejillas de este acariciándolas con su pulgar, dejando que su propio aroma se hiciera más intenso.
Isaac le sonrió volviendo a apoyar sus manos en su cadera atrayéndolo hacia él y no pudo evitar sentirse nervioso, deslizó con suavidad sus manos lejos del alfa y se alejó mirando hacia el ascensor haciendo que el agarre de sus caderas desapareciera.
—Ya casi llegan— se excusó, el chico pareció ligeramente decepcionado pero asintió apoyándose bastante cerca de él.
Evan lo miró de reojo lamentando estar jugando con los sentimientos del chico pero era un mal necesario.
Se incorporó mejor al escuchar al ascensor y se adelantó un poco al ver que las puertas de este se abrían, Isaac no sabía muy bien que hacer así que solo se quedó apoyado en la pared.
—¡Y trajiste a mentas contigo!— Blake sonrió divertido saliendo primero del ascensor.
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