Parte 6:

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No lograba dormirme aquella noche por alguna extraña razón, mi mente se había empecinado en recordarme una y otra vez lo que me había ocurrido aquella noche, no podía dejarme tranquilo y ya me estaba molestando. Grayson había caído dormido media hora después de regresar, el imbécil nos había metido en problemas pero ni le afecto pero a mi si. Me habían quemado los ojos, me quede ciego por un determinado tiempo, había conocido una especie de guardiana que cambia de tamaño con una personalidad bastante intimidante pero agradable de alguna forma, me había trepado un árbol, había caído de un árbol, había estado a punto de morir, todo eso en tan solo una noche. Quizás para el era algo totalmente natural pero para mi no, en toda mi vida no creí que me quedaría ciego por unos minutos y que conocería una hada, y mucho menos correr como idiota por un bosque desconocido en la madrugada y todo por un capricho de el chico el cual dormía como una morsa en su cama.

Me senté sobre el colchón y baje mis pies de la cama apoyándolos en la madera que cubría el piso, metí mis pies dentro de las pantuflas que me habían dado y me levante dispuesto a ir por algo de leche ya que solía ayudarme a dormir cuando era pequeño. Quizás ahora también me funcione este método. Salí de la habitación haciendo el menor ruido posible y me encamine hacia la cafetería, o el comedor no estoy seguro de como se llame aquel salón. Tenia la esperanza de encontrar a alguien de la cocina dispuesto a darme lo que quiero, se que en el primer momento que se me ocurrió creí que nadie estaría pero luego recordé que esta escuela esta llena de personas consentidas y puedo asegurar que suelen ser así hasta en la madrugada. Pero por lo que sabia estaba prohibido salir de las habitaciones a estas horas de la noche pero me importaba poco eso. Me costaba ver con la poca luz de los pasillos, iba tanteando el camino gracias a las paredes. Mi destino estaba bastante lejos de donde se encontraba mi habitación pero ya habían pasado diez minutos desde que había comenzado mi viaje. A decir verdad, no tenia idea de donde estaba yendo porque apenas había prestado atención la ubicación del comedor las veces que iba. Mientras me maldecía mentalmente por distraído y despreocupado escuche unas voces a lo lejos rápidamente mire hacia todos los lados buscando donde esconderme y lo primero que se me ocurrió fue correr hacia una de las puertas de el corredor y meterme con la esperanza de que no me vieran. En el momento que entre en la habitación algo comenzó a brillar en mi bolsillo, sabia perfectamente que era la brújula que Sol me había dado. Aquel objeto brillaba demasiado tanto que apenas podía mirarle, entonces lo intente cubrir con mis manos pero en el momento que lo hice mis manos comenzaron a brillar. El pánico de apodero de mi, entre la desesperación y el miedo de que alguien notara aquella luz desde afuera lance el objeto a alguna parte de la habitación, y entonces todo se oscureció. Me maldije mentalmente pensando en lo idiota que había sido en lanzarlo tan lejos, sin pensarlo dos veces comencé a gatear por el suelo tanteando con mis manos en busca nuevamente de la brújula. Sin éxito, me levante y me acerque a las paredes cercanas a la puerta y comencé a pasar mis manos sobre estas buscando algún interruptor pero también falle. Me sentí tan inútil y fracasado, porque bueno mi vida prácticamente era un fracaso tras otro esa noche.

Por un momento la escasa luz que entraba por debajo de la puerta oscureció, dándome a entender que alguien estaba por entrar. Entre en pánico nuevamente y me lance al piso buscando con más desesperación que la primera vez la brújula. Y entonces en un acto milagroso comenzó a brillar nuevamente dándome con su ubicación, rápidamente lo levante y sin pensarlo dos veces me lance detrás de un sofá que se encontraba en aquel cuarto, escuche la puerta abrirse y por lo que podía ver por debajo del sofá, dos personas entraron. Mi cuerpo no dejaba de temblar y mi corazón iba a mil por hora, posiblemente si me descubrieran me matarían. Esa noche de alguna forma estaba empeñada en quitarme la vida, espero que se rinda sin obtener su objetivo. Me arrastre lo más silencioso que podía hasta poder quedar en un extremo del sofá, podía ver desde esa ubicación a dos sujetos con túnicas. Ya los había visto anteriormente rondando los pasillos pero nunca nadie parecía prestarle atención, pero yo si. Porque bueno, le he prestado atención hasta al papel higiénico que colocan en los baños. Quitando las ubicaciones, este lugar es inmenso no me pidan tanto.

Todo sea por la corona ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora