Capítulo 21: Evan, celo, problemas.

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Paró en un semáforo ya planeando a donde iba a estacionarse, miró hacia la carretera y luego de reojo al chico que seguía durmiendo sobre el asiento trasero

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Paró en un semáforo ya planeando a donde iba a estacionarse, miró hacia la carretera y luego de reojo al chico que seguía durmiendo sobre el asiento trasero.
Suspiró apretando su agarre en el manubrio gruñendo sintiendo ese olor intensificarse, hacía demasiados años que no se encontraba en presencia de un alfa y tal vez por ello estaba reaccionando tan extraño ante el menor. Se removió incomodo al sentir sus orejas en su cabeza, así que negó con ella mientras trataba de hacerlas desaparecer pero no podía concentrarse del todo.
¿Por qué el alfa olía tan bien y tan intensamente? Apretó un botón haciendo que el vidrio del acompañante bajara, aspirando con algo de desesperación el aire de afuera. Podía sentir su propio aroma que se estaba haciendo más dulce, gruñó con más fuerza mientras arrancaba de nuevo.
No importaba si se desataba su celo, tenía un par de horas antes de dejar de parecer totalmente normal.
-Ey... ¿A donde vamos?- la voz del desconocido lo hizo dar un respingo y apretó el acelerador.
-¡No me hables de pronto, mocoso!- gruñó con fuerza mirándolo por el espejo retrovisor, el chico se estiraba desperezándose. Evan se forzó a mirar al frente al sentir ese calor en su vientre.
Hacía diez años que no estaba en presencia de un alfa ¿Cómo debía comportarse? ¡Además, se suponía que solo enviarían omegas! Un alfa solo daría terribles problemas... como celos adelantados, por ejemplo.
-Hueles... hueles bastante dulce...- la voz del chico sonó más ronca y eso hizo que se erizara maldiciendo.
-¡Quedate allá atrás y cierra tu boca!- apretó la palanca de cambio mientras doblaba, escuchó las bocinas pero no les hizo caso. Bajo la ventana de su costado mientras movía un poco sus orejas, estás eran algo grandes y rojizas, como las de un zorro.
-Mi nombre es Isaac... ¿Tu quien eres? ¿A donde vamos? ¿Por qué hay tantos betas?- empezó a preguntar mientras mantenía sus manos en su regazo, mirando algo insistente al omega por el espejo. El de lentes apretó su agarre.
-¡Que te calles!- trataba de mantenerse tranquilo pero le era imposible, movió sus orejas de nuevo antes de aspirar profundo tratando de calmarse pero el aroma del más joven llenaba el ambiente haciéndolo desesperar. Suspiró al notar que ya estaban cerca del lugar donde iban a estacionar así que bajo la velocidad pero no pudo evitar dar un respingo al sentir que el menor colocaba una de sus manos en el costado y se acercaba de alguna forma oliendo su cuello.
Apenas pudo estacionar sintiendo su corazón en la garganta antes de agarrar la mano con la suya y llevándola a su boca la mordió con fuerza.
-¡Ey!- se quejó el alfa frunciendo el ceño mientras retiraba su mano y se hacía un poco para atrás.
-¡No me toques!- tembló sintiendo su estomago dar un vuelco, se sentía nervioso y mareado por el aroma. Debía salir del auto.
-Quedate quieto- al escuchar ese tono más fuerte y ronco de Isaac no pudo evitar sorprenderse, sintió como instintivamente sus orejas se pegaban a su cabeza como que si hubiera sido regañado. El moreno sonrió divertido antes de volver a acercarse y darle un pequeño beso en la frente, él sintió un escalofrío al no poder moverse mientras un peso se instalaba en su estomago, se sentía vulnerable, expuesto.
Pequeño.
Trató de mirar a otro lado casi sintiéndose temblar.
Hacía años que no se sentía tan débil.
Pocos segundos después notó que era lo había hecho y dio un gruñido con enojo mientras sentía la furia revolotear por su cuerpo. El estúpido alfa había usado "la voz" que obligaba a los omegas a obedecer.
-¡Eres un idiota!- gritó antes de abalanzarse ágilmente hacia los asientos traseros, envolviendo el cuello del alfa con sus manos y apretando.
No iba a poder volver a hablarle así si lo dejaba mudo.
-E-Ey... espera...- Isaac trató de hablar antes de sentir la fuerte presión en su cuello, puso sus manos a los costados del omega tratando de alejarlo pero sintió como el de lentes apretaba su abdomen con su rodilla haciendo que diera un chillido. Trató de manera desesperada de quitárselo de encima para poder respirar pero el omega no se movía de su lugar.
Los lentes resbalaron cayendo sobre el rostro del alfa quien cerró los ojos mientras de manera asustada trataba de tomar algo de aire.
Evan lo miró gruñendo con ojos brillando por la furia, pero el aroma lo volvió a golpear de nuevo sintiendo a su estomago revolverse, soltó al menor rápidamente antes de sentarse en el asiento respirando con fuerza. Lo escuchó toser pero solo parpadeó varias veces y trató de tantear donde estaban sus lentes.
¿Había estado a punto de matarlo?
-Tu si sabes como hacerte respetar...- Isaacc habló con voz afectada mientras se sobaba un poco el cuello con su mano mientras sostenía los lentes con la otra -Es que hueles... a omega en celo... lo siento. No debí haber utilizado la voz contigo...- se disculpó mientras se incorporaba en el asiento, apoyándose en la puerta mirando al omega quien solo parecía estar tanteando el asiento.
-Dame mis lentes...- Evan frunció el ceño enfocándolo un poco, mirando hacia el chico con las orejas erguidas en amenaza. El alfa miró hacia los lentes, aún no podía creer que un omega estuvo a punto de matarlo pero al parecer ese era tan fuerte como él y no estaba para juegos.
Isaac resopló y se los dio en la mano, el omega los agarró rápidamente poniéndoselos.
-Ahora tengo algo que hacer. Así que quedate en el auto...- entrecerró los ojos antes de pasarse las manos por el cabello.
-Ehhh ¿Por qué?- Reclamó un niño.
-Porque si. Quedate aquí, si vas va a ser un desastre...- se quejó frunciendo la nariz y llevando su mano hacia su nariz tratando de tapar el aroma del alfa con el propio, abrió la puerta aspirando el aire de afuera bajando sus orejas lo más que podía pero sin hacerlas desaparecer aún.
-Realmente hueles... a omega que está por entrar al celo...- murmuró incorporándose, acercándose al otro quien se dio vuelta para mirarlo. Isaac sonrió mirándolo de deseo, Evan quiso rodar los ojos.
Típico de alfas de dieciocho. Se calentaban por todo.
-¡Pues mantén tus manos lejos de mi! ¡tu olor es muy fuerte!- habló con desdén -Quedate aquí dentro y no salgas...- cerró la puerta antes de que el menor pudiera responderle, fue hacia la puerta del piloto abriéndola y haciendo que las ventanas se subieran.
-¿Me dirás tu nombre?- dijo curioso apoyando sus manos sobre el asiento de adelante, Evan pensó que parecía un perro haciendo eso.
-¡No fastidies!- cerró la puerta poniendo la alarma al auto, casi corrió hacia la vereda del frente. Respiró con fuerza de nuevo sintiendo sus piernas temblar un poco pero el aire fresco lo ayudó a volver en si más rápido. Se olió a si mismo gruñendo.
El olor del alfa se le había pegado un poco.
Como pudo arregló su traje pasándose la mano por el cabello, estaba cerca del celo seguramente por el encuentro con el alfa luego de diez años rodeado de betas. Pero aún le quedaba tiempo, al menos una hora o dos antes de entrar del todo.
Entró al edificio y prefirió usar la escalera, esperaba que los chicos aún no hubiera llegado y que no notaran ese olor extraño que se había impregnado a él.
Poco tiempo después los tres omegas venían caminando, esta vez fue Nico quien se paró sintiendo un aroma extraño y mirando hacia los costados extrañado.
-Ey ¿Estás bien?- preguntó curioso Blake, el de cabellos negros lo miró y asintió agarrando de nuevo la mano del pelirrojo tirando de ella.
-Si, solo creí sentir algo raro- murmuró confundido, ese aroma había sido muy parecido al de un... ¿Alfa? ¿Podía ser? Pero también en el centro comercial habían encontrado un perfume que tenía una esencia parecida, tal vez solo una persona con ella pasó por ahí.
El rubio arqueó la ceja aspirando con algo de fuerza frunciendo el ceño.
-¿Investigamos?- sonrió mirando hacia el que le seguía en edad, Nico estaba por decir que si ya que esto le causaba mucha curiosidad pero fue interrumpido por el pelirrojo
-¿Podemos entrar al departamento? Tenemos que dejar las bolsas- murmuró señalando las bolsas que traían, los dos mayores se miraron y asintieron.
Nico suspiró mientras caminaban hacia el ascensor frunciendo la nariz al sentir que el olor parecía desaparecer por la escalera pero trató de no prestar atención. Tal vez solo el olor había entrado hacia adentro por el aire. Miró de reojo a sus dos acompañantes mientras esperaban que el ascensor llegara hacia arriba.
Se adelantó una vez que las puertas se abrieron soltando al menor, pero se detuvo al ver apoyado en la pared a ese hombre que ya conocían bien, no pudo evitar sentir un pequeño escalofrío.
-¿Qué haces aquí, Evan?- dijo con tono de reproche antes de acercarse a la puerta y abrirla, el pelirrojo se apuró a pasar pero el rubio miró hacia el mayor.
-¿Qué te trajo por aquí?- Blake preguntó con burla arqueando una ceja.
-¿Podemos hablar adentro?- preguntó tranquilamente mientras acomodaba sus lentes. Nico frunció la nariz. El mayor tenía un olor extraño además de que su aroma dulce se había intensificado.
-¿Estás cerca del celo?- el rubio arqueó la ceja curioso mirando hacia Evan quien frunció el ceño haciendo reír al menor -Lo estás...- dijo divertido.
-Tengo una hora o dos antes que se intensifique así que quiero ser breve al hablar- el de lentes se paró lo más digno posible mientras se mantenía serio, había tratando de volver a su expresión neutral pero se notaba algo perturbado.
-Esta bien, pasa- Nico murmuró de mala gana pero ¿Qué otra opción tenían? No querían volver a ser secuestrados una vez más, notó como el rubio hacía una mueca de desagrado pero no le presto atención mientras dejaba la puerta abierta para que pasaran.
Angelo estaba sentado en una silla balanceando sus pies sonriendo algo nervioso.
-Hueles a alfa- dijo de pronto Blake, el de cabellos negros se dio vuelta a mirarlo para saber si se refería a él pero el mayor miraba al adulto quien frunció el ceño de nueva cuenta.
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RitsuKuroko
JackelynRamirezSalce
Marian-P24

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