Elías barría el comedor mientras los dos omegas más cuerdos hablaban, Blake estaba encerrado en la habitación nuevamente esta vez sin ninguna llave dentro de la habitación. El moreno aún debía pensar como explicarle a sus padres que necesitaba dinero para comprar una puerta porque un chico que conocía hacía menos de tres días la había roto en un intento desesperado por salir.
Además de más dinero para mantener a tres desconocidos de los cuales dos eran menores de edad ¿Cómo rayos lo explicaba?
Suspiró mirando hacia el sillón donde el pelirrojo y el de ojos marrones hablaban, lo más fácil sería decirle a ellos que "bueno, ya no puedo ayudarlos y me van a meter en líos a mi ¿Pueden irse de mi casa?" pero no se sentía capaz de eso.
¿Cómo enviarlos solos a la calle de nuevo? ¿Para que? ¿Para que un auto de nuevo apareciera de pronto sin respetar el semáforo y...?
-Él no es Erick- susurró para si mismo apretando más la escoba con sus manos, agitó su cabeza mientras seguía barriendo con más fuerza tratando de mantener sus pensamientos a raya -Erick no va a venir hoy...- suspiró parando de nuevo quedándose quieto en medio del comedor -Porque él... porque él...- clavó su mirada en el suelo de cerámica como tratando de darse fuerza para terminar la frase -Porque él está en la casa de nuestros padres- cerró los ojos rendido y decepcionado, volvió a barrer el mismo lugar como que si no estuviera limpio ya.
-¿Por qué está murmurando consigo mismo?- el pelirrojo no se volteó a mirar al castaño, mirando con sus grandes ojos curiosos hacia el omega más alto. Ambos escuchaban lo que susurraba el dueño del departamento aunque estuvieran lejos, su oído era mejor que el de un humano común y escuchaban aunque no quisieran.
-No lo sé, casi siempre está hablando consigo mismo sobre Erick, incluso a veces me confunde con él- Nico tampoco miró hacia Elías como que si no estuvieran hablando de él.
-¿Erick quien es?- el menor movió sus orejas de lobo aún con curiosidad, casi de manera infantil.
-Su hermano, el chico que está con él en la foto...- el de cabellos negros volvió su vista al menor, sonriendo de lado sin poder evitarlo. Tal vez que Angelo fuera tan joven lo calmaba, instintivamente el único que realmente era una competencia era Blake.
-¿Por qué nos deja quedarnos en su casa, Nico?- el tono del más joven era bastante dulce, el de ojos marrones pensó que el pelirrojo podría pasarse, con algunos cambios, por una niña. Pero tal vez eso era por su rostro de niño, seguramente cuando creciera sus rasgos se afilarían más y su voz empezaría a ser más grabe.
-Yo...- esta vez si miró hacia el moreno, bastante dudoso -No lo sé- se apoyó en el respaldo algo incomodo, hasta ahora Elías no había hecho nada demasiado extraño además del tema de mencionar a su hermano que estaba... ¿En la casa de los padres?
-¿Podremos volver al futuro?- Angelo se mordió el labio nervioso, jugando con sus manos pegando sus orejas a su cabeza. Estaba tratando de quejarse al mínimo pero realmente el lugar era muy pequeño. Además que tendría que compartir habitación con Nico ¿Por qué Blake tenía una habitación para el solo? Aunque era mucho mejor que dormir en el sillón como lo hacía Elías.
-Realmente... no tengo idea- antes de que Angelo pudiera decir algo más el mayor se acercó a él.
-Oigan chicos... ¿Saben cocinar?- sonrió de manera amable algo inseguro, ambos lo miraron. El menor negó con la cabeza pero Nico asintió.
-Un omega que no sabe cocinar bien a mi edad, no debería considerarse un omega- respondió orgulloso sonriendo de lado mientras se paraba.
-¡Ey! Es deber del alfa traer la comida y darla, si no quiere cocinar él pues ¡Que contrate sirvientes!- movió sus orejas de lobo con el ceño fruncido, los otros dos lo miraron y luego lo ignoraron.
-Debo hacer las compras... ¿Puedes cocinar algo para el almuerzo?- pidió el mayor sonriendo.
-Sin ningún problema...- asintió, el aroma lo ayudaría a saber donde estaba cada condimento e ingredientes y las ollas podría buscarlas. Elías sonrió bastante feliz y más tranquilo agachándose besando la frente del menor.
-¡Nos vemos luego!- se dio media vuelta agarrando una bolsa de tela antes de ir hacia la salida, Nico lo miró irse algo confundido por el gesto.
-¿Ustedes son pareja?- preguntó con ojos inocentes el omega más pequeño.
-¿Qué? ¡No!- habló algo asustado abriendo sus ojos con sorpresa sintiendo sus mejillas calentarse.
-Ahhh no. Ese beta es mío- la voz de Blake los hizo mirar hacia su dirección con cuidado por si al exhibicionista se le había ocurrido salir desnudo de nuevo, pero esta vez el rubio estaba vestido con una camisa celeste y un pantalón holgado azul y con pequeños osos dibujados. Dejó escapar un suspiro más calmado al notar que esta vez si había obedecido.
-Ni siquiera nos quedaremos aquí en el pasado... no sé para que dice eso- Nico rodó los ojos antes de dirigirse a la cocina, el rubio y el pelirrojo se miraron el uno al otro, el primero frunciendo la nariz en señal de molestia y el de ojos grises algo asustado.
-¿Vas a quedarte con nosotros, enano? ¿Y a que se refirió con "aquí en el pasado"? Una vez que logre tirarme al tipo volveré a mi casa, seguramente puedo encontrar un mapa o algo... no puedo estar muy lejos- se encogió de hombros antes de sentarse en el lugar vacío del sillón haciendo que Angelo se encogiera más en su lugar alejándose lo más posible del omega más alto.
-Estamos en el 2018- murmuró el pelirrojo frunciendo un poco el ceño y alzando sus orejas al escuchar al otro reír de manera tan divertido.
-No juegues, niño... Sé que esta ciudad es extraña y parece estar solo poblada por betas... ya decía yo que mi profesor no tenía razón y no se habían extinguido...- movió su mano sin darle importancia sonriendo aún con burla como pensando como sería decirle eso al profesor en su cara.
-¡Que estamos en el 2018!- alzó la voz gruñendo.
-¡No peleen, que estoy cocinado par de críos!- el grito de Nico se escuchó desde la cocina haciendo que Angelo bajara las orejas y se hiciera un bollito contra el apoya brazos de su lado.
-¡Okey, mamá! Te voy a hacer caso como lo hago con mi propia madre... ¡ahhh, espera! ¡Nunca conocí a mi madre!- rodó los ojos antes de volver a ver al menor.
-¡Si tienes madre o no, no es mi problema!-
-¡Que insensible!- se burló el rubio mientras el pelirrojo miraba a los costados asustado.
-¡Baja la voz o haré lentejas!- amenazó Nico sin molestarse en salir de la cocina.
-No estamos en el 2018...- Blake bajó la voz para que el de cabellos negros no se quejara, podía gustarle molestar pero cuando estaba en riesgo la comida era otro tema.
-Si lo estamos... ¿Tu no estabas en celo?- murmuró lo último dudoso el omega menor antes de mirar a otro lado.
-Ahhh no, mis celos son bastante cortos sin nadie a mi lado, la verdad...- se acostó en el sillón apoyando sus pies en el regazo en el menor que le gruño bajito, Blake solo sonrió burlón ante eso pero no se movió.
-Si quieres ve a tu casa entonces, si no estamos en el pasado.- murmuró enojado inflando sus mejillas de manera infantil.
-¿Sin nadie que me pague el pasaje? ¡Estás loco! No tengo efectivo, así no puedo salir.- dijo el rubio mientras cruzaba sus brazos y los ponía tras su cabeza, cruzándose de piernas sin sacar sus pies del otro.
-Quitate- lo miró el menor haciendo un puchero pero él negó con la cabeza.
-Eres el menor aquí, prepárate para que todos te pasen por encima...- sonrió de manera divertida al ver el rostro asustado del pelirrojo. Ese niño era tan divertido y fácil de asustar, seguramente tenía padres que lo mimaban mucho.
Mientras tanto Elías se encontraba en el supermercado haciendo sus compras sin contratiempos, pero al salir con su bolsa llena dos hombres de traje se le acercaron, los dos más altos que él y con cara de matones a pesar de su ropa tan formal.
-Chico ¿Podrías acompañarnos?- dijo el primero mientras ponía una mano en su hombro, Elías lo miró confundido y de reojo al policía que estaba en la entrada del supermercado ¿Por qué no hacía nada?
-Lo siento, al menos que usted sea policía...- sonrió con bastante confianza sin soltar sus bolsas, tratando de erguirse lo más posible para no sentirse tan pequeño. El segundo hombre miró hacia el policía y le hizo una seña para que se acercara lo cual hizo sin replicar sorprendiendo al más joven que no entendía nada de lo que estaba sucediendo.
-Ya sabes quien quiere verlo- habló uno de los más altos, el policía asintió y luego miró a Elías sonriendo.
-No te preocupes, va a ser algo rápido... ven... vamos a una oficina del lugar que está en el segundo piso- señaló adentro del supermercado de nuevo, esta vez sin tener muchas más opciones porque sabía que el hombre podía llevarlo preso si trataba de escapar o al menor meterlo en problemas, decidió seguirlo siendo custodiado por los dos grandes hombres.
Pronto se encontró en una habitación que solo tenía una mesa de metal y dos sillas, sentado en una de ellas y con sus bolsas en el suelo. Tres paredes eran de color gris y la cuarta tenía una gran ventana de vidrio que daba hacia el pasillo.
Elías se sentía terriblemente incomodo sin saber que esperarse cuando la puerta se abrió dejando ver a una hermosa mujer con vestido azul corto que se le pegaba al cuerpo, ella sonrió y el menor pudo sentir ese olor ligeramente dulce.
"El mismo supuesto perfume de Nico" pensó fugazmente.
¿Acaso ella también era una omega?
¿Era alguien que atraía omegas o que?
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Perdidos En El Pasado (Omega)
Casuale"Pero incluso la idea era tonta y estúpida ¿Cómo habría llegado al pasado? Solo era una ciudad rara... -Oye ¿En que año estamos?- miró hacia el que estaba a su lado, el chico arqueó la ceja pero el omega siguió mirándolo insistente y algo ansioso...