"Pero incluso la idea era tonta y estúpida ¿Cómo habría llegado al pasado?
Solo era una ciudad rara...
-Oye ¿En que año estamos?- miró hacia el que estaba a su lado, el chico arqueó la ceja pero el omega siguió mirándolo insistente y algo ansioso...
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Angelo miró varias veces el único cubierto bastante extrañado como que si esperara que hubiera más pero termino por agarrarlo y empezar a comer, aunque mucho más despacio que el rubio pese a que se estaba muriendo de hambre también. Todos empezaron a comer sin decir mucho entre medio, haciendo que la tensión del ambiente se sintiera más palpable. Al terminar fue Angelo quien se levantó levantando los platos y llevándolos a la cocina, ya sin poder soportar el silencio y la extraña atmósfera que se había instalado. -La comida estuvo deliciosa.- Evan fue el primero en hablar, con tono educado mientras levantaba su mirada hacia los otros. -Gracias, supongo...- Nico se removió incomodo y Blake movió sus orejas nuevamente aún en alerta por si el de traje trataba de hacer algo. -Supongo que ahora podemos hablar del tema...- miró hacia Elías sonriendo con suavidad -Supongo que ellos te contaron en lo que quería que me ayudaran...- habló inclinando un poco su cabeza sin perder su sonrisa. -No, pero...- empezó el moreno. -¡No vamos a hablar de eso aquí!- Nico cortó al dueño del departamento algo ansioso, clavando sus uñas en la mesa de madera de manera nerviosa. Aún debían seguir pensando, no podían usar una carta como Elías en esto. Se habían enterado que no iban a poder volver a su tiempo y joder ¿Quería que fueras héroes? Era tonto pensarlo. No estaban preparados ni psicologicamente ni físicamente, no eran más que tres omegas defectuosos perdidos en el pasado. -Pero chicos...- trató de volver a decir el moreno sin entender porque no querían dejar a Evan hablar. -No deberías meter a Elías en esto, es muy bajo de tu parte- reclamó el rubio frunciendo el ceño mientras apoyaba sus brazos en la mesa, hablándole al de lentes de bastante mal humor. Que le sonriera así al moreno no era normal y seguramente algo planeaba. -No es bajo, él se metió en esta situación al mantenerlo en su casa... así que creo que debe saberlo- Evan siguió imperturbable con la sonrisa suave en sus labios que solamente estaba poniendo más fastidiados a los otros dos omegas. Angelo los escuchaba pelear desde la cocina bastante nervioso sin querer volver, ni loco se metía en la discusión. -Que no- contradijo Blake enseguida. -Los necesito para una misión- alzó levemente la voz pero sonando totalmente tranquilo. -¿Qué?- Elías ya estaba más confundido que antes así que miró hacia los dos omegas más conocidos por él. -Que te calles- el rubio gruñó mientras sus orejas se erguían de manera amenazante. -¡Evan!- alzó la voz Nicolás también en un intento de detenerlo. Sabía que si lo dejaba hablar Elías se iba a poner de su parte y no necesitaba una discusión así ahora, aún tenían mucho que procesar. -Nos enviaron al pasado para un propósito pero ellos no quieren aceptarlo... - Evan siguió ignorandolos y completamente imperturbable. -¡Suficiente, maldita rata!- Blake se paró tirando su silla hacia atrás aún con las manos apoyadas en la mesa y gruñendo mientras mostraba los dientes, moviendo su cola en señal de lo enojado que estaba. Nico gruñó también hacia el mayor parándose aunque sin tirar la silla. -¿Por qué no lo quieren dejar hablar?- la voz de Elías se escuchó un poco a regaño mientras miraba al de cabellos negros y al rubio con desaprobación. -Porque tu mundo no les interesa, Elías.- respondió el de lentes normalmente haciendo que las tres miradas se clavaran en él. -¿Quieres una cuchara clavada en tu ojo?- susurró Blake mientras agarraba a la cuchara en un puño, moviendo su cola de lado a lado aún. El omega mayor miró hacia el rubio con expresión neutral pero luego dejo salir una pequeña sonrisa mirando hacia el moreno mientras se levantaba tranquilamente. -Entonces me voy... fue un placer comer con ustedes.- empezó a caminar hacia la puerta. -Ajá, si, vete.- el rubio levantó su silla refunfuñando de mal humor. -Tal vez podamos pensarlo- el de ojos marrones se removió un poco incomodo mientras lo decía tratando de mejorar el ambiente porque había notado el ligero olor a miedo proveniente del pelirrojo que aún continuaba en la cocina. -¡No seas tonto, Nicolás, no cambiaremos de idea!- parecía que Blake no captaba lo que estaba tratando de hacer. -Te acompaño a la puerta del edificio.- Elías se paró yendo tras el de traje el cual sonrió de lado ante esto. -¿¡Qué?! ¡No!- exclamaron ambos omegas mirando hacia ellos incrédulos. -Se lo agradecería...- Evan asintió. -¡Elías!- reclamaron los otros dos al mismo tiempo. -Solo lo llevare abajo, ahora vuelvo- y sin hacerle caso abrió la puerta del departamento dejando a Evan salir primero antes de salir él y cerrarla con llave. Ambos entraron al ascensor sin decir nada, el de lentes miraba su reflejo en la puerta del elevador sonriendo un poco notando como el beta movía su mano para acomodar su ropa detonando que quería preguntar algo pero no se animaba. El moreno lo miró de reojo bastante dudoso, lo tenía más curioso que sus amigos no quisiera que el chico hablar ¿Por qué razón? Si era algo malo ¿Por qué no querían que él escuchara? "Porque tu mundo no les interesa, Elías" ¿Por qué había dicho eso? -Elías- miró hacia el chico de su misma altura al escuchar su nombre tratando de no parecer nervioso o ansioso, pero por su reflejo estaba haciendo una cara extraña. -¿Si?- preguntó con tono más bajo de lo que le hubiera gustado. -En unos meses un laboratorio dejará escapar un microorganismo que provocará una enfermedad mortal. Millones de personas morirán y las que no lo hagan vivirán con las secuelas toda su vida. Será fácil de transmitir así que en menos de tres meses estará en todo el mundo. A partir de eso los niños que nazcan de las personas sobrevivientes tendrán "defectos" los cuales con las generaciones se irán marcando formando alfas, betas y omegas. Nadie sabe exactamente porque en algunas ocasiones aparecen las orejas y la cola, pero se supone que es un efecto que dejó el microorganismo, tal vez mezcló nuestro ADN con un animal. Nadie lo sabe en ciencia cierta. Nosotros no seremos afectados por la enfermedad ya que somos inmunes al ser del futuro pero...- miró a los ojos castaños del otro y puso una mano en su hombro, acercándose un poco más -Tu mundo me importa. Las personas que pueden morir me importan. Los necesito, no puedo detener eso yo solo...- susurró con voz más baja notando la sorpresa en las facciones del mayor, acarició con suavidad su hombro y luego su brazo tratando de mantener su expresión neutral -Necesito que me ayudes a convencerlos, Elías. A tu hermano no pudiste salvarlo. A toda esa gente si podemos...- siguió presionando, el moreno se alejó de su tacto obviamente perturbado pero Evan agarró su mano con las suyas. -Elías... yo no quiero ver a esas personas morir mientras estoy tranquilo porque a mi no me afecta... Tu, tus padres, tus amigos... todos ellos podrían morir. La mitad y puedo apostar que más morirán, podemos evitarlo... podemos evitar el dolor, el sufrimiento... ¿Vas a darle la espalda a tu mundo, Elías?- miró sus manos antes de volver a mirar a los ojos al beta. -Ellos son de mi tiempo, son como mis hermanos menores.- siguió hablando con cuidado, mirando con atención las reacciones del moreno -Tu sabes bien que como hermano mayor... darías todo para que estén a salvo. Yo no les pediría que me acompañaran si no fuera completamente necesario. No será peligroso, no para nosotros. Te pido por favor... que me ayudes a convencerlos- soltó su mano despacio sin dejar de mirarlo notando la duda en los ojos castaños, sabía que había tocado una fibra sensible dentro del chico y aunque se negara, algo en su cabeza le estaría insistiendo que eso era lo correcto. -Yo... lo pensaré...- Elías miró hacia otro lado algo angustiado sintiendo varios pensamientos pasar por su cabeza sin saber que más responder ¿Por qué ellos se habían negado tan rotundamente? ¿En serio les importaba menos que nada este tiempo? ¿O Evan no se los había explicado así...? Evan asintió y metió su mano en el bolsillo sacando un fajo de billetes, dejándolo en las manos del beta el cual lo miró sorprendido. -Yo... no lo necesito... yo...- trató de devolvérselos pero Evan negó con la cabeza sin dejarlo. -Sé que es mucho para procesar, pero acepta esto... necesitarás dinero si quieres mantener a tres omegas con el dinero que te envían tus padres... Volveré por aquí en unos días. - sonrió y justo se abrieron las puertas del ascensor, se acomodó los lentes antes de salir de ahí. Antes de que las puertas se cerraran otra vez se dio vuelta a ver a Elías -Yo sé que tu decidirás lo correcto- dijo antes de seguir su camino. Elías dejó que las puertas se cerraran y cuando lo hicieron dejó escapar un fuerte suspiro mirando el dinero en su mano. Al menos con esto no tendría que ir a pedirle a sus padres de rodillas y mentir sobre porque quería más dinero. ¿Realmente si no hacían nada en pocos meses el mundo que conocía iba a desaparecer? . . Graciasporleer, votary/ocomentar :3 RitsuKuroko HumbertoPerezJimenez Kashara123 winny0898