No hay forma

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Solo esperaron a que el doctor se fuera por una emergencia en la planta baja y entraron todos incluyendo al zorro que Elías mantenía en sus brazos a pesar de que le habían dicho muchas veces que en los hospitales no podían entrar con animales. Fue el primero en acercarse al de cabello negro que estaba sentado en la camilla, dejando al zorro dormido en el regazo del alfa.
-Por poco y me muero.- habló divertido el chico de ojos azules sonriendo ampliamente como que si no tuviera una pierna y un brazo enyesado, además de algo en el torso por sus costillas. El dolor había terminado por irse con la anestesia y su cuerpo que ya no estaba bajo estrés se recuperaba rápidamente, sus huesos estarían como nuevos en una semana. Acarició con suavidad las orejas del animal sintiéndose mucho mejor al ver que a pesar de todo estaba bien.
-No se ha vuelto humano aún, debe estar bajo la anestesia.- explicó Nicolás algo incomodo recordando de pronto la conversación que tuvo con el alfa antes de la misión, el aroma del otro lo perturbaba un poco pero necesitaba saber que había ocurrido y debía aguantarse.
-Pero está bien ¡Idiotas! ¿Por qué tardaron tanto en salir? La secretaria de Evan creía que él estaba muerto...- Blake arqueó la ceja mientras hablaba aunque sonreía, tratando de sonar más curioso que como un regaño a pesar de que los habían asustado a todos.
Aunque Nico e Isaac no se llevaran del todo bien el alfa era agradable, era casi como un amigo. Tal vez si Evan hubiera fallecido no le hubiera pesado tanto porque siendo sincero no le agradaba demasiado ese omega, había algo alrededor de él que era muy extraño.
Angelo solo se acercó y acarició también las orejas del zorro sonriendo suavemente sin decir nada, alegre de que todos hubieran sobrevivido. Había sentido mucho miedo cuando salieron del edificio, la alarma de incendios había sido encendida y toda la gente salía asustada contagiando ese estado de animo, sobretodo cuando el edificio empezó a temblar, había llegado a creer que se caería y que los restos alcanzarían a golpear el auto donde estaban y matarían a todos.
Habían sido minutos horribles.
-Tardamos en salir porque no encontramos lo que habían prometido los científicos del futuro.- Isaac suspiró sin ver a nadie mientras lo decía acariciando con suavidad al zorro y a la pequeña mano del niño sintiendo una fuerte opresión en el pecho pero una necesidad más fuerte lo llevaba a mentir, sobre todo cuando escuchaba los suaves golpeteos del corazón del animal que tenía en sus piernas. -Supuestamente el botón rojo debería abrir una puerta o algo, donde estaría el dispositivo que nos ayudaría a volver. Pero solo empezó un conteo de autodestrucción y Evan quedó atrapado en esa habitación de vidrio.
Evan me dijo... que él no era de nuestro tiempo, viene de cien años en el futuro. Ahí la gente que tiene bebés omegas con defectos puede venderlos a los científicos para que experimenten... el tatuaje que tiene no es más que su identificación, todos los niños ahí tenían una...- apretó los labios sintiendo un nudo en la garganta, no era capaz de repetir todo sin recordarlo. El mayor se había visto tan asustado y acomplejado cuando dijo que era un monstruo, que solo era un experimento destinado a un propósito y que luego de eso no había nada más.
¿Qué clase de gente le hace eso a un niño? ¿Qué clase de gente deja ver a otros niños como otro vuelve muerto de un portal? ¿Qué clase de gente podía llegar a vender un bebé?
-Eso quiere decir que no había forma de volver a nuestro tiempo.- el pelirrojo murmuró luego de varios segundos en silencio diciendo en voz alta lo que nadie se atrevía a decir, el alfa bajó la mirada tratando de no concentrarse en ello mientras sentía que sus ojos se cristalizaban por las lágrimas retenidas mientras negaba con la cabeza tratando de darle la razón.
Nicolás se quedó quieto unos segundos sin parpadear antes de darse vuelta y salir de la habitación con los ojos llorosos y los labios apretados, haciendo puños sus manos como que si fuera a golpear a alguien pero una vez afuera de la vista de todos solo bajó la mirada mientras sentía como las lágrimas se deslizaban por sus mejillas hasta su mentón y caían al suelo.
Su "tal vez" se había vuelto "no" en vez del "si" que tanto esperaban.
Recordó a sus padres y la última cena de navidad, a sus dos mejores amigos y a su ex mejor amigo amigo también. Trató de centrarse en todos sus recuerdos para apilarlos mientras las lágrimas seguían saliendo de manera silenciosa, recordando como era la ciudad, como eran los lugares que compartía con su familia y amigos, como era su casa, su habitación.
Dejó escapar hacia su mente todos los recuerdos que había retenido.
Sollozó y se llevó las manos a la boca tratando de mantenerse en silencio, cerrando los ojos con fuerza y negando con la cabeza.
¿Nunca jamás volvería a ser parte de ello?
-Nico.- escuchó al beta llamarlo pero se apartó furioso abriendo los ojos cuando este tocó su hombro.
-¡No me toques!- alzó su voz sintiendo que sus emociones de nuevo lo sobrepasaban. Había querido aferrarse a al tal vez por tanto tiempo y fuerza que ahora sentía como que si lo hubieran desgarrado por dentro.
-¿Hay algo parecido a un bosque a las afueras de la ciudad?- Blake no sonreía y sus ojos brillaban pero como pocas veces estaba serio, ignorando olímpicamente el estado lloroso del de cabello negro, mirando al castaño con intensidad casi como pidiendo ayuda de una manera muda que solo pudo desestabilizar un poco a Elías.
-Si, pero más o menos a media hora de aquí.- respondió mirando aún hacia el menor sintiendo su corazón latir en la garganta.
-Llevanos ahí. Llevaré a Nicolás al auto, tu trae a Ángelo.- miró hacia el otro omega quien negó con la cabeza con fuerza.
-¡No! ¡Ya no quiero ir a ningún lado! ¡Suéltame!- gritó en cuanto el rubio agarró su brazo con fuerza, agitó este con violencia en un intento vano por liberarse mientras lloraba con más bríos, Elías se dio la vuelta y entró de nuevo a la habitación incapaz de ver a Blake y Nico pelear sin tener ganas de meterse.
Ambos estaban lastimados y no podía ponerse de parte de nadie.
-¡Dije que iríamos al auto!- el rubio alzó la voz mientras sus ojos brillaban más pero se tragó las lágrimas.
-¡No quiero!- el menor solo se agitó más mientras sollozaba tratando de soltarse pero de pronto una fuerte bofetada en el rostro lo hizo caer sentado al suelo, llevándose la mano a la mejilla cerró los ojos dejando que las lágrimas siguieran corriendo.
-¡No eres el único que acaba de saber que no volverá a ver a su familia! ¡Pero estos ataques de pánico no nos va a devolver a nuestro tiempo! No soy ni el más cuerdo, ni el líder y soy alguien muy pero muy irresponsable ¡Pero también estoy afectado!
Pero ahí dentro la habitación hay un niño de trece años que lloró durante muchas noches por las pesadillas, que seguramente ahora está llorando ¡Y no podemos dejar que nos vea así a nosotros!
Si no puedes levantarte ahora, no lo hagas.- el rubio tembló cerrando los ojos sintiendo que estaba a punto de llorar pero se tragó las lágrimas mientras respiraba profundo. -Pero no des esta imagen, no ahora, por favor.
Has sido el más cuerdo y el más serio, el más comprometido. Si el te ve romperse... él va a romperse mucho más.
Por favor, Nicolás.
¡Hasta a mi me rompe más verte así de destruido porque sé que eres el más fuerte!- abrió los ojos que ya estaban rojizos pero no dejó que las lágrimas se derramaran.
El de cabello negro sollozó bajo y quedaron en silencio varios segundos hasta que el pelinegro se paso la mano por la cara tratando de controlar su llanto, dando algunos hipidos mientras se levantaba despacio del suelo. Abrazó con fuerza al rubio sintiendo a este temblar entre sus brazos pero él solo apretó los labios tratando de evitar que las lágrimas salieran.
Se separaron con cuidado y después se miraron unos segundos para luego seguir caminando, dirigiéndose al estacionamiento.
Blake se sentó en el copiloto y Nicolás en el asiento de atrás, esta vez Elías manejaría y este tardó muchos minutos antes de aparecer con el casi adolescente al cual traía alzado en sus brazos como que si fuera un niño pequeño.
Con cuidado lo hizo sentarse al lado de Nico y este le sonrió acariciando con mucho cuidado el cabello rojo del menor mientras besaba su frente, sintiendo su corazón romperse al escucharlo sollozar. Lo abrazó con fuerza tratando de reconfortarlo mientras acariciaba su espalda, dejando que se descargara.
No supo de donde sacó la fuerza para no romper en llanto de nuevo.
-Llevanos al lugar que te comenté, por favor.- murmuró el rubio hacia el castaño quien solo asintió sonriendo algo forzado, revolviendo el cabello de Blake sintiéndose también afectado con todo esto pero agradeció totalmente que el omega le sonriera de manera sincera a pesar de todo.
Sabía lo duro que seguramente estaba siendo todo esto para ellos.
...

Perdidos En El Pasado (Omega) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora