Parte 22:

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El viaje finalmente había comenzado, mi padre no había intentado detenerme ni cerrar las fronteras para que no me fuera lo cual confirmo nuevamente lo que siempre había creido.

No le importo.

Lo más extraño no fue eso, lo más extraño fue que Valeria no me había dicho palabra alguna. Aunque no me molestaba en lo absoluto, no tenia ganas de escuchar sus intentos por entrar en mi vida. Aunque a decir verdad, ya lo había hecho pero no de la forma que ella quería.

La verdad es que no la entendía, siempre era tan amable conmigo y yo tan...patán. Había formado varias teorías de su intento de cercanía, primero por conveniencia porque estaba enamorado de rubio, segundo porque era de esas chicas que quieren entrar en tu vida, tu rutina hasta tenerla dentro de tu piel donde pueda apuñalarte sin que te des cuenta, la tercera era una muy loca. Aunque bueno supongo que es cosa de príncipes. Y sí, mi tercera teoría era porque quería mi corona. Por lo que sabia ella no era heredera de la corona británica por culpa de su hermano pero si lograba casarse con un príncipe la haría reina sin problemas.

Luego de revisar que Raiza estuviera con vida dentro de mi mochila la deje sobre el asiento de mi lado antes de levantarme. La chica de cabellos anaranjados se encontraba a unos asientos más adelante que el mio, o eso es lo que podia ver gracias a sus pies que sobresalían por un costado.

Camine hasta ella, estaba estaba recostada sobre ambos asientos y por eso sus pies sobresalian por un costado. Al verme dejo el libro a un lado y se levantó un poco.

-¿Necesitas algo?-Pregunto.

-No, ¿Puedo sentarme?-Ella asintió y bajo sus pies dejándome un asiento libre. Me senté allí y su mirada sobre mi no tardo en aparecer.

-¿Sucedio algo?

-No, es solo qué me aburría allá solo-Medio sonreí, ella me miro algo sorprendida.

-Quería ir contigo a sentarme, pero me he enterado sobre lo que sucedió, bueno a ti y a tu familia. Creí que querias tu espacio se lo que significa perder a alguien tan importante como a tu familia-Trague en seco al escuchar sus palabras, nuevamente me molestan sus palabras.

-Estoy bien-Afirme.

-Venti...no tienes porqué actuar de esa forma, no conmigo. Esta bien llorar, aún que creo que eso ya lo habras hecho, ¿Verdad?

-No.

-¿Por qué no? Esta bien llorar, esta bien estar triste, esta bien estar destruido de vez en cuando. No podemos ser una piedra sin sentimientos, por más que queramos.

-Crei que podríamos tener una buena charla pero acabas de arruinarlo-Dije mientras me levantaba.

-Venti, no te cierres en ti mismo-Negue con mi cabeza mientras caminaba hacia mi lugar, me gire un momento y pude ver como venia detrás de mi.-Se que sueno entrometida pero desde que me enteré lo único que he pensado es "Ese chico necesita a alguien que lo salve".

-No sabes lo que dices-Me gire enfrentandola-No te creas porque te dije que quería conocerte puedes decir esas cosas de mi. Ni siquiera sabes como me siento, ¿Verdad? No, claro que no. Tu no sabes lo que es sentir que te mueres por dentro, que un dolor esta llenado todo tu cuerpo. Qué el aire no te alcanza, que tus sentimientos desaparecen y solo sientes nada más que dolor y tristeza-No sabia en que momento había comenzado a llorar, limpie mis lágrimas con mi manga y me gire.

-Sabes...-Comenzó a hablar-los príncipes suelen ser llamados héroes, los héroes necesitan ser salvados algunas veces. Venti, dejame salvarte.

-No, no te dejó porque no lo merezco. No merezco ser salvado ni nada-Me senté en un asiento y esta hizo lo mismo.

Todo sea por la corona ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora